Base de Datos Género y Derecho a la Tierra

Cuba

La población total en 2007 se estimaba 11 237 916 habitantes, de los cuales 24,5 por ciento correspondía a la población rural (11). El número de mujeres era 50 por ciento de la población total , mientras que de la población total rural las mujeres representaban 47,2 por ciento (11). La densidad de la población en 2005 fue de 102 habitantes por Km2 (3).

El Producto Interno Bruto (PIB) estimado en 2008 era de 54,71 mil millones  de USD –a precios corrientes del 2008 y usando el tipo de cambio oficial (12). La participación de los distintos sectores al PIB fue 4.4 por ciento del sector agricultura, 22,8 por ciento de la industria y 72,8 por ciento del sector servicios (11). El Producto Interno Bruto (PIB) per capita –a precios corrientes de 2000- fue en 2006 4 187 USD siendo el PIB per capita de la población agrícola 1 140 de USD (13). En 2006, las importaciones agrícolas representaron 14,2 por ciento de las importaciones totales, mientras las exportaciones representaron 13,7 por ciento de las exportaciones totales (13).

En 2007, el índice de desarrollo humano fue 0,863, lo que ubica a Cuba en el lugar 51 de 182 países con datos (14). Los indicadores sociales no reflejan desempleo ni pobreza absoluta (1). Durante el período 2002-04 la población por debajo del nivel mínimo de consumo de energía alimentaria tuvo un rango inferior al 2,5 por ciento de la población. El índice de analfabetismo de la población mayor de 15 años en el 2005 fue del 2,7 por ciento de los cuales las mujeres tuvieron una participación del 2,8 por ciento. La tasa de fecundidad era de 1,6 por ciento. La esperanza de vida al nacer en 2004 era de 75,3 años para los hombres y de 79,1 años para las mujeres (2). La población rural con acceso a abastecimiento de agua potable en el sector rural se mantuvo estable con un 78 por ciento entre los años  1995 a 2004, la población con acceso a  servicios de saneamiento en el sector rural en el mismo periodo de tiempo representaba un 95 por ciento (2).

La Población Económicamente Activa (PEA) en 2005 representaba 51,4% de la población (2). La tasa de participación en la actividad económica de la mujer fue del 37,2  por ciento, comparada con la del hombre que fue del 65,8 por ciento (2). La participacion de la mujer en los cargos directivos del Partido Comunista de Cuba es de 16 por ciento en el Comité Central, 23 por ciento en los comités provinciales y 22  en los municipales.  A pesar de que la  presencia femenina disminuye a medida que avanza la jerarquía del cargo, 24 por ciento  forma parte del Comité Nacional, vale anotar que 50,5 de los dirigentes de las secciones sindicales en la Central de Trabajadores de Cuba son mujeres (4). La  mujer rural desarrolla actividades como productora individual, colabora con el marido y se dedica a las tareas del hogar. En 1980, 68,1 por ciento de las mujeres rurales trabajaron en el sector de servicios mientras que 10,4 por ciento de ellas lo hizo en sector agropecuario. En 1988, las campesinas constituían 13 por ciento de los productores individuales, 21 por ciento de los cooperativistas y 24 por ciento de los trabajadores agropecuarios (4). En 1989 las mujeres que trabajaban en el sector rural representaban el 24 por ciento del total de la población (5).

En 1959, la reforma agraria cubana fue el resultado de una transformación política, económica y cultural de gran envergadura. Las leyes agrarias y las normativas presentes en los Códigos, tanto Civil como de Familia, establecen clara y abiertamente la igualdad absoluta de derechos y responsabilidades para ambos sexos. Esta situación de paridad jurídica en teoría debería haber garantizado el acceso de la mujer a la tierra. Sin embargo, las mujeres que poseen tierras o que participan en las cooperativas aún son pocas, y todavía menos, aquellas que logran ocupar cargos directivos en estos organismos (4). Según datos del Comité Estatal de Estadísticas, en el año 1988, las campesinas cubanas integraban el 21 por ciento de los cooperativistas, siendo muy pocas las que logran ocupar cargos directivos en esos organismos (6). En 1963, con la segunda ley de reforma agraria se establece la parcelación a favor de  colectivos y trabajadores, con la cual se benefician 260 000 habitantes, representado 70 por ciento de los hogares rurales (4). Si bien la reforma agraria benefició más a los hombres jefes de hogar, se destaca la apertura de las cooperativas hacia todos los miembros adultos de la familia. (7). A partir de los años noventa, al reducirse el sector estatal y surgir un sistema mixto colectivo-cooperativista cambia la estructura de la tenencia de la tierra y la forma de organización de la producción en Cuba. El sector  estatal concentraba en su poder 82,6 por ciento de la superficie total del país, en1992 este porcentaje disminuyó a un 54,5 por ciento (4).

Durante la década de los noventa  la agricultura se descentralizó al parcelarse extensas granjas estatales. Cerca del 52 por ciento de las tierras pasaron en usufructo gratuito e indefinido, a estructuras empresariales de los Ministerios de Agricultura y del Azúcar formando 1 480 Unidades Básicas de Producción Cooperativa -UBPC, cada una con un tamaño promedio de 966 hectáreas. 

Las UBPC agrupan a trabajadores/as agrícolas  que cuentan con instituciones rurales de apoyo y servicios sociales gratuitos y accesibles. La producción se destina, en parte al autoconsumo, otra parte se vende al Estado, y el excedente se comercializa en los mercados.  Las UBPCs han representado una fuente significativa de trabajo para la mujer. El 13,6 por ciento de las personas que se han incorporado a las UBPC de la esfera agropecuaria y el 11,2 por ciento de las UBPC cañeras son mujeres, la proporción de mujeres en el conjunto de trabajadores varió del 17 por ciento en 1993 al 20 por ciento en 1995 (4).

Fuentes: los números entre paréntesis (*) se refieren a las fuentes que están en la sección de Bibliografía