Plataforma de Territorios y Paisajes Inclusivos y Sostenibles

Nuevos esquemas de apoyo al trabajo emprendedor en favor del desarrollo territorial sistémico latinoamericano

:13/04/2016

Esta colaboración es el resultado de un trabajo de análisis a partir de la revisión bibliográfica de los documentos sobre la materia que instituciones como el Banco Intercamericano de Desarrollo y el Fondo Multilateral de Inversiones del Grupo BID han realizado sobre los emprendimientos dinámicos en la región. 

Los Ecosistemas de Emprendimientos

Los ecosistemas de emprendimiento proponen un conjunto de intervenciones territoriales que hacen del espacio en el que se emprende un lugar atractivo y fiable. En los nuevos enfoques del desarrollo, la perspectiva sistémica está tomando cada vez más fuerza. Sin duda los desafíos globales a los que en estos momentos se enfrentan los territorios, han contribuido a la búsqueda de nuevas soluciones y de maneras más sostenibles de competir, en un marco cada vez más globalizado e incierto. La nueva competitividad ya no puede medirse solamente en términos puramente económicos, ya que la aceptación de una nueva ética que respete los límites sociales y ambientales del desarrollo, ha pasado a formar parte de las consideraciones que definen a un territorio como competitivo.  Por otra parte, los sistemas territoriales se encuentran abiertos a influencias provenientes de los contextos nacionales, supranacionales e interterritoriales.

El término “ecosistema de emprendimiento” aplicado al fomento del emprendimiento ha cobrado auge a nivel mundial y representa  uno de los rasgos más innovadores de la nueva generación de políticas públicas de desarrollo.  Un “ecosistema de emprendimiento” es una comunidad de negocios donde un conjunto de individuos y organizaciones producen y asocian ideas de negocios, habilidades, recursos financieros y no financieros que resultan en empresas dinámicas” (FOMIN, 2011). Junto a los componentes básicos de los ecosistemas de emprendimiento: buen gobierno, capital humano, capital social, capital financiero, organizaciones emprendedoras, formación, infraestructuras, redes, clúster, etc, se encuentra también la atracción y la retención del talento. Los ecosistemas de emprendimiento proponen un conjunto de intervenciones territoriales que hagan del espacio en el que emprender un lugar atractivo y fiable:  actuaciones como la definición del umbral mínimo de servicios en los diferentes territorios (o el establecimiento de las transferencias necesarias), la interconexión rural-urbano, la transparencia de las instituciones, la seguridad ciudadana, la incorporación de las perspectiva de género y juventud en las políticas territoriales, o el apoyo a sistemas de innovación tecnológica, empresarial e institucional.
 
Hay diferentes tipos de emprendimiento, el “emprendimiento de base tecnológica o científica" es el impulsado por personal muy especializado que se hace cargo de oportunidades que pueden ser aprovechadas a través de medios tecnológicos. El "emprendimiento innovador", en tanto, se orienta al desarrollo de iniciativas innovadoras en sus modelos de negocio, más que en su tecnología. En cambio, el "emprendimiento dinámico" es de crecimiento sostenido y no necesariamente innovador o de base tecnológica, aun cuando se caracterice por contar con un alto grado de diferenciación que le permita crear y/o capturar cuotas crecientes de mercado a ritmo acelerado. (Emprendimientos dinámicos en América Latina, CAF, 2014).

