La FAO ayuda a los agricultores de Siria a reactivar sus cultivos

La FAO refuerza la capacidad de resiliencia de los medios de vida de los agricultores sirios afectados por el conflicto.

Datos clave

Después de siete años de crisis, la seguridad alimentaria en Siria continúa deteriorándose. El conflicto ha desatado una extensa destrucción y degradación de los activos productivos y de los medios de vida, al mismo tiempo que ha agotado la capacidad de los agricultores para hacerle frente. Las Naciones Unidas (ONU) estimaron que en 2017 siete millones de personas en Siria sufrirían de inseguridad alimentaria y otros dos millones estarían en riesgo de padecerla. Casi la mitad de la población siria se vio obligada a abandonar sus hogares, lo que resultó en 6,3 millones de desplazados internos y unos 5 millones de refugiados.

La FAO, junto al Departamento para el Desarrollo Internacional del Reino Unido (DFID), trabajó para ayudar a reactivar 61 523 hogares agrícolas para producir cereales, proporcionando a cada familia capacitación técnica sobre buenas prácticas de producción de cereales y 200 kilogramos de semillas de calidad.

A pesar de que un tercio de la población siria ahora depende de asistencia alimentaria de tipo humanitario, todavía hay una parte importante del país donde los agricultores son capaces de producir y suministrar alimentos al mercado. En estos lugares, es esencial apoyar esta producción y los medios de vida asociados a millones de familias rurales. El apoyo a la producción agrícola ayuda a aliviar la escasez de productos alimenticios básicos y reduce la dependencia de las importaciones y la ayuda alimentaria.

La FAO trabajó estrechamente con agentes locales para identificar a aquellos agricultores vulnerables que, a pesar de tener acceso a la tierra, habían perdido su cosecha debido a la inseguridad, condiciones climáticas adversas o que no habían podido acceder a semillas de calidad en un primer momento. La asistencia de la FAO abarcó el curso de las temporadas de siembra 2014/2015 y 2015/2016. En total, gracias a la asociación con el DFID, la FAO apoyó a 49 258 familias agrícolas para producir 98 516 toneladas de trigo y a 12 265 familias para producir 11 038 toneladas de cebada. La cantidad total de trigo cosechado es suficiente para asegurar que más de medio millón de personas tengan suficientes cereales para comer durante un año y tengan una reserva de semilla de trigo para replantar. El excedente también generará ingresos adicionales para sus hogares.

La generosa donación del DFID de 17,4 millones de USD en el período 2014-2016 es una inversión para la autosuficiencia. Usando las semillas compradas con esta donación, los agricultores sirios produjeron un total de 29,5 millones de USD (cerca de 590 USD por familia). Esto es casi un 59 por ciento más de la inversión original.

Capacitación para ampliar los beneficios de la asistencia
Como parte integrante de su asistencia, la FAO provee capacitación técnica y práctica a los beneficiarios a través de cursos adecuados a sus necesidades. La Organización ha ofrecido formación a los agricultores en buenas prácticas agrícolas en la producción de cereales, tales como manejo del suelo, protección de las plantas, protección fitosanitaria, fertilización, con especial énfasis en los fertilizantes orgánicos que pueden ser producidos usando recursos locales, control de la roya del trigo, así como prácticas de almacenamiento y comercialización. Esta capacitación ayuda a los agricultores a aprovechar al máximo su cosecha y asimismo a minimizar sus pérdidas, además de reforzar un conjunto de habilidades que se extienden mucho más allá de una temporada agrícola.

La FAO apoya otros tipos de asistencia agrícola, tales como: producción de vegetales, soluciones para la salud animal, gestión integrada del agua, fuentes alternativas de energía, empleo rural, educación nutricional y capacitación técnica continúa; fortaleciendo la resiliencia de los agricultores sirios y sus comunidades. Para la FAO es esencial proporcionar un apoyo oportuno a las familias sirias para ayudarles a continuar sus prácticas agrícolas y su producción de alimentos durante la crisis actual.

A lo largo de la crisis, la FAO ha continuado proporcionando datos fiables sobre el sector agrícola mediante evaluaciones periódicas, tales como la Misión de evaluación de los cultivos y seguridad alimentaria (CFSAM, por sus siglas en inglés), y la evaluación de daños y necesidades y el análisis de la cadena de valor. Esta información es crucial para comprender el impacto de los conflictos en la producción agrícola y la seguridad alimentaria. Los datos recopilados también son necesarios para el alcance adecuado y para implementar respuestas humanitarias eficientes. La labor de la FAO, tanto en Siria como en la región, ayuda a los agricultores a mantener sus activos y reestablecer sus medios de subsistencia, trabajando en estabilizar el área y reconstruir las comunidades.

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