La situación de muchos trabajadores humanitarios ha ido cambiando con los años. De ser respetados en el pasado, muchos son ahora blanco de ataques.
Este 19 de agosto se cumplen 20 años del atentado contra las Naciones Unidas en Bagdad (Iraq), un día que alteró el panorama en el que operan los trabajadores humanitarios.
Aun cuando las situaciones de conflicto y crisis se han vuelto más complejas, los trabajadores humanitarios siguen aventurándose en regiones asoladas por conflictos y catástrofes. Se mantienen firmes en los principios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia.
Al conmemorar el 19 de agosto, Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, rendimos homenaje a quienes dedican sus esfuerzos a salvar las vidas y los medios de subsistencia de millones de personas en todo el mundo.
Estas son solo algunas de las muchas personas que trabajan en diferentes capacidades y en diferentes partes del mundo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), ayudando a erradicar el hambre y a proteger los medios de vida:
Yemen: Asmaa Al-Hemyari
La crisis humanitaria en el Yemen ha sido calificada como una de las peores crisis alimentarias del mundo. Con la inseguridad alimentaria aguda y la malnutrición en unos niveles sin precedentes, la FAO ha estado sobre el terreno apoyando a los agricultores a través de una combinación de asistencia de emergencia y a largo plazo para sus medios de vida.
Asmaa Al-Hemyari forma parte del equipo de emergencias y resiliencia de la FAO. Durante los últimos tres años, su función ha sido apoyar y facilitar las actividades de los asociados en la ejecución que proporcionan insumos ganaderos y agrícolas a los pequeños agricultores y a las comunidades afectadas. Su papel incluye también escuchar a los beneficiarios y actuar como enlace entre ellos y estas organizaciones asociadas.
Asmaa ha sido testigo del efecto positivo que estos proyectos han tenido en la mejora de la resiliencia y los medios de vida de las personas afectadas por el conflicto.
Afirma que, en su trabajo, encuentra una “satisfacción intrínseca que proviene de ver cómo la gente cubre algunas de sus necesidades básicas y logra ser más resiliente ante la crisis que atraviesa el Yemen”. Poder prestar una asistencia humanitaria que ayude al pueblo yemení a salir de la pobreza y a proseguir en su desarrollo es lo que la motiva cada día.