Foro Global sobre Seguridad Alimentaria y Nutrición (Foro FSN)

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Fortalecimiento de los sistemas alimentarios urbanos y periurbanos para alcanzar la seguridad alimentaria y afianzar la nutrición en el contexto de la urbanización y la transformación rural

El Grupo de alto nivel de expertos en seguridad alimentaria y nutrición  (GANESAN) está elaborando el informe “Fortalecimiento de los sistemas alimentarios urbanos y periurbanos para alcanzar la seguridad alimentaria y afianzar la nutrición en el contexto de la urbanización y la transformación rural”, a petición del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA). El informe del GANESAN se presentará en el 52.º período de sesiones del CSA en octubre de 2024.

Con esta consulta electrónica, el GANESAN desea conocer su opinión sobre el alcance propuesto para este informe y las preguntas orientativas que figuran a continuación.

ALCANCE Y JUSTIFICACIÓN

Casi el 60 % de la población mundial vive actualmente en núcleos urbanos (ONU DAES, 2018; Acharya et al., 2020). En general, se consideran motores de crecimiento y empleo, donde se produce más del 80 % del producto interno bruto (PIB) mundial. Pero también se enfrentan a enormes desafíos para garantizar el acceso de todos sus residentes a servicios esenciales, como sanidad, educación, transporte y alimentación. La población urbana está aumentando rápidamente, con un incremento particularmente acusado en África y Asia. Por ejemplo, las 15 ciudades del mundo cuya población crece de forma más rápida se encuentran en África. Además de la urbanización, se ha producido una “disociación geográfica” (Langemeyer et al., 2021) entre las ciudades y el suministro de alimentos, debido a la reorientación del uso de la tierra urbana y periurbana en búsqueda de “mayores beneficios”. En este sentido, las ciudades y municipios están perdiendo con rapidez tierras agrícolas periurbanas, que históricamente les han proporcionado alimentos frescos y saludables. Las zonas urbanas también están sufriendo un mayor número de fenómenos meteorológicos extremos que afectan a los medios de vida e ingresos de su población, mientras aumentan las desigualdades entre sus habitantes (Pelling et al., 2021). Estas tendencias implican que las zonas urbanas y periurbanas también concentran riesgos para la inseguridad alimentaria y la malnutrición, tal y como se puso de manifiesto durante la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) (véase, por ejemplo, Rede PENSSAN, 2021), agravada por desastres naturales y conflictos. Al mismo tiempo, las zonas urbanas y periurbanas tienen múltiples recursos y sirven como centros para la educación, la tecnología y la innovación, los servicios sanitarios y sociales y la producción, elaboración y distribución de alimentos. Todas estas funciones se podrían potenciar.

A menudo, las relaciones económicas y comerciales informales en los sistemas alimentarios en zonas urbanas empobrecidas pueden ser fundamentales para la seguridad alimentaria, pero son ignoradas por políticas y regulaciones. Los sistemas alimentarios informales están formados por una red compleja de proveedores, transportistas, vendedores ambulantes, minoristas y vendedores de alimentos en la vía pública y en los mercados, además de los agricultores, y contribuyen a que los alimentos sean más accesibles y asequibles para los consumidores urbanos. Sin embargo, estos actores del sector informal dependen principalmente de sus propios recursos y capital, y cuentan con muy poco respaldo político para reforzar sus empresas y garantizar la calidad, como apoyo para el acceso a información sobre los mercados, transporte y logística, cadenas de frío o instalaciones de reutilización de residuos (Tefft et al., 2017). De hecho, en ausencia de una planificación específica de los sistemas alimentarios, la venta y el consumo de alimentos altamente procesados está creciendo en la mayoría de los centros urbanos, mientras que el comercio local ­—que ofrece alimentos saludables y frescos a precios asequibles, y a menudo en cantidades más pequeñas— queda relegado, contribuyendo a los denominados “desiertos alimentarios”. Estas tendencias suelen afectar a la seguridad alimentaria y la nutrición de forma negativa (Peyton, Moseley y Battersby, 2015; Battersby, 2017; Acharya et al., 2020).

