La nueva productora de vacas y sueños del Triángulo Ixil
Por Vilma María Sandoval Afre
“La ternerita es muy grande y fina. Aquí normalmente son muy pequeñas, pesan unas veinticinco libras. En cambio, esta no la podemos levantar, pesa como unas cuarenta y cinco libras”, se refiere Rebeca Pérez a la primera cría de vaca que nace por inseminación artificial en el municipio de Santa María Nebaj, Quiché.
Rebeca se siente muy contenta y satisfecha con todo el proceso, desde crear las condiciones para que la vaca entrara en celo, inseminarla artificialmente, así como cuidarla durante su periodo de preñez y parto.
Desde hace tres años, Rebeca ha fortalecido sus capacidades y conocimientos en producción agropecuaria, pero a partir del 2019 ha incursionado en el mejoramiento genético del ganado vacuno, específicamente de las vacas lecheras de las razas Jersey y Holstein.
Ella participó en el proceso formativo que ha implementado el Programa Conjunto Desarrollo Rural Integral del Ixil, en el que participan jóvenes, mujeres y hombres productores rurales en capacitaciones.
El proceso comenzó con la preparación de las condiciones de cinco vacas productoras de leche de la raza Jersey para evaluar la posibilidad de inseminarlas. Esta parte incluyó la revisión general del estado nutricional y sanitario de las vacas. Fue necesario mejorar su alimentación y la dosis de vitaminas, así como desparasitarlas y tratarles varias infecciones. Durante casi tres meses estuvo visitando a las vacas para inyectarles antibiótico y supervisar su recuperación, nos cuenta Rebeca.
La primera vaca estuvo sana y lista para sincronizarle e inducirle el celo a través de hormonas. En octubre del 2019, la inseminó a través del método Torito Express y nueve meses después, en julio de 2020, la ternerita nació.
La inseminación artificial es una técnica de precisión que requiere esfuerzo, destreza y dedicación, pero “sí es posible, si ya lo hice una vez, ¿cómo no lo voy a hacer otra vez?”, nos comenta Rebeca respecto a la posibilidad de seguir trabajando en el mejoramiento genético del ganado vacuno.
Es un trabajo que le gusta mucho y que identifica como una oportunidad laboral para generar ingresos para ella y su familia. Al ser madre soltera de dos niños tuvo diversas dificultades e incluso consideró la posibilidad de migrar a Estados Unidos, pero gracias a la formación en prácticas agropecuarias ha encontrado una oportunidad para satisfacer sus necesidades.
Su disciplina y conocimiento la han posicionado como una lideresa en su comunidad, por lo que es común que la gente la busque para pedir consejos y asistencia técnica en el manejo de sus cerdos, gallinas, vacas y otros animales.
De las cuatro vacas que tiene, dos se encuentran en gestación y espera que próximamente den a luz. Además, está planificando inseminar a otra vaca, en esta ocasión quiere un toro como reproductor.
Los logros que Rebeca ha conseguido han sido producto de la asistencia técnica del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) y la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura - FAO, a través del Programa Conjunto Desarrollo Rural Ixil, con el apoyo financiero del Gobierno de Suecia.
La finalidad de este programa conjunto es aplicar enfoques integrales de desarrollo que faciliten la transición de familias víctimas del Enfrentamiento Armado Interno -EAI- de los municipios Santa María Nebaj, San Juan Cotzal y San Gaspar Chajul del departamento del Quiché, a ciudadanos en pleno ejercicio de sus derechos, en coordinación con el Estado, autoridades municipales e indígenas, organizaciones sociales y comunidades. Para ello, el programa pone un especial énfasis en brindar oportunidades de empleo digno a mujeres jóvenes, así como trabajar la equidad de género con hombres y mujeres.