FAO en Guatemala

Ingrid Ramírez, lideresa que impulsa el empoderamiento de las mujeres rurales a través de la asociatividad

Foto: ©FAO
08/03/2025

"Las mujeres debemos involucrarnos en la agricultura, no debemos olvidar nuestro trabajo de campo y la importancia de nuestro rol en la agricultura familiar" resalta Ingrid Ramírez, agricultora y lideresa comunitaria de 27 años. 

Ingrid creció en la aldea Los Planes, Olopa, Chiquimula, una comunidad rural del Corredor Seco de Guatemala. En esta aldea, que forma parte de la microcuenca del río Cayur,  viven más de 1,200 familias. El 63 % de ellasdependen de la agriculturacomo principal medio de vida, enfrentando constantementedesafíos debido a las plagas, enfermedades y fenómenos naturales, impactando enla seguridad alimentaria y nutricional de la población.  

La familia de Ingrid no ha sido la excepción. En 2017, su cultivo de café se vio afectada por la plaga de laroya, perdiendo el 95 % de su producción. "Cuando pasó el problema de la roya, nosotros nos encontramos inmóviles, no sabíamos que hacer", recuerda Ingrid. 

Sumado a ello, la parcela familiar enfrentaba dificultades por la escasez de agua, debido a la mala gestión de este recurso. Esta falta de agua los obligóa sembrar poco, limitando su producción y poniendo en riesgo su economía y, principalmente, su seguridad alimentaria. 

Consciente de estas dificultades, Ingrid y su familia asumieron un compromiso ambicioso: mejorar las oportunidades de producción y comercialización de su comunidad. Identificaronque una manera de enfrentar la incertidumbre ,eraprotegerlos recursos naturales, facilitar el acceso a financiamiento y generar nuevosmercados. Sin embargo, sabía que el éxito dependía del trabajo en equipo y la asociatividad. 

Es así como, en 2018, suspadres, fundaron la Cooperativa Maya Chortí, hoy, conformada por 33 agricultores familiares, de cuales el 57 % son mujeres agricultoras.La visión era clara: establecer un centro de comercialización para loscultivosproducidosporfamiliasagricultoras de las aldeasLa Prensa, El Cerrón, Piedra de Amolar, Tablón y Los Planes de Olopa, Chiquimula. 

 En poco tiempo, la Cooperativa fortaleció la gestión de la agricultura familiar, mejoró la capacidad de negociación de sus socios y dinamizó la producción a pequeñaescala. Su impacto también generómásoportunidades de empleo rural, transformando la economía y elbienestar de la comunidad.Ingrid, siempretuvo un rolactivo en la Cooperativa,participando en latomadedecisiones e impulsando la inclusión de jóvenes y mujeres. 

Debido a la iniciativa y compromiso, Ingrid, con solo 22 años, fue elegida la presidenta de la Cooperativa Maya Chortí, a través de una votación democrática en la elección de órganos titulares.  

Desdeel rol de liderazgo, inició un proceso de capacitación para empoderar a las mujeres de su comunidad, promoviendo herramientas innovadoraspara mejorar la producción agrícola y facilitar su acceso y vinculación a mercados. Gracias a su visión y liderazgo, muchas mujeres fortalecieron su autonomía financiera y redujeron su dependencia económica. 

Además, lideró procesos comunitarios para diversificar los cultivos, establecer alianzas y abrir nuevas oportunidades de mercados. "El empoderamientofemenino en nuestraCooperativa ha sido clave. Hoy somosmujeres que, no solo sembramos y cosechamos, también nosencargamos de vender nuestrosproductos frescos en la comunidad y las escuelas, mejorando la economía de nuestrasfamilias", resalta Ingrid. 

 Gracias al fortalecimiento de la Cooperativa, las familias sociasampliar su producción agrícola. Ahora cultivan una amplia variedad de hortalizas, incluyendo lechuga, cilantro, rábano, repollo, apio, tomate, chile pimiento, coliflor, cebolla y remolacha. 

Además, gestionó asistencia técnica para implementar un sistema de riego por goteo y estanques interconectados para recolectar el agua de lluvia. Estas prácticas contribuyerona mejorar la producción,  también fortalecieron el uso sostenible de los recursos naturales y garantizaron la sostenibilidad de la Cooperativa a largo plazo. "Ahora nuestros ingresos han mejorado y podemos distribuir a la comunidad y a las escuelas alimentos frescos y saludables", asegura Ingrid.   

El siguiente desafío era garantizar una fuente de ingresos seguros y que beneficiara a la comunidad Con el objetivo de fortalecer la producción de las familias socias y contribuir a la dinamización de la economía local. La junta directiva,bajo el liderazgo de Ingrid, tomó una decisión de unirseal Programa de Alimentación Escolar (PAE) como un mercado seguro para la comercialización de sus productos. 

Actualmente, abastecena12 escuelasde Olapa y Jocotán, beneficiando a más de 600 niños y niñas. Gracias a estainiciativa, generan un ingreso bruto mensualpromedio de 72 000 GTQ, permitiendo asegurar suestabilidadeconómica. Con ello, fortalecen sus medios de vida, ycontribuyen al bienestar tanto de las comunidades educativas como al desarrollo de la región. 

Este impacto ha sido fortalecido gracias al apoyo técnico de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA), a través del Programa Conjunto: Fortalecimiento de la resiliencia de los hogares en el Corredor Seco de Guatemala para vivir mejor, financiado por el Reino de Suecia. 

El liderazgo deIngrid y su posición en un cargo de toma de decisión ha transformado e inspirado a su comunidad, convirtiéndose en un referente de resiliencia e innovación. Su trayectoria demuestra queel empoderamiento de las mujeres puede construir oportunidades justas y asegurar medios de vida sostenibles para todos y todas. 

"Más mujeres debemos sumarnos...,como bien dicen, la unión hace la fuerza", Ingrid Ramírez, joven lideresa