Con relación a los emprendimientos de base científica, la mayoría de los países de la región cuentan con una muy baja inversión en investigación y desarrollo (I+D) en comparación con las tendencias mundiales. El único país que sobresale en la región (aún cuando con niveles de inversión inferiores al promedio de la OCDE) es Brasil, donde la inversión en I+D alcanza el 1,1% del PIB. (CAF, 2014). Son dignos de mención los esfuerzos en Uruguay por impulsar el emprendimiento de base científica y tecnológica, a través del rol de la Agencia Nacional de Innovación. Esta agencia del cuenta con un financiamiento para sus temas de Ciencia, Tecnología e Innovación a través de un crédito multilateral que incluye el tema de emprendimiento como parte de la gama de aspectos apoyados. Pero, además de la financiación, son los cambios regulatorios que han fomentado la solicitud de patentes y la transferencia tecnológica desde las universidades, las herramientas más importantes para favorecer ecosistemas de emprendimiento de base científica. En general, no obstante, los esfuerzos de articulación de la dinámica emprendedora con las universidades y los centros de generación de conocimiento necesitan un mayor desarrollo en la región, y existen pocas experiencias de colaboración de programas públicos con universidades en el apoyo al emprendimiento, limitándose el papel de éstas últimas, con frecuencia, a tener un impacto limitado al ámbito  académico, sin llegar a alcanzar al ámbito empresarial.

El enfoque sistémico para atender a los emprendedores

En América Latina y el Caribe hay una tendencia creciente a aplicar un enfoque sistémico para atender a los emprendedores. Colombia es uno de los países líderes en el marco regulatorio e institucional para el emprendimiento. El país ha hecho esfuerzos consistentes para crear capacidad a través del marco creado con la ‘Ley de Emprendimiento’ y existe una dirección específica en el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, que lidera la implementación de los planes regionales para promover el entorno emprendedor. Ecuador también tiene al emprendimiento como política central para desarrollo productivo así como social.  Diferentes agencias y organizaciones a nivel del gobierno central y regional, liderados por el Ministerio de la Producción, trabajan para mejorar la implementación de agendas de emprendimiento organizando talleres y trayendo expertos para asesoría en las áreas de financiamiento, innovación e incubadoras. Cuenta, además, con el Programa Prometeus de atracción de científicos e investigadores. Medidas en el ámbito de la educación; de fortalecimiento del espíritu y de la cultura empresarial; de promoción de mecanismos de financiación; de aprovechamiento de oportunidades ligadas a la era digital, la elaboración de normas sencillas y claras para la creación de empresas; o el fomento de redes de trabajo, forman parte de las actuaciones que los gobiernos se plantean en los ecosistemas de apoyo al emprendimiento. Para estas instituciones la disponibilidad de información actualizada sobre los desarrollos más recientes de política Pequeñas y Medianas Empresas (PYME) es fundamental para poder identificar y aplicar las mejores prácticas.

El Índice de Condiciones Sistémicas para el Emprendimiento Dinámico

Los principales resultados del análisis regional de un estudio realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo titulado “Índice de Condiciones Sistémicas para el Emprendimiento Dinámico”, (BID-FOMIN, 2014) presentan a Chile como el país de la región con mejores condiciones sistémicas para el emprendimiento dinámico; seguido en importancia por México, Brasil y Costa Rica, quienes junto con Argentina conforman los top 5 del ranking de América Latina. Sin embargo, aun los países mejor posicionados de la región se encuentran lejos de los primeros puestos del ranking internacional, que está encabezado por Estados Unidos, Finlandia y Singapur. La OCDE señala, por su parte, que existe mucho emprendimiento en la región ALC, pero la mayoría es informal y a ello se debe a la alta tasa de desaparición temprana a los proyectos. El Índice de condiciones sistémicas Prodem (ICSed-Prodem) pone de manifiesto que dos dimensiones – la demanda y la nueva cultura de valoración social del emprendimiento- ofrecen nuevas oportunidades en América Latina. Como debilidades, se apuntan, entre otras: la falta de capital humano emprendedor vocacional; baja contribución de la plataforma de ciencia y tecnología para la innovación; falta de financiación apropiada; y una frágil confianza y débil capital social, que debilitan el trabajo en red.
 
Los Instrumentos para el emprendimiento

La mayor parte de los instrumentos que se citan en esta sección se aplican a escala nacional y regional en los países más desarrollados de América Latina. Los avances para estimular una dinámica inversora en la región son todavía muy incipientes y de poco impacto. La región necesita avanzar hacia unos sistemas integrados de innovación, de emprendedores y de financiamiento. Y esa integración pasa por asumir como política transversal la creación de ecosistemas de emprendimiento, tanto por la diversidad de políticas y actuaciones territoriales implicadas en los mismos, como por el horizonte temporal de maduración que necesariamente requieren.