Esta falta de coherencia en materia de políticas pone de relieve una falta general de coordinación entre las políticas y los actores relacionados con la seguridad alimentaria, la agricultura o el medio ambiente y la planificación urbana. Y se ve agravada por la escasez general de datos, análisis y evidencias empíricas a nivel urbano para fundamentar la toma de decisiones sobre políticas alimentarias urbanas y periurbanas. Es por ello que los responsables de formular las políticas tienen dificultades para planificar, priorizar, diseñar y realizar un seguimiento de las intervenciones en los sistemas alimentarios urbanos y periurbanos, así como para garantizar la coherencia entre políticas y sectores. Además, los gobiernos y otros órganos —como los sistemas de alerta temprana para casos de hambruna (FEWS, por sus siglas en inglés)— no han logrado que el seguimiento de la inseguridad alimentaria en zonas urbanas esté al mismo nivel que el de zonas rurales, limitándose a indicadores muy básicos como precios de los alimentos (Moseley, 2001; Krishnamurthy, Choularton y Kareiva, 2020).

Las ciudades pueden desempeñar un papel vital en la formulación de políticas de los sistemas alimentarios para reforzar su resiliencia de varias maneras. Pueden producir alimentos cultivados localmente o de forma regenerativa cuando proceda, facilitar la producción urbana y periurbana sostenible de alimentos nutritivos, evitar el desperdicio de alimentos aumentando la inversión en bioeconomía circular (definida en términos generales como una economía basada en el uso sostenible, la reutilización y la regeneración de los recursos naturales) y construir mercados inclusivos invirtiendo en infraestructuras para que pequeños comerciantes y minoristas puedan comercializar productos alimenticios más saludables. También pueden promover la resiliencia mitigando los efectos negativos del cambio climático y adaptándose a ellos (GANESAN, 2020; Heck y Alonso, 2021).

La agricultura urbana y periurbana es una opción importante, con efectos potencialmente positivos en la diversidad dietética, la calidad de los espacios urbanos, las acciones comunitarias, y el empoderamiento. Pero, en la mayoría de las ciudades —especialmente en el Sur del mundo— el apoyo estatal a la agricultura urbana y periurbana es limitado. Por el contrario, la regulación actual de las ciudades y el creciente valor de mercado de la tierra periurbana limitan las oportunidades para la producción local. Un estudio reciente de la FAO concluyó que los gobiernos municipales desempeñan un papel sumamente importante en la identificación y conexión de los actores de los sistemas alimentarios a fin de fomentar iniciativas innovadoras comunitarias que contribuyan a mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición (FAO, 2020). Por ejemplo, ante las dramáticas consecuencias de la pandemia, los huertos domésticos proporcionaron complementos alimenticios nutritivos y saludables y servicios ecosistémicos (Lal, 2020). Los mercados locales se multiplicaron, al igual que las iniciativas de productores familiares para entregar cestas de alimentos frescos a domicilio y las iniciativas de donación de alimentos a comunidades de bajos ingresos. Muchos habitantes de las zonas urbanas —en especial nuevos migrantes, personas sin papeles y trabajadores informales— se vieron obligados a acudir a bancos de alimentos y organizaciones benéficas, con gran detrimento de su dignidad y arbitrio (Rao et al., 2020). Estas experiencias ponen de relieve la importancia y el potencial de la dimensión territorial de los sistemas alimentarios para la realización del derecho humano a la alimentación (Recine et al., 2021).

Dada la importancia social y económica de las zonas urbanas, es imprescindible abordar los desafíos que plantea la urbanización en relación con la transformación rural, a fin de “reconstruir mejor” tras la pandemia de COVID-19 y las perturbaciones de las cadenas de suministro causadas por la guerra en Ucrania, los conflictos internos y los desastres naturales. Es de vital importancia que las políticas aborden la pobreza y la desigualdad, fomenten la resiliencia y la inclusión social y promuevan medios de vida sostenibles. Las necesidades específicas de los diversos contextos rurales y urbanos, la diferencia entre los distintos tipos de zonas urbanas (p. ej. megaciudades y municipios en zonas mayoritariamente rurales) y los vínculos entre ellas en zonas rurales y urbanas deberían tenerse en cuenta a la hora de formular políticas alimentarias. Por ejemplo, la Nueva Agenda Urbana insta a integrar la seguridad alimentaria y nutricional en la planificación urbana y territorial (ONU-Hábitat, 2016). El informe también podría examinar cuestiones específicas relacionadas con la seguridad alimentaria y la nutrición a las que se enfrentan las ciudades en situaciones de conflicto, desastres naturales y otras crisis, en especial cuando dependen de alimentos importados y son vulnerables la volatilidad de los precios.

