FAO en Honduras

Reporte de FAO analiza los efectos de la pandemia sobre los sistemas agroalimentarios en Honduras

23/04/2021

Reporte de FAO analiza los efectos de la pandemia sobre los sistemas agroalimentarios en Honduras

Efectos, respuestas, políticas e implicaciones a largo plazo.

23 de abril de 2021

 

Una respuesta oportuna a la pandemia y al escenario que ha abierto en los sistemas agroalimentarios del país requiere del entendimiento de la multidimensionalidad del problema, la puesta en practica de las lecciones aprendidas durante la gestión de la emergencia, e iniciativas innovadoras que permitan promover una mayor resiliencia frente a futuras crisis sanitarias. Esta es una de las conclusiones del informe Sistemas agroalimentarios nacionales y COVID-19 en Honduras: Efectos, respuestas, políticas e implicaciones a largo plazo, que analiza los impactos iniciales de la COVID‑19 en el país, las respuestas políticas y sus efectos, y los futuros desafíos.

Atender los efectos de la pandemia a corto, mediano y largo plazo requerirá, , la readecuación del marco institucional frente a un escenario de post-crisis. En este contexto, se reconoce que la Estrategia del Sector Agroalimentario frente a la COVID-19 planteada por el Gobierno ha incluido dentro de sus ejes estratégicos el diseño de políticas públicas para la transformación del agro hondureño que incluyan acciones e innovaciones en todo sentido frente a la nueva realidad configurada por la pandemia.

Honduras, apunta el texto, era de las economías que registraban mayor crecimiento económico en Centroamérica antes de la pandemia, y se registraron leves mejoras en la recepción de remesas respecto a las previsiones del inicio de la emergencia, además de reportarse estabilidad de precios en los alimentos con mercados abiertos y abastecidos. Sin embargo, no se logró mejorar el acceso a los alimentos de los hogares urbanos y rurales. A pesar de una mayor demanda de jornales, las restricciones de movilidad ocasionaron una caída en los ingresos para los hogares rurales más pobres.

Uno de los grupos más afectados en el momento que inició la pandemia fue el sector informal, que se vio privado de la posibilidad de obtener ingresos en el día a día. En la actualidad, aquellos sectores con cupo en los mercados han ido recuperando en parte su estatus anterior, pero los vendedores ambulantes se han visto afectados por la débil demanda. Otro grupo muy afectado y que se relaciona con lo anterior es la población residente en barrios marginales, muchos de ellos cuentapropistas, que frente a las restricciones a la movilidad también perdieron la posibilidad de prestar servicios.

Así las cosas, entre los principales aspectos a reforzar de cara al futuro, se identifican los siguientes: fortalecer los sistemas de protección social y su vinculación con programas de inclusión productiva; reforzar el vínculo entre la producción local de alimentos y el Programa Nacional de Alimentación Escolar, adecuar el marco legal e insertar a los pequeños productores en las cadenas de valor; establecer programas para estimular la producción de alimentos que den lugar a innovación tecnológica y mayor sostenibilidad ambiental: mejorar la organización de los productores; y facilitar su acceso a servicios financieros.

El reporte – producido por el programa FIRST (una alianza de la FAO y la Unión Europea) y la Red mundial contra las crisis alimentarias en estrecha colaboración con el Gobierno – forma parte de una serie que analiza las respuestas dadas a la pandemia por las autoridades de casi 30 países.

 

 

Consulta el perfil de país de Honduras. http://www.fao.org/documents/card/en/c/cb2579es

Consulta la serie completa de perfiles de país.

http://www.fao.org/2019-ncov/resources/country-profiles/es/

Visita la página web del Programa FIRST.

programa FIRST

Visita la página web de la Red mundial.

Red mundial contra las crisis alimentarias