Plataforma de Territorios y Paisajes Inclusivos y Sostenibles

Gobernanza

 

 

Fomentamos inversiones que incentivan la articulación entre instituciones y políticas, la participación de los actores territoriales, la transparencia y la responsabilidad en la promoción de una mayor equidad y eficiencia en el desarrollo.

Marco conceptual

La gobernanza ha venido a instaurar una perspectiva innovadora en el proceso de toma de decisiones que se contrapone a los modelos jerárquicos de gobierno tradicional, en los que los Estados ejercían el poder sin aprovechar el potencial de participación activa y comprometida de la sociedad. La relación poderes públicos-ciudadanía ha sido redefinida a la luz de este concepto.

Desde los años 90 se empieza a usar el concepto “gobernanza” para aludir a la eficacia, eficiencia, calidad y buena orientación en la gestión de los asuntos públicos, y a la legitimidad que otorga a la actuación de los poderes públicos. La buena gobernanza promueve la equidad, la participación, el pluralismo, la transparencia, la responsabilidad y el estado de derecho, de modo que sea efectivo, eficiente y duradero (Naciones Unidas).  Es, por lo tanto, un proceso preferentemente político que se relaciona con la capacidad de realizar un buen gobierno y de producir bienestar en la comunidad.

La "gobernanza territorial" se refiere a la "capacidad de las sociedades de resolver sus asuntos y de contribuir al desarrollo de sus territorios mediante la articulación y participación de diversos actores territoriales, entre ellos (i) el Estado (gobernanza multinivel vertical), (ii) la sociedad civil, (iii) las agencias públicas localizadas territorialmente y (iv) el sector privado (gobernanza multinivel horizontal), en un contexto en el cual, el gobierno regional está enfocado en las oportunidades de los territorios, estimulando el crecimiento económico con inclusión social” (RIMISP, 2010). La gobernanza vertical implica una coordinación entre los niveles central, regional y local, y una coherencia y complementariedad entre ellos. La gobernanza horizontal abre la posibilidad de participar en los debates y decisiones políticas, a actores no políticos de la sociedad.

La aplicación de los principios de gobernanza en políticas tan fundamentales como son las de seguridad alimentaria y nutrición, puede representar una contribución decisiva, en cuanto que otorgan un papel mayor a las instituciones locales, que son las que a menudo se enfrentan con los problemas derivados de esas cuestiones. La buena gobernanza para la seguridad alimentaria y la nutrición es el conjunto de normas formales e informales y procesos a través de los cuales los actores públicos y privados articulan sus intereses y decisiones para el logro de ambos objetivos a nivel local, regional y mundial (Programa de la Unión Europea y la FAO sobre mejora de la gobernanza global para la reducción de la pobreza).

En este nuevo camino hacia territorios con mayor número de interacciones es imprescindible avanzar, paralelamente, en la creación de una nueva institucionalidad capaz de gobernar esa complejidad, y capaz de liderar la transición desde una gestión tradicional basada en la fragmentación de actores territoriales y el solapamiento institucional, hasta un nuevo modelo de articulación, relación y estructuración sostenible de la sociedad local. Aunque esta nueva institucionalidad requiere un esfuerzo de aprendizaje social compartido entre administraciones y sociedad, es indudable que el modelo de gobernanza territorial representa, en la nueva economía compartida, el nuevo escenario de mediación para la definición y aplicación de estrategias territoriales. 

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