El País Vasco en España hizo, hace algunas décadas, una apuesta territorial por la innovación sostenible, y por un modelo de crecimiento económico que fuera unido al equilibrio social. Su experiencia fue recogida por el Informe NESTA “Cuando lo pequeño es hermoso. Lecciones de pequeños países altamente innovadores” (NESTA 2014), en el cual se analizan experiencias exitosas de modelos de innovación en países pequeños. A pesar de las diferencias entre los países estudiados, Nesta extrae lecciones que pueden extraerse en materia de innovación communes a todos ellos.

Durante los años ochenta y noventa, los sucesivos gobiernos del País Vasco, en España, dieron prioridad a la competitividad industrial a través de la inversión en investigación y tecnología y trabajaron con socios privados para desarrollar una política industrial basada en la formación de clústers. El reto era hacer crecer una economía en serio declive. 

Desde entonces, y gracias a aquella apuesta, los centros tecnológicos del País Vasco han evolucionado hasta convertirse en poderosas redes diversificadas compuestas por centros de investigación básica y aplicada. Así, desde mediados de los noventa, las exportaciones vascas a países extranjeros crecieron con mayor rapidez que la media española. Además, el Gobierno vasco puso en marcha la fundación Ikerbasque para reclutar a investigadores internacionales para trabajar en las instituciones académicas vascas.

Complementariamente, Innobasque, la Agencia vasca de innovación, fue creada en 2007, y tiene por mission el impulso de la colaboración a través de la creación de redes o “networking”. Reúne a diversos grupos para llevar a cabo acciones en áreas clave para la región, incluyendo una mejor prestación de servicios públicos. Cuenta con un potente Consejo de Administración procedente de los sectores público y privado que puede impulsar cambios.

En este contexto de apuesta territorial por la innovación sostenible, el País Vasco tiene ejemplos interesantes  de crecimiento económico con el equilibrio social. Mondragón es una corporación vasca enfocada a la innovación, y una federación de cooperativas de trabajadores con una visión compartida de valores de cooperación, participación, responsabilidad social e innovación. Es ciertamente rentable: es el séptimo grupo empresarial de España y conforma el 3,6% del PIB vasco. 

El caso del País Vasco fue recogido por el Informe NESTA “Cuando lo pequeño es hermoso. Lecciones de pequeños países altamente innovadores”  (NESTA 2014), en el cual se analizan experiencias exitosas de modelos de innovación en países pequeños. 

A pesar de las diferencias entre los países estudiados, Nesta extrae cinco como lecciones que pueden extraerse en materia de innovación, y que son communes a todos ellos:

1. ENTIENDEN LA INNOVACIÓN “DOWNSTREAM”: Una de las principales características de estos países es lo buenos que son a la hora de convertir buenas ideas e innovaciones que se encuentran en su primera fase en éxitos comerciales.

2. APERTURA AL MUNDO: La apertura hacia el mundo parece ser algo importante en los países pequeños. Ningún país tiene el monopolio de las buenas ideas ni de la innovación, y parece que estos pequeños países que destacan tanto en innovación son también excelentes a la hora de adoptar las buenas ideas y costumbres de otros países.

3. INNOVACIÓN Y GOBIERNO: Los gobiernos de estas naciones innovadoras no sólo apoyan la innovación de manera directa, financiando la investigación  y con regímenes fiscales favorables a ello, sino que también promueven la innovación a través del conjunto de sus actividades.

4. INSTITUCIONES EMPRESARIALES EFECTIVAS: Estos países tienden a poseer prestigiosas instituciones dedicadas a la innovación, que suelen formar parte, o al menos estar relacionadas con el estado, pero alejadas, de alguna manera, del control político central.

5. EL CONCEPTO DE MISIÓN NACIONAL: Quizá sea la característica más difícil de evidenciar, pero ha sido demostrada por los habitantes de los propios países que aparecen en el informe.

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