El güisquil (Sechium edule Jacq) es una verdura que aporta vitamina C, folato, tiamina, riboflamina y piridoxina, así como sodio y potasio que ayuda a mantener los niveles de presión sanguínea. Además, es un producto agrícola de alto consumo en la dieta de la mayor parte de familias guatemaltecas, tanto en las áreas rurales como urbanas. Pero a pesar de sus beneficios, su producción actual en el país está muy lejos de satisfacer la demanda.

Una de las razones es la poca atención que ha recibido su cultivo, además que en la actualidad hay muy pocas plantaciones en el país y en su mayoría son realizadas por los pequeños productores de la agricultura familiar. Estas plantaciones familiares no superan una hectárea de extensión y se concentran principalmente en el municipio de Palencia, en el departamento de Guatemala. 

Es más común que las familias rurales siembren en su huerto una o dos plantas de güisquil para autoconsumo, venta o compartir con sus vecinos.

La producción de güiquil, según la variedad, se adapta a diferentes microclimas, a condiciones climática y al suelo de Chiquimula, cuenta con una reducida presencia de plagas y enfermedades, y es de fácil manejo. A mediados de 2020, el Programa Mesoamérica Sin Hambre AMEXCID-FAO apoyó a los jóvenes Rodolfo Hernández García y Roberto Gerónimo García de la aldea Ocumblá, quienes se propusieron cultivar 0.24 hectáreas de güisquil como emprendimiento.

La decisión de este par de jóvenes fue respaldada por cuatro elementos:

1) El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación ha trabajado más cerca de los agricultores familiares y ha asistido técnicamente sus diversas iniciativas.

2) El güisquil es un producto presente en la demanda en el mercado de la alimentación escolar, y al no haber suficiente producto disponible, la Red de Productores Agropecuarios de Chiquimula (REDPACH), que se ha posicionado como uno de los proveedores de las escuelas, se abastece de güisquil con los productores de Palencia (REDPACH indica que a la fecha ha adquirido hasta 25,000 unidades de güisquil por año a un costo de Q1.50 por unidad) lo cual incrementa sus costos. Esto llevó a la red a animar a estos jóvenes a implementar su emprendimiento.

3) El Programa Mesoamérica Sin Hambre AMEXCID-FAO seleccionó emprendimientos innovadores.

4) Las condiciones de pobreza y de inseguridad alimentaria en el Corredor Seco obligan a buscar alternativas productivas que generen empleo, ingresos y alimentos a nivel local, y frenar así la migración que se da como consecuencia de estas condiciones.

El emprendimiento de Rodolfo y Roberto fue observado y monitoreado desde el inicio por los diversos actores, especialmente por la REDPACH y por el MAGA. En diciembre de 2020 generó muy buenos comentarios sobre el estado de la plantación y la producción esperada.

La cosecha empezó a obtenerse en enero de 2021. Se hicieron un total de cinco cortes, obteniendo en promedio alrededor de 60 unidades de güisquil por planta, lo cual, tanto por los jóvenes productores como por la REDPACH y el MAGA fue una primera muy buena cosecha.

Estos resultados llamaron la atención de otros agricultores y provocó que la REDPACH motivara a sus miembros a producir güisquil con la finalidad de tener suficiente producción para abastecer el mercado de las escuelas y los mercados locales. Por lo que el MAGA y la REDPACH organizaron visitas a las plantaciones de güisquil con productores de Palencia para que los agricultores de Chiquimula y los líderes de la REDPACH conocieran la experiencia respecto a este cultivo.

Esto produjo que en abril de este año, varios agricultores solicitaron al MAGA asistencia técnica para implementar este cultivo.

Actualmente, con el apoyo del Programa Mesoamérica Sin Hambre AMEXCID-FAO, el MAGA y la REDPACH acompañan a 12 productores en el establecimiento de 12 unidades de producción de güisquil, a razón de 80 plantas/unidad productiva, sumando un total de 960, y  abarcando una superficie cultivada total de 0.5 hectáreas.

Solo este año, entre los municipios de Chiquimula, 40 agricultores familiares introdujeron en sus parcelas el cultivo de güisquil.

Dada la experiencia de los jóvenes de Ocumblá, se espera que este año estas 40 unidades productivas obtengan rendimientos adecuados, se puedan consumir en la dieta familiar y se provea ingresos económicos. Aunque aún no producen lo suficiente para satisfacer la demanda de las escuelas o del mercado local, es una experiencia que sin duda sumará a más productores y con ello  diversificar su producción, tener otra fuente de alimentos y excedentes que les permitan obtener ingresos.