Es necesario un análisis más profundo de los sistemas alimentarios en el contexto de la urbanización y la transformación rural para garantizar la realización del derecho a la seguridad alimentaria y nutricional en sus seis dimensiones (GANESAN, 2020). En particular, el informe podría investigar el potencial de los mercados territoriales e informales, la economía circular y las cadenas de suministro más cortas para reforzar los vínculos entre la producción y el consumo de alimentos urbanos y periurbanos. El papel de los entornos alimentarios en zonas urbanas es especialmente importante, dada la coexistencia de la distribución organizada (supermercados) y los mercados territoriales e informales, y los efectos negativos de la proliferación de supermercados, que relegan a los establecimientos minoristas de venta de alimentos pequeños y/o informales (Peyton et al. 2015). Es por ello que, algunas partes de las ciudades a menudo las más pobres se han convertido en “desiertos alimentarios” sin apenas productos frescos y saludables. Esto afecta a las dietas urbanas, que ya se caracterizan por dar mayor prioridad a alimentos procesados y precocinados. Además, los centros urbanos y sobre todo las zonas de asentamientos informales se suelen caracterizar por la falta de infraestructuras básicas como el acceso a agua potable y aguas residuales. Por tanto, es necesario prestar atención específica a las necesidades de agua y saneamiento en relación con la utilización de alimentos en zonas urbanas y periurbanas.

Al mismo tiempo, en las zonas urbanas y periurbanas albergan hay innovaciones interesantes para la producción, transformación y distribución de alimentos como huertos verticales, grupos de compra ética e innovaciones de comercialización, que podrían reproducirse en otros contextos. Para reforzar el papel de los sistemas alimentarios urbanos y periurbanos, es fundamental reflexionar sobre la estructura de la gobernanza de la seguridad alimentaria y la nutrición. Y en especial sobre cómo los ayuntamientos, los expertos en planificación urbana y otros asociados pueden colaborar con actores tradicionalmente involucrados en los sistemas alimentarios y las políticas de seguridad alimentaria y nutrición para potenciar las sinergias. Algunas de las medidas en materia de políticas que se han recomendado en los últimos años para reforzar el papel de los sistemas alimentarios urbanos y periurbanos están relacionadas con la promoción del acceso equitativo a la tierra y los recursos agrícolas productivos para los pequeños productores; la inversión en infraestructuras rurales y urbana; el desarrollo de mercados territoriales y cadenas de suministro cortas; la priorización de la población en situación de pobreza en ciudades y zonas rurales para pueda acceder a alimentos nutritivos y condiciones de vida más saludables; y la anticipación al futuro interconectado de la urbanización y la transformación rural (GANESAN, 2020; Heck y Alonso, 2021).

Sobre la base de los resultados del Grupo de trabajo de composición abierta del CSA sobre urbanización, transformación rural e implicaciones para la seguridad alimentaria y la nutrición (CFS 2017/44/6 y CFS 2016/43/11), la bibliografía reciente y los debates sobre políticas, el informe examinará estas cuestiones y formulará recomendaciones sobre políticas para el CSA.

PREGUNTAS PARA ORIENTAR LA CONSULTA ELECTRÓNICA SOBRE EL ALCANCE DEL INFORME DEL GANESAN

El GANESAN desea conocer su opinión sobre el alcance propuesto del informe “Fortalecimiento de los sistemas alimentarios urbanos y periurbanos para alcanzar la seguridad alimentaria y afianzar la nutrición en el contexto de la urbanización y la transformación rural”. En particular, les invita a:

A

Compartir sus comentarios sobre los objetivos y el contenido propuesto de este informe. ¿Considera que el alcance propuesto es suficientemente amplio para analizar y debatir las cuestiones fundamentales relacionadas con el papel de los sistemas alimentarios urbanos y periurbanos en el logro de la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición? ¿Hay alguna laguna u omisión importante?

B

Compartir buenas prácticas y experiencias exitosas sobre el fortalecimiento de los sistemas alimentarios urbanos y periurbanos en el contexto de la urbanización y la transformación rural, incluidos casos de emergencias o conflictos.

C

Compartir bibliografía, estudios de casos y datos recientes que puedan ayudar a responder a las siguientes preguntas:

1.            ¿Cuáles son los principales obstáculos que dificultan la contribución de los sistemas alimentarios urbanos y periurbanos a la seguridad alimentaria y la nutrición?

