FAO en Guatemala

Franklin Domingo, un héroe de la alimentación en San Marcos

Franklin Domingo Matul es un joven de 29 años muy dinámico, originario de San Miguel Ixtahuacán, San Marcos, en el altiplano occidental de Guatemala. Su sentimiento de pertenencia con su pueblo y su gente lo han llevado a buscar oportunidades de desarrollo local. 

Desde joven supo que podría dedicarse a la agricultura, al trabajar junto con su padre y otros familiares, pero él quiso ir más allá de lo que conoció como la ‘agricultura tradicional’. Por lo que se propuso aprender nuevas formas y oportunidades para lograr producir más y mejores productos, manteniendo una respetuosa relación con la naturaleza.

Por esa razón estudió Perito en Agronomía, lo que le permitió conocer e implementar  técnicas adecuadas para mejorar la producción de vegetales en la agricultura familiar. 

Pasó de cultivar granos básicos, como maíz y frijol, al cultivo de hortalizas. Cuando vio los resultados construyó un primer invernadero con apoyo de su familia y diseño un sistema para acercar el agua a su cultivo y así, la producción se volvió intensiva, de este momento ya han pasado 10 años.

En la actualidad produce sus propias semillas y pilones, especialmente de tomate y cebolla, y se ha convertido en el proveedor de semillas para otros agricultores locales. 

Cuenta con una extensión de tierra de 5 mil metros cuadrados aproximadamente, en su mayoría alquilada. A pesar de ser poca tierra, su producción es intensiva gracias al riego y "ambientes controlados", lo que se conoce como "casa malla". Con esto garantiza condiciones óptimas de rendimiento por metro cuadrado de terreno.

“Con las hortalizas hemos aumentado la producción y por lo tanto hemos tenido mayores ingresos en la misma área productiva”, comenta Franklin.

El rendimiento ha sido positivo lo que le ha permitido generar empleo permanente a dos jóvenes y en época de cosecha ofrece empleo a cuatro o cinco personas más. 

Uno de sus principales desafíos es mantener los volúmenes que el mercado demanda así como su calidad, por lo que posiciona sus productos en mercados cercanos y seguros lo que le ayuda a evitar pérdidas. 

Su experiencia le llevó a organizar a otros jóvenes de su pueblo y conformar la cooperativa “Emprendedores del Valle”, que en la actualidad integran 150 productores. La cooperativa logró convertirse en proveedora del Programa de Alimentación Escolar -PAE-, abasteciendo de frutas y vegetales a cuatro escuelas de su municipio, contribuyendo de esa manera a mejorar la alimentación y nutrición de la población estudiantil. Uno de sus máximos logros es alcanzar ventas anuales de casi US$ 20,000 entre la cooperativa.

La experiencia y liderazgo de Franklin llama la atención y el reconocimiento de otros jóvenes de su pueblo, que constantemente busca oportunidades y soluciones a los problemas que se enfrenta en la agricultura y los mercados. 

“Me siento muy satisfecho con las actividades que hago. Aparte de producir alimentos de calidad, también generamos empleo”, agrega.

Franklin es apoyado técnicamente por el Proyecto “Enfoque integrado de país (ICA) para impulsar empleos decentes para los jóvenes en el sistema agroalimentario”, que es una iniciativa de la Agencia de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura -FAO-, financiado por la Cooperación de Suecia.

En Guatemala, el proyecto ICA tiene como propósito el desarrollo de capacidades empresariales de jóvenes, hombres y mujeres, e impulsar la generación y fortalecimiento de actividades económicas locales, así como la capacidad para insertarse en los mercados y así, generar empleos y alternativas a la migración, en los municipios más vulnerables del altiplano de San Marcos, Quetzaltenango, Totonicapán y Huehuetenango, ubicados en el occidente del país.