La especialización inteligente en las Agendas de Innovación de México
En la actualidad, los gobiernos desempeñan un papel clave en el estímulo a la innovación tecnológica, en la inversión en I+D, y en la promoción de ecosistemas de conocimiento que incentiven actividades científicas y tecnológicas.
Se ha demostrado que los emprendimientos de base tecnológica crean círculos virtuosos, generando altos márgenes de utilidad y empleando personal altamente calificado con salarios más competitivos.
México ha iniciado un nuevo camino hacia la innovación y la sociedad del conocimiento mediante la aplicación del saber y el fortalecimiento de las capacidades científicas y tecnológicas en todos los Estados y regiones de la República.
Las Agendas Estatales de Innovación (AEI) son procesos de intervención que ayudan a los Estados y Regiones a enfocar estratégicamente los recursos disponibles para detonar y apoyar proyectos de alto impacto. Éstas se enfocan principalmente en las capacidades específicas y la vocación económica de cada entidad y región, con miras a desarrollar su potencial para innovar y competir en el contexto regional, nacional y global.
La descentralización de las actividades científicas y tecnológicas, y el fortalecimiento de capacidades a todos los niveles de gestión, es uno de los ejes de la estrategia. Las AEI propician la participación de los agentes involucrados en la economía del territorio, (empresas, gobierno, academia), permitiendo que las decisiones tomadas sean razonables y respondan a los intereses, capacidades reales y potenciales del territorio.
Bajo este esquema, a través de grupos consultores expertos en ciencia, tecnología e innovación, durante 2014 en cada uno de los 32 estados se convocó a los actores clave de la academia, industria, gobiernos y sociedad a múltiples reuniones de trabajo para definir las respectivas agendas de cada entidad. A cada una se le denominó Agenda Estatal y Regional de Innovación (AEI).
Principales objetivos del proyecto
Establecer un modelo de gobernanza para cada estado y región.
Caracterizar el entorno competitivo a través de la definición de capacidades de innovación y ventajas competitivas del estado y región.
Consensuar y definir prioridades sectoriales y áreas de especialización inteligente.
Elaborar agendas sectoriales de innovación con base en el análisis de tendencias tecnológicas globales y la definición de líneas tecnológicas de actuación por sector o área de especialización.
Hacer recomendaciones para diseñar instrumentos de apoyo que permitan financiar proyectos derivados de las agendas, de carácter federal, estatal, multilateral, entre otros.
Integrar la información y consensos anteriores en una Agenda Estatal/Regional de Innovación.
Diseñar un sistema de control y evaluación que contemple indicadores y estructuras organizativas responsables del seguimiento de las Agendas
Metodología
Para su elaboración se adaptó al contexto nacional un proceso que conjunta las mejores prácticas de la metodología de especialización inteligente o RIS3 (Regional Innovation Strategies for Smart Specialisation), la cual ha sido utilizada en más de 150 regiones en la Unión Europea.
Se basa en la llamada especialización inteligente que permite usar recursos de forma eficiente, a la vez que promueve la colaboración y consenso entre autoridades nacionales y regionales, con el fin de crear estrategias de desarrollo basadas en la investigación e innovación.
Dicha metodología permite centrar los recursos en los sectores con un mayor potencial de impacto, aprovechado las fuentes de conocimiento y tecnologías existentes. Asimismo, permite: identificar características, fortalezas y activos exclusivos de cada entidad o región; destacar ventajas competitivas; involucrar actores y recursos locales en torno a una visión de excelencia de su futuro; fortalecer los sistemas regionales de innovación; maximizar los flujos de conocimiento y, finalmente, responder a desafíos económicos y sociales.
La especialización inteligente permite
Identificar las características, fortalezas y activos exclusivos de cada entidad o región.
Destacar ventajas competitivas.
Involucrar actores y recursos regionales en torno a una visión de excelencia de su futuro.
Fortalecer los sistemas regionales de innovación.
Maximizar los flujos de conocimiento.
Responder a retos económicos y sociales.
Resultados esperados
México enfrenta grandes retos en estas materias, agrandados por la diversidad, complejidad y asimetrías del país. Se espera que las Agendas de Innovación se conviertan en un instrumento de política pública que permita coordinar la interacción de los estados con las diferentes instancias de apoyo a la innovación y, en particular, con los programas del Conacyt (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología), para potenciar la inversión conjunta en sectores y nichos de alto impacto para su economía.
También se persigue que este proceso incida en una mayor inversión del sector privado en desarrollo tecnológico e innovación, así como en la identificación de infraestructura estratégica, en el lanzamiento de programas de desarrollo, en la generación de sinergias entre sectores y regiones, y en la inserción de tecnologías transversales clave.
Estudio de caso: la Agenda de Durango
Durango representa la economía número 23 del país. El estado de Durango cuenta con una infraestructura científica y tecnológica que le ha permitido desarrollar capacidades relevantes para sectores como el Forestal, el Minero, el Metalmecánico y el Agroindustrial. No obstante, la ubicación estratégica del estado no se ha capitalizado lo suficiente como para motivar la creación de impulsos significativos para el crecimiento y el desarrollo.
La entidad cuenta con un marco institucional que posibilita la generación de recursos para la ciencia, la tecnología y la innovación, así como instituciones de educación superior y centros de investigación que le permiten tener una oferta de recursos humanos de alto nivel y oportunidades para la inversión nacional y extranjera.
La valoración de diversos criterios permitió proporcionar una visión objetiva del posicionamiento de cada una de las áreas candidatas según tres ejes: socioeconómico, científico-tecnológico y de mercado. Este análisis cuantitativo se completó con una nueva dinámica de grupo en un taller del Grupo Consultivo, lo que permitió llegar a la selección final de tres áreas de especialización: turismo, agroindustria, y recursos naturales.