Inocuidad y calidad de los alimentos
 

Situación en Japón

La crisis actual en Japón -desatada por el fuerte terremoto del 11 de marzo y el consiguiente tsunami- es una emergencia compleja en el que el sistema de las Naciones Unidas responde cuándo y dónde se lo solicita el Gobierno japonés.

La contribución de la FAO a la respuesta a dicha emergencia se centra en asegurar que se aplique un enfoque global para proteger los sistemas de producción agrícola. Ello requiere la aplicación de buenas prácticas agrícolas a lo largo de la cadena alimentaria, para abordar de ese modo, el doble problema de la contaminación por elementos radioactivos y la transferencia de radionucleidos de los suelos y el agua contaminados a los cultivos y el ganado.

Las últimas actividades llevadas a cabo por la FAO y las que están en curso relacionadas con las consecuencias de la emergencia nuclear en Japón han ayudado a garantizar la difusión oportuna de conocimientos sobre contaminación radioactiva que afecta a la alimentación y la agricultura, incluyendo los mecanismos de dicha contaminación, información sobre el seguimiento de los alimentos y las restricciones alimentarias, la interpretación de normas (entre ellas las del Codex) relativas a la protección radiológica de la población y la consideración de contramedidas agrícolas y estrategias para remediar la situación.

La asistencia de la FAO para planificar medidas de emergencia y la respuesta a la situación de emergencia nuclear y radiológica se garantiza por medio del Marco de gestión de crisis para la cadena alimentaria (FCC). La FAO estableció dicho Marco a fin de mejorar la capacidad de la Organización para abordar las situaciones de emergencia en la cadena alimentaria de manera holística e interdisciplinaria, junto con la necesidad de fortalecer las asociaciones internas y externas, centrándose en toda la cadena alimentaria, es decir, la sanidad animal, la protección fitosanitaria, la inocuidad de los alimentos, y también la pesca y los bosques. Es fundamental aprovechar los conocimientos especializados de la FAO a través de todos los campos multidisciplinarios para examinar las contramedidas inmediatas que se han de adoptar en materia de alimentación y agricultura y a medio y a largo plazo tras un accidente nuclear.

La función de los laboratorios analíticos, entre los que figuran los Laboratorios de Biotecnología Agrícola de la FAO y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en Seibersdorg (Austria) por lo que respecta a la capacitación y la transferencia de tecnología, son también esenciales en el examen de la contaminación por radionucleidos de alimentos, plantas, suelo, agua y otros insumos agrícolas en la identificación de procesos y factores de gestión que reducirán los peligros derivados de la contaminación por radionucleidos.

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