Mensajes clave 2023
Los servicios ecosistémicos de las montañas son esenciales para la vida.
Las montañas, como “torres de agua” naturales, suministran agua dulce a casi la mitad de la humanidad. El papel de las montañas en la captura, el almacenamiento y la liberación de las aguas sostiene los ecosistemas, sustenta la agricultura y suministra energía limpia y medicamentos.
Las montañas saludables son importantes para la biodiversidad.
Las montañas cubren alrededor del 27 % de la superficie terrestre del planeta y albergan 25 de los 34 puntos críticos de biodiversidad de todo el mundo, así como especies raras de plantas y animales, por ejemplo, los leopardos de las nieves y los gorilas de montaña.
Los ecosistemas de montaña resilientes son fundamentales para la adaptación al cambio climático.
Los ecosistemas de montaña saludables contribuyen a mitigar los efectos del cambio climático y los riesgos conexos. Los bosques cubren el 39 % de la superficie montañosa de todo el mundo. Los bosques y los pastizales de montaña enfrían las temperaturas locales, aumentan la retención del agua, proporcionan una reserva vital de carbono y reducen el riesgo de erosión y deslizamientos de tierra.
Los habitantes de las montañas sufren los efectos negativos de la degradación de la tierra.
En los países en desarrollo, al menos 311 millones de habitantes de las zonas rurales montañosas viven en zonas expuestas a la degradación progresiva de la tierra, y 178 millones de ellos se consideran vulnerables a la inseguridad alimentaria.
Los ecosistemas de montaña están amenazados por la contaminación.
Los ecosistemas de montaña están en peligro por el vertido incontrolado y la quema a cielo abierto de desechos, incluidos los residuos plásticos. Se ha encontrado microplásticos incluso en la cima del Monte Everest.
Los agricultores y pastores de montaña son fundamentales en el manejo sostenible de los ecosistemas de montaña.
Los habitantes de las montañas son guardianes de la biodiversidad. Los pueblos indígenas y locales de las montañas tienen conocimientos, tradiciones y prácticas culturales locales únicos y valiosos que contribuyen a estrategias eficaces de manejo de la tierra y a sistemas alimentarios sostenibles.