2.            ¿Cómo se pueden transformar los sistemas alimentarios urbanos y periurbanos de forma que sean más equitativos y accesibles, tanto para sus actores como en términos de los resultados en materia de seguridad alimentaria y nutrición?

3.            ¿Cómo se puede reforzar la resiliencia de las cadenas urbanas de suministro de alimentos —formales e informales, locales y mundiales— a fin de garantizar la seguridad alimentaria y la nutrición en entornos urbanos?

4.            ¿Qué se debe cambiar en la planificación urbana para proporcionar mejor apoyo a todas las dimensiones de la seguridad alimentaria, incluido el apoyo a los derechos humanos, el arbitrio y la sostenibilidad? ¿Cuáles son algunas de las medidas que pueden fortalecer el arbitrio de los actores locales en los sistemas alimentarios urbanos y periurbanos? 

5.            ¿Cómo pueden los gobiernos nacionales y municipales fomentar ciudades y pueblos con bajas emisiones de carbono, inclusivos, relativamente autosuficientes y resilientes, a fin de impulsar la mejora de la seguridad alimentaria y la nutrición a raíz del cambio climático y otras crisis?

6.            ¿Cuáles son las políticas más apropiadas (y las lagunas en las políticas ya existentes) en zonas urbanas y rurales para abordar cuestiones relativas a la tenencia de la tierra, la expansión urbana en tierras agrícolas y la creciente competencia por los recursos naturales?

7.            ¿Cómo pueden los sistemas alimentarios urbanos y periurbanos garantizar que se satisfacen las necesidades alimentarias y nutricionales de grupos específicos de personas, como migrantes, desplazados internos, niños, adolescentes, etc.?

8.            ¿Cuáles son los posibles beneficios y desafíos de los mercados territoriales para el fortalecimiento de la seguridad alimentaria y la nutrición de las poblaciones urbanas?

9.            ¿De qué forma puede generar beneficios climáticos secundarios para todos y reforzar la resiliencia al cambio climático la incorporación de prácticas de agricultura resiliente al clima y economía circular?

10.         ¿Cómo se puede involucrar y empoderar a la ciudadanía a fin de impulsar procesos inclusivos, transparentes y participativos para las transformaciones urbanas, velando por las sinergias y complementariedad con los ayuntamientos?

11.         ¿Qué experiencias de comunidades urbanas para aumentar el acceso a alimentos frescos y dietas saludables pueden inspirar políticas públicas más amplias?

EL GANESAN utilizará los resultados de esta consulta para elaborar el borrador cero del informe y realizar una nueva consulta electrónica. Posteriormente será revisado por pares y se presentará al equipo de redacción y al Comité Directivo del GANESAN para su finalización y aprobación.

Les agradecemos de antemano sus comentarios y contribuciones sobre el alcance de este informe del GANESAN. Los comentarios son bienvenidos en los idiomas inglés, francés y español.

¡El HLPE-FSN espera una consulta rica!

Évariste Nicolétis, Coordinador del GANESAN-FSN

Paola Termine, oficial de programas del GANESAN-FSN

 


BIBLIOGRAFÍA

Acharya, G. Cassou, E. Jaffee, S., Ludher, E.K. 2020. RICH Food, Smart City: How Building Reliable, Inclusive, Competitive, and Healthy Food Systems is Smart Policy for Urban Asia. Washington, DC, World Bank. https://openknowledge.worldbank.org/handle/10986/35137   

Battersby, J. 2017. Food system transformation in the absence of food system planning: the case of supermarket and shopping mall retail expansion in Cape Town, South Africa. Built Environment, 43(3): 417-430.

FAO. 2020. Ciudades y gobiernos locales a la vanguardia en la construcción de sistemas alimentarios inclusivos y resilientes: Principales resultados de la encuesta de la FAO "Sistemas alimentarios urbanos y COVID-19". Roma.

Heck, S. & Alonso, S. 2021. Resilient Cities Through Sustainable Urban and Peri-Urban Agrifood Systems. Montpellier, France, CGIAR. Resilient-Cities.pdf (storage.googleapis.com)

GANESAN. 2020. Seguridad alimentaria y nutrición: elaborar una descripción global de cara a 2030. Un

informe del Grupo de alto nivel de expertos en seguridad alimentaria y nutrición del Comité de

Seguridad Alimentaria Mundial, Roma. https://www.fao.org/3/ca9731es/ca9731es.pdf

Krishnamurthy, P. K., Choularton, R. J., & Kareiva, P. 2020. Dealing with uncertainty in famine predictions: How complex events affect food security early warning skill in the Greater Horn of Africa. Global Food Security, 26: 100374.

