Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM)

Sistema chakra andina de las comunidades Kichwas Cotacachi

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Importancia mundial

Los conocimientos y tecnologías utilizadas por los agricultores han permitido la conservación de una amplia agrobiodiversidad, a partir del manejo y reproducción de semillas nativas y de adaptaciones varietales de los bosques o de otros pisos agroclimáticos. Estas prácticas han sido trasmitidas de generación en generación, y en cada generación la observación ha permitido la innovación creando conocimientos y prácticas adaptadas a la chakr y el piso bioclimático. De esta manera se observan prácticas funcionales para el manejo ecológico del suelo, agua, cultivos y crianzas, que son claves para la sostenibilidad del ecosistema.

Desde su origen ancestral, y considerando la cosmovisión agrocéntrica de las comunidades andinas, la chakra es el centro del desarrollo de la vida, considerandose un lugar de crianza material y simbólica para las familias y comunidades quichuas. La producción de la chakra se orienta principalmente al auto-abastecimiento de productos alimenticios y medicinales, también se emplean para las necesidades de habitabilidad básica como la vivienda y con fines de festividad y rituales tanto familiares como para la comunidad. En general, los productos de la chakra se destinan al desarrollo de los medios de vida de la gran mayoría de la población rural de Cotacachi.

El área andina comprende cuatro zonas agroecológicas que incluyen una variedad de ecosistemas más la reserva ecológica Cotacachi - Cayapas. Se dividen por altura en dos grandes zonas: el páramo (superior a los 3.000 msnm) y las tierras andinas de cultivos (2.300 a 3.000 msnm). Esta zona andina se divide a su vez en: zona de cereales (2.700 a 3.000 msnm), la zona del maíz (2.500 a 2.700 msnm) y la zona de cultivos de ciclo corto espaciados (2.300 a 2.500). Estas sub-zonas se diferencian en términos de pluviosidad, suelos, vegetación y cultivos.

Este contexto biofísico ha sido interpretado por las poblaciones andinas ecuatorianas, generando un sistema de adaptación y producción que podría ser caracterizado por:

  • El máximo aprovechamiento de los pisos ecológicos, de los climas y microclimas;
  • La complementariedad de los mismos;
  • El desarrollo de redes de intercambio de productos activas y variadas;
  • La existencia de fuertes mecanismos de cohesión comunitaria.

Seguridad alimentaria y de medios de vida

En los los predios de los agricultores campesinos e indígenas de las comunidades de la zona se han contabilizado hasta 172 especies de plantas alimenticias, medicinales, forrajeras, forestales, ornamentales, de uso ritual, y otros. De las especies encontradas al menos el 52% corresponden a cultivos alimentarios. Para uso medicinal se han registrado alrededor de 84 especies. Estos aspectos reflejan un importante aspecto del alto valor y trascendencia de la chakra en la vida familiar y comunitaria.

La producción en las chakras está principalmente dirigida a garantizar una alimentación sana y diversificada, es por ello que el 50% de la producción promedio se destina al consumo familiar y los excedentes a la comercialización. La producción se distribuye comercialmente a través de diferentes Circuitos Alternativos de Comercialización Local como son las ferias campesinas, el abastecimiento de raciones de alimentación escolar, las tiendas especializadas y restaurantes, y la transformación del producto facilitando la agregación de valor. Hoy en día, el énfasis se sitúa en identificar oportunidades de mercado para la diversidad de productos de la chakra como son la elaboración y entrega de alimentos preparados, servicios de restaurantes, agroturismo, guías educativas, entre otras.

La diversidad gastronómica del territorio andino de Cotacachi, a partir de su sistema productivo chakra andina, ha sido sumamente importante para la dieta familiar y regional. Se han llegado a identificar alrededor de 300 elaboraciones gastronómicas como parte del patrimonio alimentario del territorio de Cotacachi, en gran medida dependientes del cultivo de maíz, pero enriquecido con toda la variedad de frutos y crianzas de la chakra.

Agrobiodiversidad

Cotacachi es considerado como un microcentro de diversidad agrícola, por la gran variedad de cultivos tradicionales que posee, como maíz, fréjol, ají, zambo, zapallos y algunos frutales alto-andinos. De las 172 especies y variedades que se cultivan y se cuidan en las chakras campesinas y sus entornos, el maíz es el más reconocido. Es este el cultivo central en las  chakras andinas, y Cotacachi destaca por poseer una gran diversidad de variedades de maíz, pues se han identificado 11 razas de las 29 existentes en el país.

