Irene Chief utiliza duras palabras para describir lo que la motivó a ella y a su colega Kama Ateca a hacer algo con respecto a las dietas no saludables en su Estado insular de Fiji. Ver a compañeros de trabajo morir de un ataque cardíaco con 30 o 40 años “te dejará traumatizada”, afirma. “Cada vez vamos a más funerales de personas jóvenes. Cuando ves personas que, con 30 o 40 años, dejan a sus familias, es que realmente debemos revisar nuestra dieta”.
Esta preocupación profundamente arraigada por las consecuencias de las enfermedades no transmisibles (ENT) relacionadas con la alimentación llevó a Irene, que trabaja en la Universidad del Pacífico Sur, y a Ateca, que ocupa un alto cargo en el Ministerio de Salud de Fiji, a empezar a colaborar en la aplicación para teléfonos inteligentes My Kana, que ayuda a los fiyianos a llevar un seguimiento de lo que consumen y les brinda orientación sobre horticultura.
My Kana, que significa “alimento” en el idioma itaukei indígena de Fiji, fue una de las innovaciones presentadas en el Foro de soluciones de los pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID), organizado conjuntamente por la FAO y el Gobierno de Fiji en agosto de 2021.
Los desafíos para los que la aplicación está diseñada distan de ser exclusivos de Fiji. De hecho, muchos países de todo el mundo, y muchos PEID en particular, se enfrentan a la “carga triple de malnutrición”, esto es, la insuficiencia ponderal, el sobrepeso y la obesidad, y las carencias de micronutrientes.
Los estilos de vida modernos están modificando los hábitos dietéticos tradicionales de los fiyianos, que están pasando de los cultivos de tubérculos locales a dietas con un alto contenido de cereales y de consumir frutas y hortalizas locales a alimentos elaborados, generalmente importados, que contienen demasiadas grasas, azúcar o sal.
La transformación es especialmente notable entre los fiyianos que viven en zonas urbanas, cuyas dietas y formas de vida han cambiado radicalmente en comparación con las de la generación de sus padres o abuelos.
“Además, nuestra población está consumiendo muchas más kilocalorías, lo que, sumado a la falta de actividad física, está contribuyendo a las ENT”, señala Ateca. Según el Ministerio de Salud de Fiji, las ENT son responsables de alrededor del 80 % de las muertes del país y las cifras van en aumento.
¿Qué importancia reviste esta innovación que miles de fiyianos tienen en sus teléfonos inteligentes?
“Cabe recordar que Fiji tiene 300 islas, por lo que ¿cómo lograr que las personas tengan acceso a la información?”, dice Irene.
A diferencia de la imagen relajada e idílica del Pacífico sur que se presenta en novelas o folletos turísticos, según Irene, vivir en una isla plantea muchos desafíos. Se necesita mucho tiempo para trasladarse en barco de una isla a otra y los viajes en avión son caros, “pero somos una sociedad que cambia con mucha rapidez”, señala Irene.
Gracias a la desreglamentación cada vez mayor de Internet, “podemos utilizar los teléfonos móviles y por ese motivo elaboramos la aplicación. A través de la innovación, nuestro pueblo siempre ha intentado encontrar formas de adaptarse y ajustarse, especialmente cuando no se dispone de mucho dinero. Es por ello que también damos acceso gratuito a esta aplicación, lo cual es inusual”, añade Irene.