A sus 36 años, Saoudé Garba ha empezado a tomar las riendas de su vida. Nacida en la aldea de Danje, en el sur del Níger, se casó joven con uno de los tres líderes de la aldea. Tuvo su primer hijo a los 15 años, seguido de ocho más, sin recibir ningún tipo de asistencia médica durante los embarazos y los partos. Como es tradicional en su aldea, su vida consistía en cocinar, limpiar y ocuparse de las tareas del hogar.
Saoudé dependía económicamente de su marido y raramente asistía a las reuniones de toma de decisiones de su aldea. Cuando asistía, no se les permitía intervenir ni a ella ni a otras mujeres. Las tradiciones sociales de la aldea siempre habían dictado que las mujeres han de obedecer a sus maridos y a los hombres que ocupan cargos de poder, y nadie podía concebirlo de otra forma. Saoudé y las otras mujeres de su aldea no sabían que tenían derechos y mucho menos que los podían ejercer para mejorar su vida.
Pasos hacia el futuro
En 2015, se empezaron a dar los primeros pasos hacia el cambio cuando se crearon los clubes Dimitra en la aldea de Saoudé y otras aldeas de la zona. Los clubes Dimitra son grupos de debate voluntarios que reúnen a mujeres, hombres y jóvenes para propiciar cambios en sus comunidades. Por más de un decenio, estos clubes han sido potentes motores para el empoderamiento de las personas y el liderazgo de las mujeres en zonas rurales de muchos países del África subsahariana.
En el Níger, los clubes Dimitra son un componente esencial del Programa conjunto para acelerar los progresos hacia el empoderamiento económico de la mujer rural, una asociación entre la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer (ONU‑Mujeres) y el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA).
El Programa conjunto, que recibe apoyo económico de Noruega y Suecia, trabaja con gobiernos nacionales y locales, comunidades locales, hogares y mujeres para abordar las causas profundas de la desigualdad de género. Mejorando el acceso de las mujeres rurales a los recursos y servicios, como la tierra, el crédito, la capacitación, la información, los insumos y las tecnologías agrícolas, el programa trata de impulsar el empoderamiento económico de las mujeres del medio rural y cambiar las dinámicas de poder desiguales y las normas discriminatorias en materia de género.
Saoudé empezó a participar en un club Dimitra en el que se reunían mujeres, hombres e incluso adolescentes de ambos sexos para debatir sobre problemas comunes en su aldea y la forma de abordarlos. La agricultura es un tema frecuente, pero los miembros de estos grupos también debaten sobre educación, salud, nutrición y derechos de la mujer. Gracias al diálogo y la participación, las mujeres del grupo se sienten más capaces de transmitir sus necesidades y resolver los problemas a los que se enfrentan.