Lal, R. 2020. Home gardening and urban agriculture for advancing food and nutritional security in response to the COVID-19 pandemic. Food Security, 12: 871-876. https://link.springer.com/article/10.1007/s12571-020-01058-3

Langemeyer, J., Madrid-López, C., Mendoza Beltrán, A. & Villalba Mendez, G. 2021. Urban agriculture — A necessary pathway towards urban resilience and global sustainability? Landscape and Urban Planning, 210: 104055. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0169204621000189

Moseley, W. G. 2001. Monitoring urban food security in Sub-Saharan Africa. African Geographical Review, 21(1): 81-90.

Pelling, M., Chow, W. T. L., Chu, E., Dawson, R., Dodman, D., Fraser, A., Hayward, B. et al. 2021. A climate resilience research renewal agenda: learning lessons from the COVID-19 pandemic for urban climate resilience. Climate and Development, 0(0): 1–8. https://doi.org/10.1080/17565529.2021.1956411

Peyton, S., Moseley, W. & Battersby, J. 2015. Implications of supermarket expansion on urban food security in Cape Town, South Africa. African Geographical Review, 34(1): 36-54.

Rao, N., Narain, N., Chakraborty, S., Bhanjdeo, A. & Pattnaik, A. 2020. Destinations Matter: Social Policy and Migrant Workers in the Times of Covid. The European Journal of Development Research, 32(5): 1639–1661. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7590571/

Recine, E., Preiss, P.V., Valencia, M. et al. 2021. The Indispensable Territorial Dimension of Food Supply: A View from Brazil During the COVID-19 Pandemic. Development, 64: 282–287. https://doi.org/10.1057/s41301-021-00308-x    

Rede Brasileira de Pesquisa em Soberania e Segurança Alimentar (Rede PENSSAN). 2021. VIGISAN National Survey of Food Insecurity in the Context of the Covid-19 Pandemic in Brazil https://olheparaafome.com.br/VIGISAN_AF_National_Survey_of_Food_Insecurity.pdf

Tefft, J., Jonasova, M., Adjao, R. & Morgan, A. 2017. Food systems for an urbanizing world. Washington DC, World Bank and Rome, FAO.

UNDESA (UN Department of Economic and Social Affairs). 2018. 2018 Revision of World Urbanization Prospects. New York. Cited June 2022. https://desapublications.un.org/file/615/download

ONU-Hábitat (Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos). 2016. The New Urban Agenda. Nairobi. https://unhabitat.org/sites/default/files/2021/10/nueva-agenda-urbana-ilustrada.pdf

 

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I am in complete agreement with this proposal for which I have been seeking support for several years.
 
The threat to Urban Food Supply chain in urban Nigeria during the COVID 19 Pandemic  was very severe. It has been exacerbated post covid by the devastating flood of 2022. The food security situation and resultant food inflation is likely to worsen in 2023. I want to believe that the Nigeria situation is similar in most sub-sahara Africa. Therefore this consultation coming out of FAO is a most  wecome development. I empathise with the objectives and goals expressed and look forward to its full enunciation and implementation. I am available to be part of its further development and implementation.
 
Finally, to add that I have a draft CONCEPT NOTE on the subject matter for which I am seeking collaboration, partnership and funding. Perhaps, I have not been looking in the right places I am most willing to share this draft document with the coordinators of this CONSULTATION, others and institutions that may be interested.
 