El  estudio “Emprendimientos dinámicos en América Latina” del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), publicado en 2014, representa una valiosa herramienta de recopilación de los esfuerzos actuales en la región en torno a los emprendimientos dinámicos y a los instrumentos de financiación que los gobiernos están empleando en estos momentos. A continuación se compila algunos de los instrumentos que presenta el Estudio: 

  • Capitales semilla o fondos no reembosables. Algunas apuestas gubernamentales en esta línea apuntan a la oferta capitales semilla o fondos no reembolsables, con el objetivo de generar una capacidad y un stock de emprendimientos en contextos donde existe una débil cultura emprendedora. No obstante, la provisión de financiamiento en etapas tempranas es uno sólo de los factores involucrados en el aumento de la cantidad y calidad de los emprendimientos.
  • Capital de riesgo. Las empresas que reciben el aporte de inversionistas en etapas tempranas, presentan mayores tasas de crecimiento y de creación de empleos. En el caso del capital de riesgo, el crecimiento suele ser inmediato y tiende a ser más pronunciado en las primeras rondas de inversión que en las sucesivas.
  • Fondos de descubrimiento o aceleradoras/incubadoras proveedoras de capital pre-semilla inicial. El surgimiento de los “fondos de descubrimiento” es un fenómeno creciente durante los últimos años, sobre todo en Estados Unidos, pero que se ha hecho extensivo a otras realidades. También es creciente la participación del sector privado, de grandes multinacionales aceleradoras para emprendedores en fondos de inversión y de capital de riesgo en América Latina. En países como México, Chile, Colombia, Brasil se cuenta con una industria madura de fondos de capital que invierten en un solo sector o en varios; y en un país o en varios, con una concepción más regional.
  • Start-ups. Con el creciente interés de los gobiernos de América Latina en los ecosistemas de emprendimiento, están surgiendo diversas iniciativas de apoyo a Start-Ups, dirigidas a atraer talento, generar ideas y financiar nuevos negocios. Start-Up es el término popularizado durante el periodo de crecimiento tecnológico desde mediados de los 90s hasta la mitad de la década de 2000, principalmente en Estados Unidos, y “significa una iniciativa de negocios que surge con la intención de crecer aceleradamente mediante financiamiento e innovación” (CAF, 2014). El Star-up Chile fue la primera iniciativa enfocada en apoyar este tipo de emprendimiento en 2010. Esta administrada por la Corporación de Promoción de la Producción y su objetivo es atraer experiencia y conocimiento al país para generar capacidades, combinando ideas con financiamiento. El programa asigna a cada emprendedor un “padrino” que le apoye en el mentoring, y patrocinadores que apoyan el proceso del desarrollo de la idea de negocios. CORFO en Chile ofrece instrumentos y programas durante todos los estadios de desarrollo empresarial desde el desarrollo de la empresa hasta su consolidación. Start-Up Brasil cumple el mismo propósito, aunque asignando un rol al sistema nacional de incubadoras de empresas; y ofrece apoyo a través de asesorías en materia administrativa y de fortalecimiento de redes. La condición que se le exige al emprendedor es quedarse en el país. Perú lanzó a final del 2013 el concurso de capital semilla para emprendedores innovadores llamado Start-Up Perú, desarrollado en conjunto entre el Ministerio de la Producción y el Fondo de Ciencia Tecnología e Innovación (FINCYT), para apoyar el emprendimiento innovador y para fortalecer entidades que apoyan al emprendimiento, particularmente las incubadoras de negocios, mediante recursos propios del Estado peruano y también de fuentes multilaterales.
  • Disminución de costes del fallo emprendedor. Las políticas que disminuyen los costes del fallo emprendedor suelen tener un impacto positivo en la robustez de los ecosistemas de emprendimiento que se crean. Entre ellas se encuentran todos aquellos programas y cambios regulatorios que apuntan a una resolución rápida de situaciones de insolvencia. La creación de sistemas de insolvencia estables es uno de los esfuerzos que han buscado abordar iniciativas como los informes ROSC (Report of the Observance of Standards and Codes), que proporcionan un perfil basado en los principios del Banco Mundial que permite a los países evaluar su sistema de insolvencia y de derechos de crédito. En esta misma línea, la Comisión Europea tiene el proyecto “Estigma de la quiebra e instrumentos de prevención”, con el objetivo de desarrollar mejores sistemas de prevención e información sobre la quiebra.Por último, a nivel latinoamericano es rescatable el programa chileno Nuevamente, el cual tiene por objetivos prevenir el fallo empresarial y reducir el estigma social asociado al fallo, así como fomentar una segunda oportunidad para empresarios en situación de riesgo (CAF, 2014).
  • Inversión ángel. Otra alternativa para el acceso a la inversión, tras la etapa inicial, es el acceso a inversión ángel. Los ángeles inversores son por lo general empresarios o ejecutivos que invierten en emprendimientos que se encuentran en etapas iniciales, entre 50 mil y un millón de dólares. Los ángeles inversores suelen asociarse en redes o clubes, que les permiten aunar esfuerzos en labores clave para el funcionamiento del proceso inversor: captación de prospectos, análisis de casos, negociación, inversión conjunta, costos legales, etc.  La experiencia de los países de América Latina en redes de ángeles inversores es todavía muy incipiente y requiere mayor apoyo para su conformación, así como incentivos tributarios tanto para la ganancia de capital como para las eventuales pérdidas.
  • Crowdfunding. Junto a estas herramientas de financiación, hay una tendencia creciente a hacer uso de los mecanismos de financiamiento colectivos, denominados también de crowfunding. Presenta como ventaja su aportación innovadora a la “democratización” de la inversion/financiación; aunque adolece del compromiso a más largo plazo que representan los inversores ángeles tanto en tiempo como en apoyo.

