Inocuidad y calidad de los alimentos

Sistemas de control alimentario

¿En qué consisten?

Los sistemas nacionales de control alimentario velan por que los alimentos disponibles en un país sean inocuos, sanos y aptos para el consumo humano, así como por el cumplimiento de los requisitos en materia de calidad e inocuidad de los alimentos y por un etiquetado honesto y preciso de conformidad con lo establecido en la ley. Por lo tanto, estos sistemas protegen la salud y seguridad de los consumidores y ayudan a garantizar la calidad e inocuidad de los alimentos comercializados a nivel nacional e internacional.

¿A qué obedece su importancia?

Una de las funciones primordiales de un gobierno es proteger la salud de los ciudadanos de su país, lo cual está estrechamente relacionado con el logro de varios Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en particular los ODS 2 y 3. Al mismo tiempo, el control alimentario es esencial para garantizar prácticas justas en el comercio de alimentos con vistas a potenciar las oportunidades económicas de todas las partes interesadas a lo largo de la cadena alimentaria.

En una época de tecnologías alimentarias que cambian con rapidez y un comercio alimentario mundial que crece cada vez más, el control de los peligros derivados de los alimentos a lo largo de toda la cadena alimentaria ha pasado a desempeñar un papel esencial. Para poder afrontar los nuevos desafíos complejos del siglo XXI, los sistemas de control alimentario deben actualizarse con los últimos avances, funcionar sobre la base del concepto de análisis de riesgos y estar armonizados con las normas internacionales y mejores prácticas elaboradas por el Codex Alimentarius.

¿Cómo funcionan?

Para funcionar eficazmente, los sistemas nacionales de control alimentario deben erigirse sobre la base de instrumentos jurídicos y políticos adecuados, recursos humanos altamente cualificados y marcos institucionales sólidos, así como contar con activos financieros, equipo e infraestructuras, incluido el acceso a laboratorios.

Las autoridades de reglamentación designadas en el marco de los sistemas nacionales de control alimentario —también denominadas “autoridades competentes”— ayudan a garantizar la calidad e inocuidad de los alimentos a lo largo de la cadena alimentaria y abordar los peligros que amenazan la inocuidad de los alimentos, así como las cuestiones relacionadas con el fraude, los riesgos incipientes y las emergencias. Esta labor comprende la supervisión e inspección de los operadores de empresas de alimentos, los procesos de recopilación de información que contribuyen a una mejor comprensión de la cadena alimentaria y los programas centrados en la preparación ante emergencias relacionadas con la inocuidad de los alimentos y la gestión de estas. La existencia de vínculos adecuados con los sistemas de vigilancia de las enfermedades transmitidas por los alimentos es fundamental para garantizar un enfoque que abarque toda la cadena, incluido el consumidor, así como para abordar de forma adecuada —si es necesario— los problemas y emergencias relacionados con la inocuidad alimentaria, tanto en su origen, mediante la determinación de la fuente del brote, como en las etapas finales, cuando se requiere la capacidad de determinar cuál es la población en riesgo.

Además de las actividades obligatorias que llevan a cabo las autoridades competentes con arreglo a sus mandatos de reglamentación, también deben tenerse en cuenta las actividades no reglamentarias de dichos sistemas, entre las que se incluyen los programas de comunicación y creación de capacidad. Los procesos de interacción constructiva con las partes interesadas —como los operadores de empresas de alimentos, los consumidores y la comunidad internacional— son importantes para permitir que el sistema incorpore las necesidades en evolución de las partes interesadas nacionales e internacionales, generar confianza y mantener a dichas partes plenamente informadas de sus responsabilidades.

Asimismo, para abordar los desafíos actuales e incipientes, es importante que los sistemas de control alimentario se basen en hechos comprobados y datos científicos, introduzcan principios para el análisis de riesgos y se mantengan al corriente de los nuevos avances científicos e innovaciones a fin de mejorar constantemente la eficacia y eficiencia de las actividades de control alimentario.

Lo que hacemos

La FAO proporciona asistencia técnica en los siguientes aspectos:

  • Evaluación de los sistemas nacionales de control alimentario a través de un instrumento de la FAO y la OMS desarrollado recientemente que permite a los países determinar esferas prioritarias de mejora y planificar actividades consecutivas y coordinadas con el objetivo de lograr los resultados previstos. Además, ofrece un valor de referencia para hacer seguimiento de sus avances.
  • Prestación de asesoramiento a los gobiernos nacionales con respecto a marcos normativos e institucionales para la gestión de la calidad e inocuidad de los alimentos de conformidad con los requisitos internacionales en esta materia, especialmente los del Codex Alimentarius, teniendo en cuenta las prioridades y necesidades de los países, así como las capacidades e instituciones locales y nacionales existentes.
  • Elaboración de marcos jurídicos nacionales en la esfera alimentaria modernos y eficaces, mediante equipos de asesores jurídicos que trabajan en estrecha colaboración con expertos en inocuidad alimentaria, otorgando la debida consideración a la armonización de los marcos jurídicos con los requisitos de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
  • Elaboración de reglamentos basados en los datos científicos y los riesgos, mediante la utilización adecuada de marcos de análisis de riesgos, que además se fundamenten en las normas, directrices y códigos de prácticas del Codex Alimentarius.
  • Elaboración de programas de inspección y vigilancia de los alimentos basados en el riesgo que incluyen aspectos de gestión, habilidades técnicas para la inspección, el muestreo y el análisis basados en el riesgo, etc.