Warm regards,
Prof. Johnson A. Ekpere
Retired Professor, Agricultural Extension Administration,
University of Ibadan, Ibadan, Nigeria

El artículo aborda algunos de los temas centrales de los sistemas de abastecimiento de alimentos a las grandes ciudades. Desde mi punto de vista hay cuatro temas claves a considerar:

Como señala esta introducción muchas veces el acceso a los alimentos se apoya sobre redes informales de abastecimiento. Esto trae aparejado opacidad de información, falta de comprensión de las políticas que muchas veces contribuyen a empujarlas más hacia los márgenes normativos y espaciales. Sesgo en los medios, políticas y bibliografía especializada que la asocia con la ilegalidad. Sobre bibliografía que trabaja casos de América Latina y Argentina:

  • Grenoville. S; Bruno, M. y Radeljak, F. (2022). Informalidad en los mercados mayoristas frutihortícolas del Área Metropolitana de Buenos Aires: el caso de la colectividad boliviana de Escobar, en Agronomía & Ambiente , 42 (2) 31-44
  • Bruno, M.; Radeljak, F.; Cittadini, E. y Grenoville. S (2022). Los mercados mayoristas frutihortícolas del Área Metropolitana de Buenos Aires: caracterización y análisis desde el concepto de soberanía alimentaria. Párrafos Geográficos, 21 (1)

El segundo aspecto central se relaciona con una gobernanza alimentaria desarticulada. En grandes núcleos urbanos suelen intervenir distintas jurisdicciones (gobiernos nacionales, provinciales y municipales o departamentales) que muchas veces compiten por los recursos, o se solapan en las acciones. Mientras las decisiones sobre habilitaciones las toma el gobierno local, la responsabilidad sobre comercialización, calidad e inocuidad reacaen en organismos nacionales. La falta de coordinación dificulta la planificación y el ordenamiento territorial. Sobre bibliografía sobre esta problemática se sugiere:

  • Grenoville, S.; Le Gall, J; Noel, J. (2021), Retos para la justicia y soberanía alimentaria en las Américas desde la comercialización de alimentos locales y la agricultura familiar, en Distribución, comercialización y acceso a alimentos de calidad en América Latina, Buenos Aires, Ediciones INTA, 22 pg., ISBN 978-987-8333-77-9 (digital)
  • Pérez Martín, J. y Barsky, A. (2021). La planificación del abastecimiento alimentario a la gran ciudad: Marchas y contramarchas del Mercado Central de Buenos Aires (1960-2019). Mundo Agrario, 22(50), e172. https://doi.org/10.24215/15155994e172

El tercer aspecto clave a abordar en una política integral se refiere a las pérdidas y desperdicios de alimentos. Cadenas de abastecimiento excesivamente largas implican mayores riesgos de pérdidas y desperdicios de alimentos que en definitiva impactan en los eslabones más débiles: típicamente los productores por pérdida de rentabilidad y en los consumidores por aumento de los precios y consecuentemente inseguridad alimentaria.

  •      Bruno, M.; Cittadini, E., y Grenoville, S. (2023). Dinámica de la generación de residuos sólidos y desperdicio de alimentos en los mercados concentradores de frutas y verduras del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA): el caso del Mercado de Pilar. Siembra, 10(1), e4201. https://doi.org/10.29166/siembra.v10i1.4201
  • Bruno, M.; Grenoville, S. y Cittadini, E. (2020), Conceptos y estrategias de gestión de los residuos sólidos orgánicos en los mercados frutihortícolas, en Horticultura Argentina 39 (99): May. - Ago. 2020. ISSN de la edición on line 1851-9342, Recibido: 07/02/2020 Aceptado: 03/08/20

Por último y en concordancia con la introducción propuesta considero que queda un largo camino por recorrer en el fortalecimiento y multiplicación de canales complementarios de comercialización con sentido inclusivo y equitativo en el acceso que privilegien la seguridad alimentaria. Herramientas de fortalecimiento de canales complementarios que están llamadas a jugar un rol central son las compras públicas, huertas urbanas, multiplicación de los espacios de comercialización de alimentos frescos y de calidad, apertura de espacios de comercialización en barrios vulnerables. El estado necesita abastecerse y abastececer múltiples instituciones que alimentan a la población (hospitales, escuelas, seguridad social, comedores comunitarios) esto implica una herramienta de desarrollo de capacidades muy potente que tiene que ser utilizado con un sentido redistributivo, inclusivo y equitativo. Análisis de casos de distintas experiencias de américa latina se abordan en la siguiente compilación:

  •      Grenoville, S.; Le Gall, J; Noel, J. (2021), Distribución, comercialización y acceso a alimentos de calidad en América Latina, Buenos Aires, Ediciones INTA, 178 pg., ISBN 978-987-8333-77-9 (digital)

 

Muy interesante el artículo y felicitaciones por la iniciativa. Es un aporte muy necesario.

