Docenas de coches y multitud de personas se alinean a lo largo de las polvorientas carreteras de Yaylakonak, en la provincia de Adiyaman, Türkiye. La gente se ha reunido aquí para celebrar una ceremonia fúnebre en el 36.º día después del terremoto. Cerca de 3 000 personas se han reunido en este pueblo, construido sobre una elevada colina, para recordar a sus seres queridos.
“Tan solo aquí tenemos 100 funerales”, explica Abuzer Aydin, alcalde de Yaylakonak, mientras se apoya contra los escombros en la colina de lo que queda de su pueblo. “Nuestras casas y establos se derrumbaron. Nuestros canales de agua resultaron destruidos. Más de 1 000 animales perecieron; nuestras colmenas se vinieron abajo, e incluso la superficie de nuestros campos quedó arrasada”.
Adıyaman, una zona predominantemente agrícola, es una de las provincias que más sufrió el terremoto de magnitud 7,8 y las réplicas casi igual de fuertes que asolaron gran parte del sur de Türkiye y el norte de Siria. Solo en esta provincia, el número de muertos ascendió a 3 500. El número de edificios gravemente dañados, que se derrumbaron o que deben demolerse urgentemente asciende a casi 11 000, con cerca de 31 000 hogares afectados.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) está apoyando los esfuerzos liderados por el Gobierno para ayudar a las comunidades afectadas por el terremoto a mantener y recuperar la producción alimentaria básica, al tiempo que evalúa los daños y las necesidades agrícolas a mayor escala. Las evaluaciones preliminares indican efectos considerables en la agricultura, con estimaciones de 1 300 millones de USD en daños y 5 100 millones de USD en pérdidas para el sector.
El Creciente Fértil sufre graves daños
Las 11 provincias afectadas por el terremoto son también conocidas como el Creciente Fértil de Türkiye, una zona compuesta por 4 millones de hectáreas de tierras agrícolas. En total, el 15,3 % de los productos agrícolas del país se generan en estas provincias afectadas por el seísmo. También es el hogar de un total de 15,73 millones de personas, incluidos 1,73 millones de refugiados sirios.