La chakra de una familia representa un laboratorio de experimentación e intercambio, un espacio de conservación in situ de semillas y un espacio altamente productivo en términos de diversidad y abastecimiento de alimentos, al tiempo que un espacio para la innovación. Un elemento central en el manejo de las chakras son las semillas y los distintos mecanismos de selección, conservación y reproducción de semillas de variedades tradicionales de plantas nativas. Estas llegan a considerarse y, por lo tanto, protegerse como elementos integrales del patrimonio cultural del pueblo y del paisaje de Cotacachi.

Sistemas de conocimientos locales y tradicionales

Alrededor de la chakra andina y las relaciones que en ella se desarrollan, existen conocimientos heredados específicos y muy detallados sobre las constelaciones, las plantas y animales, los hongos, el agua, el suelo,  los paisajes y la vegetación, etc. La adaptación y desarrollo de estos conocimientos, han debido responder a la necesidad de aprovecharse de los pisos ecológicos, de los climas y microclimas para promover la complementariedad de los mismos y garantizar la seguridad alimentaria de la comunidad como la sostenibilidad de las zonas de producción. Así, la distribución de las áreas para los cultivos dentro de la chakra está regulada por el tipo de ecosistema y la calidad del sitio, lo cual se aplica también en las plantaciones forestales.

La composición y arreglo de las especies de la chakra es un conjunto dinámico, compuesto por una mezcla diversa de plantas anuales y perennes, herbáceas, arbustos, árboles, raíces y tubérculos, así como “malezas” útiles, y otras plantas “voluntarias” que nacieron espontáneamente y son toleradas en el conjunto de la chakra. Uno de los aspectos más importantes es la asociación de cultivos, una práctica que durante años han venido realizando las familias indígenas. Esta asociación se basa en la siembra conjunta de cultivos con períodos diferentes de maduración y cosecha, buscando desarrollar de este modo una relación de reciprocidad mutua. Los sistemas productivos están estructurados de tal manera que las diversidades de plantas proporcionan funciones complementarias de soporte, fijación de nutrientes, dotación de sombra, protección contra plagas y regulación térmica, entre otras.

Sistemas de valores, cultura y organizaciones sociales

La cultura andina puede definirse a partir de una cosmovisión agrocéntrica. Para poder comprender esta cultura, es importante entender que el mundo andino no está constituido por “objetos” sino por personas que conversan, que crían y son criadas.  Por ello el criador no se preocupa solo por su chakra, es decir por la chakra humana, sino por la crianza de la chakra de los miembros de la naturaleza y de las deidades. Una chakra será saludable siempre y cuando todas las demás chakras del paisaje estén también vigorosas. De esta manera, la salud de la colectividad humana está asociada a la salud de sus chakras así como a la de la naturaleza en su conjunto.

Las comunidades han desarrollado prácticas comunitarias tradicionales que resaltan la solidaridad y la vida comunitaria como núcleo cultural. Este es el caso de la minga, que consiste en el aporte de trabajo mancomunado y solidario de todos los miembros de un grupo social. El Trueque se practica también, especialmente cuando ya se acaban las cosechas y quedan algunos residuos de esta de manera que toda persona que lo necesita puede ingresar a la chakra y recoger lo que quede. De esta manera se evita el desperdicio, y se promueve la conciencia de la sostenibilidad, entendido que si un producto llega a su maduración es gracias al trabajo y el sacrificio por lo que no se debe desperdiciar.

Características del paisaje

El mosaico moderno del paisaje de Cotacachi es el resultado del tradicional sistema vertical de producción e intercambio complementario, donde se ha evidenciado la elasticidad y continuidad agrícola a pesar de los cambios dramáticos experimentados durante grandes periodos en la zona. No obstante, las transformaciones históricas del paisaje y los principios tradicionales aplicados por los habitantes locales y que aún se mantienen, ofrecen lecciones de resiliencia en los esfuerzos de modernización agrícola en el campo del desarrollo sostenible.

Dadas las condiciones topográficas, son comunes las formaciones de terrazas para el desarrollo de cultivos, sean de formación lenta (mediante la siembra de hierbas o arbustos en líneas de contra pendiente) o de banco (formadas manualmente). Su función principal es contrarrestar la erosión fluvial en terrenos inclinados. Los efectos notorios de esta práctica (además de lo obvio: evitar la movilidad acelerada del agua en pendiente) son la retención e infiltración de humedad, además de un drenaje adecuado cuando hay exceso. Permite también evitar el deslizamiento acelerado de las masas de aire frío y generar turbulencias de masa de aire menos frío de la superficie del suelo, lo cual tiene efectos positivos frente a las conocidas heladas e incrementa el área de cultivo por efectos del diseño. Así, las prácticas agrícolas de las chakra andinas han permitido desarrollar y mantener el paisaje local.