[1] Los desafíos son importantes para generar un marco regulatorio que fomente la inversión semilla y de riesgo

BIBLIOGRAFIA:

FOMIN – BID.  «Guía de emprendimientos dinámicos». Serie de Guías de Aprendizaje FOMIN. Washington DC. 
 
ICSEd-Prodem, 2014: “Índice de Condiciones Sistémicas para el Emprendimiento Dinámico”.

Kamiya, M, 2012: “Emprendimiento, ecosistema y competitividad en América Latina”.

Kantis, H. et al. Indice de condiciones sistémicas para el emprendimiento dinámico : una herramienta para la acción enFOMIN – BID.  «Guía de emprendimientos dinámicos». Serie de Guías de Aprendizaje FOMIN. Washington DC. 
 
ICSEd-Prodem, 2014: “Índice de Condiciones Sistémicas para el Emprendimiento Dinámico”. 
 
Kamiya, M, 2012: “Emprendimiento, ecosistema y competitividad en América Latina”.


Kantis, H. et al. Indice de condiciones sistémicas para el emprendimiento dinámico : una herramienta para la acción en América Latina - 1a ed. - Rafaela: Asociación Civil Red Pymes Mercosur, 2014.

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Esta es una de las aportaciones que comparte con nosotros Cecilia Gañán de Molina, quien, como consultora internacional en comunicación y desarrollo, ha trabajado, desde su inicio, en la Plataforma de desarrollo territorial desarrollada conjuntamente por FAO/Banco Mundial. En esta Colaboración, Cecilia profundiza sobre la emergencia, a nivel nacional y regional en América Latina y el Caribe, de los nuevos esquemas de generación de entornos emprendedores en favor de un desarrollo más sistémico y sostenible de los territorios.

Author: Cecilia Gañan de Molina
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