El Gobierno de Kazajstán tiene previsto dejar de subvencionar el pan a partir del 1 de enero de 2016. Esta medida pretende crear un mercado más competitivo y fomentar la inversión en tecnologías industriales mejoradas y más eficientes. Con el sistema actual de subsidios, la competencia entre los productores de pan es mínima, apenas tienen incentivos para mejorar su eficiencia y los precios subvencionados no tienen como objetivo específico a las personas pobres: toda la población se beneficia a costa del Gobierno. Con el nuevo sistema, si los precios del pan aumentan significativamente, se podría ayudar a las poblaciones vulnerables.