 

Prof. Allah Ditta

Shaheed Benazir Bhutto University Sheringal, Dir upper, Khyber pakhtunkhwa
Pakistán

I would like to comment to the "In what ways can the incorporation of climate-resilient agricultural and circular economy practices in urban and peri-urban agriculture provide climate co-benefits for all and enhance climate resilience?"

We should adopt the integrated use of organic, inorganic, and biofertilizers which will reduce farmers' dependence on sole chemical fertilizers and culminate emissions from their production. The integrated use has been found successful in ameliorating the stresses caused by different climate change calamities like drought, salt, and heavy metals. Moreover, we can focus on the production of bio-organic fertilizers which not only enhance the productivity of crops through enhanced availability of nutrients but also contribute to cutting the use of chemical fertilizers. For further information, please consult my following papers:

http://dx.doi.org/10.5772/62473;

https://doi.org/10.1111/jac.12502

https://doi.org/10.1080/00103624.2018.1538374

Évariste Nicolétis, who is the co-facilitator of this consultation and the Coordinator of the HLPE-FSN Secretariat, welcomes your suggestions:

The HLPE-FSN is working to address the many issues facing both policymakers and food and nutrition practitioners alike, and your valuable insights are fundamental in our working process, to ensure legitimacy and scientific quality. Likewise, we look for the incorporation of diverse forms of knowledge and expertise, to make sure that global policymaking for food security and nutrition is based not only upon science but also to diverse forms of knowledge.

In addition to the suggestions mentioned in the consultation and the comments, it would be pertinent to address food safety concerns, specifically, those arising from sanitation crises, particularly in low-resource settings.



In numerous urban centres, farmers operating in urban and peri-urban areas resort to using contaminated water to irrigate perishable vegetables, especially leafy greens, that are consumed raw. While urban and peri-urban farming provides many benefits, urbanisation and climate change exacerbate the pollution of urban water resources. The consumption of raw contaminated food is a major threat to public health (https://doi.org/10.1371/journal.pone.0234364)

Promoting and supporting the implementation of food safety and hygiene practices across food systems can help address this issue, but it intersects with several of the issues raised in other contributions, such as governance, urban planning, and land tenure insecurity (https://doi.org/10.3390/w14060864).

Livestock water productivity is a critical aspect of contributing to the urban and per-urban food market, yet water for animal production comes as after-thoughts in the development planning in some countries. The Savannah areas are the best livestock production areas, yet naturally suffer water stress due partly to high evaporative demand. Considering the competing needs for water in the dryland areas (domestic, crop, livestock), the tendency is to put livestock water at the bottom of the list. Meat and other animal products as milk, contribute largely to the household nutrition. This could only function well if there is the deliberate provision of water for animal production. 

This concept note has fundamental principles that helps in the management of crises affecting the food systems in urban and peri-urban. It's therefore noted that the objectives observed herein should intend to inform, structure and sensitise the general public on popularising the increase of food production initiatives so as to achieve SDGs 2030 Agenda.

Public-private partnership brings on board investment that accelerate positive development in designing for production, infrastructure to marketing and consumption of nutritious food. Therefore, governments, FAO, donors and Civil Society have a greater role in ensuring farmers have access to resources and know-how on how to arrest the trend of food insecurity in urban and pre-urban. Media and scientists also play a major role in highlighting the weather patterns for the farmers, for proper planning and preparation.
 
Lack of knowledge among farmers contributes to low food production, less income and poor diet. While, the increase of Food systems education therefore, can be done through capacity building of the urban farmers while safe guarding some traditional knowledge practices that produces quality foods in quantity.
 
Trade Barriers around the bounders must be removed to enable food chains to be successful. Lastly, proper drainage in urban centres will help increase food productivity

 
warm regards



Mr. KIPLANGAT Peter

Former UN Fellow & Executive Director

Ecosystem Social Economic Development Organisation

A.  Do you find the proposed scope comprehensive to analyze and discuss the key issues concerning the role of urban and peri-urban food systems in achieving food security and nutrition? Are there any major gaps or omissions?

The Food Foundation is an independent think tank working to address challenges in the food system in the interests of the UK public. We believe major food transformations to the food system are needed to ensure we have a just and sustainable food system that can deliver healthy diets for all. We are policy entrepreneurs who provide innovative and creative ways to generate demand for new and better public and private sector policy and practice. We also provide clear analysis of the problems caused by the food system and the role of policy and practice in addressing these. 

