A mediados de mayo de 2021, el Gobierno de Zimbabwe introdujo una prohibición a las importaciones de maíz, suspendiendo las licencias de importación de grano de maíz, harina de maíz y otros productos del cereal a partir del mes de junio de este año. La medida pretende apoyar a los agricultores y molineros locales, ya que se estima que la abundante cosecha prevista para 2021 cubrirá con creces las necesidades de consumo nacional en la campaña comercial 2021/22 (abril/mayo). En medio de las graves dificultades macroeconómicas, se espera que el ahorro de divisas previsto por la reducción de las importaciones alivie parte de la presión sobre las limitadas reservas de divisas y refuerce la estabilidad del tipo de cambio nacional, que se ha mantenido estable desde el último trimestre de 2020 tras una fuerte depreciación en los años anteriores.

El país, importador neto de cereales, produjo una media de 1,2 millones de toneladas de maíz e importó cerca de 400 000 toneladas anuales durante el periodo 2016-2020. La producción de maíz en 2021 se prevé oficialmente en 2,7 millones de toneladas, casi el triple de las reducidas producciones de 2019 y 2020, afectadas por la sequía. La abundante producción es un buen augurio para la situación del suministro este año y se espera que las existencias de alimentos de los hogares alcancen niveles elevados, mientras que es probable que los precios del maíz se suavicen una vez finalizada la cosecha en junio de 2021.