La agricultura podría ser el motor de la recuperación en la República Árabe Siria. Sin embargo, para que la agricultura sea productiva y resiliente los agricultores deben poder acceder a semillas de calidad de variedades bien adaptadas y preferidas de los principales cultivos estratégicos.
Antes de la crisis, correspondía a la Organización General de Multiplicación de Semillas (GOSM) la producción de unas 300 000 toneladas de semillas certificadas de cultivos estratégicos (el trigo, la cebada y las principales legumbres). Sin embargo, la pérdida de instalaciones y de capacidad humana como consecuencia del conflicto ha reducido su producción de semillas por debajo de los niveles previos a la crisis. Para la temporada de siembra de 2020 la GOSM distribuyó a los agricultores unas 75 000 toneladas de semillas de trigo, lo cual apenas representaba un 25 % de la cantidad que distribuía antes de la crisis. La restauración de la capacidad va más allá de la producción de semillas; de hecho, comprende la investigación y el suministro de semillas y servicios conexos, como servicios crediticios y de comercialización. Ante la compleja situación económica, puede que el nivel de producción de semillas no recupere los niveles anteriores para todos los cultivos, y puede que haya que plantearse otras estrategias de producción y suministro de semillas de calidad para complementar la labor de la GOSM.
Preparación de semilla de trigo para plantar - FAO / Sheam Kaheel
La escasez de las semillas de trigo en el país obligó a los pequeños agricultores a depender de la compra en el mercado de semillas de procedencia desconocida o a usar grano guardado de su cosecha. Sin duda, ambas estrategias de supervivencia repercuten notablemente en la producción y, en consecuencia, en la seguridad alimentaria del país, que ya se encuentra en situación vulnerable.
La FAO, teniendo en cuenta la importancia capital de la escasez de semillas en la cadena alimentaria, ha contribuido al restablecimiento de una seguridad alimentaria nutritiva en las zonas de Siria afectadas por disturbios civiles.
La FAO realizó una evaluación de la seguridad de las semillas, que puso de manifiesto las dificultades en que se encontraba el sector de las semillas, especialmente en lo atinente a los pequeños agricultores. Las principales recomendaciones son las siguientes:
• Perfeccionar los enfoques de asistencia en semillas de emergencia.
• Intensificar el suministro de semillas de calidad.
• Mejorar el acceso de los agricultores a las semillas.
• Aprovechar los mercados locales.
• Ampliar el acceso de los agricultores a cultivos y variedades nuevos.
La FAO contribuye de forma activa a dar una respuesta a estas cinco recomendaciones.
Desde 2013, la FAO, en el marco del programa humanitario, ha distribuido 31 000 toneladas de semillas de trigo a unos 155 000 hogares. La distribución de semillas abarcó 10 provincias: Alepo, Al-Hasakeh, Ar Raqqa, As-Sweida, Dar’a, Deir-ez-Zor, Hama, Homs, Idlib y Damasco Rural.
Desde 2018, la FAO, junto con sus asociados en la ejecución (es decir, el Centro internacional de investigación agrícola en las zonas secas [ICARDA]), impulsa la producción de semillas de ámbito comunitario con fines de generación de ingresos para complementar las semillas distribuidas en el país por la GOSM. Además, la FAO elaboró un programa de multiplicación de primeras generaciones (clases prebásicas y básicas) de semillas de las principales variedades de trigo, cebada, garbanzos y lentejas. En total, se distribuyeron a agricultores pioneros con fines de multiplicación unas 18 toneladas de semillas prebásicas y unas 114 toneladas de semillas básicas, junto con otros insumos agrícolas como capacitación especializada y la supervisión y el seguimiento necesarios (la necesidad anual de semillas prebásicas en el país es de 10 a 15 toneladas, mientras que la de semillas básicas es de 230 a 260 toneladas). De ese modo se inyectaron en el sistema las semillas producidas, a raíz de lo cual aumentaron las semillas de calidad que los agricultores vulnerables tenían a su disposición.
Apoyo al establecimiento de grupos de productores de semillas
La FAO, en colaboración con sus asociados, ayuda a los agricultores avanzados a organizarse en grupos informales de producción de semillas. Gracias a la organización de determinados agricultores con fines de producción y comercialización de semillas podrían mejorar el acceso y la disponibilidad de semillas de calidad, en particular en las regiones y los cultivos o variedades que la GOSM no puede cubrir actualmente. La producción de semillas descentralizada y dirigida por los agricultores se ha promovido con éxito en Siria para complementar la producción de semillas del sector formal, con lo cual ha mejorado el acceso de los agricultores a semillas de calidad. Se han organizado dos grupos de productores de semillas que se han inscrito en las provincias de Homs y Alepo, y se está estableciendo un tercer grupo en Deir Ez-Zor, bajo los auspicios del Programa de apoyo al pequeño agricultor de la FAO en coordinación con el ICARDA y la GOSM. Hoy en día 24 agricultores son productores activos de semillas en el país que generan varias decenas de toneladas de semillas de calidad que son inspeccionadas y certificadas por la autoridad nacional de semillas e inyectadas en el sistema.
Recientemente, el Ministro de Agricultura y Reforma Agraria solicitó apoyo a la FAO para examinar las políticas, capacidades y limitaciones de los sistemas de semillas. Se ha creado un equipo que incluye expertos de la FAO ubicados en la Sede en Roma y se encarga de examinar las políticas y prácticas en materia de semillas. A raíz del estudio: i) se formularán recomendaciones para la producción y la garantía de calidad de las semillas de trigo (y de otros cultivos); ii) se formularán recomendaciones de reforma de las políticas y procedimientos; iii) se determinarán medidas prioritarias para el fortalecimiento del acceso a las semillas de calidad de cultivos (y agricultores) que están menos atendidos por el sistema formal. El estudio se concluirá en breve.
Para finalizar, el sector de las semillas constituye para la FAO uno de los principales objetivos y prioridades de su programa; la asistencia a los agricultores vulnerables para que accedan a semillas de calidad contribuirá a la reducción de la inseguridad alimentaria, a la mejora de los medios de vida y a la lucha contra la pobreza.