The current report scope provides an extensive overview of the challenges faced by urban and peri-urban food systems, emphasizing the importance of addressing food security, nutrition, and sustainable development in urban contexts. The analysis also considers the role of informal markets, and innovations in addressing these challenges. However, there are a few areas where the report could be expanded to provide a more comprehensive understanding of the issues at hand:

Governance and Multi-Stakeholder Collaboration: The report could further elaborate on the importance of governance and multi-stakeholder collaboration in achieving food security and nutrition in urban and peri-urban areas. This includes discussing the role of local and national governments and private sector retailers and food businesses but also investigates importance of national and international food system learning exchanges and alliances facilitated through the civil society organizations and anchor institutions.  

Public Health and Nutrition Education: The report could explore the role of public health policy and nutrition education in promoting healthy food choices, especially in the context of urban food environments. This includes the need for targeted interventions in schools, workplaces, and communities, as well as the role of public policies, such as food labelling and advertising regulations.

Incorporating diverse perspectives: The report could delve into the roles of citizens whose voices are seldom heard. This could include experience of children and young people of different ages, multi-generational migrant communities, older people living at home and in sheltered accommodation, people with mental health and physical conditions, LGBTQ+ individuals and vulnerably housed/homeless people. Incorporating these perspectives will ensure that policies are inclusive and targeted to specific groups.   

Financing Mechanisms: Finally, the report could consider the role of innovative financing mechanisms in supporting urban and peri-urban food systems. This may involve analysing public and private investment options, as well as discussing the potential for blended finance models, impact investing, and other financial tools that can mobilize resources for food security and nutrition initiatives.

B. Share good practices and successful experiences on strengthening urban and peri-urban food systems in the context of urbanization and rural transformation, including in the case of emergencies or conflicts.

Food Cities 2022

Food Foundation’s initiative Food Cities 2022 was a comprehensive program that brought together local and national governments, private sector entities, civil society organizations, and community members to address food security, nutrition, and sustainable development challenges in urban and peri-urban settings. As such it is as an example of a successful initiative that demonstrates the potential for positive impact through multi-sectoral collaboration, innovative approaches, and a strong focus on local context.

Some key elements of the Food Cities 2022 initiative that could be highlighted in the report include:

  1. Multi-Stakeholder Collaboration: Food Cities 2022 exemplified the importance of engaging various stakeholders in the planning, implementation, and monitoring of food security and nutrition interventions. The initiative facilitated collaboration between actors from different sectors, fostering synergies and ensuring that diverse perspectives and expertise were harnessed to achieve common goals.
  2. Localization of the Global Agenda: Food Cities 2022 demonstrated how global frameworks, such as the Sustainable Development Goals, can be translated into concrete actions at the local level. The initiative supported the development of context-specific strategies and policies that addressed the unique challenges and opportunities faced by participating cities, ensuring that global goals were tailored to local realities.
  3. Capacity Building and Knowledge Exchange: Food Cities 2022 placed a strong emphasis on building the capacities of local stakeholders and facilitating knowledge exchange between cities. The initiative provided training, resources, and technical assistance to support the design and implementation of effective food security and nutrition interventions, while also creating opportunities for cities to learn from one another's experiences and best practices.
  4. Monitoring and Evaluation: Food Cities 2022 incorporated standardised monitoring and evaluation mechanisms through online survey to assess cities needs and to track their progress since joining. This allowed for more streamlined impact reporting and to support funding applications.

BINDI: A “Food Smart City” initiative and learning partnership

The Food Foundation also facilitated a learning partnership between Birmingham, UK and Pune, India which involved the development of policies and practices as part of a “Food Smart City” initiative. Our definition of a ‘'Nutrition Smart City'' is one that uses data and technology to change the way that food is produced, processed, distributed and consumed. It considers food quality and equitable access, disrupting food systems that are not sustainable or that contribute to food insecurity and malnutrition.

Learnings from the initiative have been captured in two reports:

BINDI - Lessons Learnt 1 - 2019

BINDI - Lessons Learnt 2 - 2021

We also produced a Case Study Report of other smart food and nutrition initiatives which have taken place elsewhere to inspire the local authorities in Birmingham and Pune.  

We hope that these suggestions will be valuable in refining the report's scope to provide a comprehensive analysis of the key issues concerning urban and peri-urban food systems. We look forward to further engaging with the consultation process.