Tierras y Aguas

El 19 de noviembre es el Día Mundial del Retrete... ¡Todos deben tener un saneamiento sostenible que ayude a combatir el cambio climático!


La reutilización segura de los desechos humanos ayuda a ahorrar agua, reduce y captura las emisiones de gases de efecto invernadero para la producción de energía y proporciona a la agricultura una fuente fiable de agua y nutrientes.

El cambio climático se está acelerando. Las inundaciones, las sequías y el aumento del nivel del mar amenazan a los sistemas de saneamiento, desde los retretes hasta las fosas sépticas y las plantas de tratamiento. El agua de las inundaciones puede contaminar los pozos utilizados para abastecerse de agua potable. Las inundaciones también pueden dañar los retretes y esparcir los desechos humanos en las comunidades y los cultivos alimentarios, causando enfermedades mortales y crónicas y planteando riesgos para la seguridad de los cultivos y la inocuidad de los alimentos.

Hoy en día, 4 200 millones de personas carecen de acceso a servicios de saneamiento gestionados de forma segura. En cambio, a menudo utilizan retretes poco fiables e inadecuados o defecan al aire libre. La defecación al aire libre y la falta de saneamiento mejorado se encuentran entre los principales factores que conducen a la malnutrición, siendo los principales contribuyentes a la contaminación del agua y el suelo. En las zonas rurales, las aguas contaminadas se utilizan para regar cultivos y para otras actividades agrícolas como abrevar el ganado, lo que pone en contacto a los cultivos y los animales con patógenos y otros contaminantes.

A nivel mundial, el 80 % de las aguas residuales generadas por la sociedad vuelven al ecosistema sin ser tratadas ni reutilizadas y desechos humanos no tratados se vierten en el medio ambiente y propagan enfermedades mortales y crónicas. Cuando el agua se expone a excrementos humanos no tratados, se convierte en un caldo de cultivo para parásitos y enfermedades transmitidas por el suelo y el agua, como el cólera, la disentería, la E. coli, la salmonela y los gusanos intestinales transmitidos por el suelo (helmintiasis).

Todos deben tener un saneamiento sostenible que ayude a combatir el cambio climático y preservar tanto la salud como el funcionamiento de las comunidades. Los sistemas de saneamiento sostenibles también hacen un uso productivo de las aguas residuales y los biosólidos que contienen agua, nutrientes y energía de gran valor, para impulsar la agricultura de manera segura y, al mismo tiempo, reducir y capturar las emisiones de gases de efecto invernadero.

La FAO presta apoyo a los Estados Miembros para que adopten el enfoque de la economía circular aplicado a la agricultura, haciéndola más respetuosa con el medio ambiente, sostenible y resistente a crisis como la de la enfermedad por coronavirus (COVID-19).

Se trata de adoptar medidas para hacer frente a la crisis mundial del saneamiento y alcanzar el sexto Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS 6), relativo al agua y el saneamiento para todos para 2030.

Para obtener más información sobre el apoyo de la FAO a los Estados Miembros, visite la página web dedicada a este tema.

Para obtener más información sobre el Día Mundial del Retrete, visite el sitio web oficial.