Pueblos indígenas de Guatemala y Belice se unen para frenar la tala ilegal
La Selva Maya representa la zona de bosque continuo más extenso al norte de la Amazonía y está conformada por las áreas protegidas del área Rio Bravo Manejo y Conservación y la región montañosa transfronteriza de Chiquibul en Belice, la Reserva de Biosfera Maya en Guatemala y la Reserva de Biosfera Calakmul en México. Desde hace dos años Belice y Guatemala han iniciado un trabajo conjunto para frenar la creciente tala ilegal en la frontera que comparten con territorios indígenas Mopanes y Kekchís asentados desde hace más de 100 años en ambos países.
En las últimas décadas la tala ilegal aumentó en esta zona, llegando a explotarse ilegalmente sólo en el 2013 más de 1 millón de metros cúbicos anuales - equivalentes a 36 camiones mono eje por año; y lo que se decomisaba no representaba más del 5% de la explotación ilegal, según informes de la Asociación Balam que elaboró ese mismo año el diagnóstico sobre el estado actual de la tala ilegal en el Sur de Petén.
Bajo ese contexto funcionarios públicos y de organizaciones no gubernamentales de Guatemala y Belice se unieron desde el 2013 para reducir la tala ilegal transfronteriza entre estos dos países. La misma incluye la colaboración con municipalidades fronterizas, pueblos indígenas, organizaciones no gubernamentales y el gobierno nacional. El trabajo fue coordinado por la Asociación Balam en Guatemala y Amigos para la Conservación y Desarrollo (FCD) de Belice con el apoyo de los gobiernos de los dos países. Estas acciones han sido desarrolladas con el apoyo técnico y financiero de la Unión Europea, a través del programa FAO FLEGT.
Esta experiencia ha contribuido a que en marzo de 2015 los líderes de los pueblos indígenas del sur de Petén en Guatemala y sur de Belice estrecharan lazos para revertir la acelerada destrucción de su medioambiente. Este acercamiento produjo la Declaración del Encuentro de Comunidades Indígenas Guatemala-Belice: Territorio, Recursos Naturales y Conocimiento Ancestral. Que manifiesta la disposición de las comunidades a vigilar sus bosques, a denunciar ante el Gobierno cualquier tala ilegal y a exigir de las fuerzas de seguridad mayor control sobre el territorio, señaló Byron Castellanos de Balam, director de la Asociación Balam.
A un año de la firma de esta Declaración se tiene planificado revisar los avances y desarrollar estrategias coordinadas que permitan incidir políticamente con los nuevos gobiernos de Guatemala y Belice, puntualizó Rafael Manzanero de FCD. “Esta plataforma creada entre los pueblos indígenas de Belice y Guatemala también se sumará a los esfuerzos que paralelamente están desarrollando las instituciones del Estado”, agregó Manzanero.
Las mujeres participan activamente de esta iniciativa, a través de la junta directiva de organizaciones de base comunitaria, como la Coordinadora de Asociaciones del Sur de Petén (COACAP) en Guatemala y de las organizaciones Toledo Maya Association y Maya Leaders Association en Belice. En opinión de Rafael Manzanero, el involucramiento de las mujeres es fundamental para lograr un manejo integral de sus bosques. “Las mujeres son las que participan en proyectos de seguridad alimentaria con recursos del bosque” resaltó Castellanos de Balam.
Coordinación multisectorial y buena gobernanza forestal
El trabajo conjunto con diversos sectores ha logrado reducir la tala ilegal y a mejorar la gobernanza de los bosques en el sur del Petén, por medio de una coordinación multisectorial entre el gobierno, la sociedad civil, los pueblos indígenas y las autoridades municipales, señaló Byron Castellanos de Balam. “Desde el inicio de este proyecto, se ha duplicado la cantidad de madera ilegal confiscada en la región, particularmente la incautación de madera de rosul y se ha fortalecido la gobernanza forestal en alianzas con las municipalidades” añadió.
“La iniciativa ha sido innovadora ya que no solamente trata de afrontar el problema internamente, mejorando la aplicación de las leyes, sino que también demostró que puede ir más allá de nuestras fronteras, por medio de programas estratégicos conjuntos en materia de intercambio de datos, gobernanza, promoción de políticas y participación de las partes interesadas”, resaltó Rafael Manzanero, director de FCD.
Esto ha motivado la participación de las comunidades y municipalidades locales en la conservación y manejo sostenible de los recursos naturales. A la fecha, se ha logrado socializar los acuerdos de la Declaración entre los principales sectores y se ha elaborado un plan de acción para frenar la tala ilegal en la frontera que comparten ambos países. En el 2016 se plantea instalar la Comisión Binacional y la Actualización del Plan de Acción para la Conservación de Montañas Mayas Chiquibul de Belice y Guatemala.
La Asociación Balam y FCD seguirán apoyando a las entidades de la investigación y persecución penal de los Ministerios Públicos en investigaciones especializadas para desmantelar estructuras criminales asociadas a la tala y tráfico ilegal de madera. “Los pasos siguientes para afrontar la gobernanza forestal son: la consolidación de estrategias entre FCD y sus contrapartes en Guatemala; una posterior inclusión y colaboración entre los organismos del Estado; el endurecimiento de las sanciones ante los actos ilícitos; una mejor presencia institucional en todo el territorio; y la preparación de programas alternativos para los medios de vida de las comunidades de bajos recursos en Guatemala”, afirmó Manzanero.