Los donantes deben duplicar las inversiones para erradicar el hambre
Una novedosa investigación simula los costos que implicaría la consecución de los objetivos de seguridad alimentaria de 2030
12 de octubre de 2020, Roma - Si los donantes duplican sus inversiones y gastan el dinero sabiamente podrían ayudar a poner fin al hambre para 2030, dijo una coalición de grupos de investigación en un llamamiento a la acción con miras al Día Mundial de la Alimentación. Los donantes deben gastar, en promedio, 14 mil millones de USD adicionales al año de aquí a 2030, lo que equivale prácticamente a duplicar su gasto actual en ayuda para seguridad alimentaria y nutrición, según una nueva investigación del Centro de Investigación para el Desarrollo (ZEF), la Universidad de Cornell, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI) y el Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible.
El Sr. Máximo Torero, Economista Jefe de la FAO, señaló: "El mundo produce suficientes alimentos para alimentar a todos, por lo que es inaceptable que 690 millones de personas estén subalimentadas, 2 000 millones no tengan acceso regular a cantidades suficientes de alimentos inocuos y nutritivos, y 3 000 millones no puedan permitirse una dieta saludable. Si los países ricos duplican sus compromisos de ayuda y prestan asistencia a los países pobres para dar prioridad a intervenciones eficaces en función de los costos en el ámbito del I+D agrícola, la tecnología, la innovación, la educación, la protección social y la facilitación del comercio, así como enfocarse debidamente en ellas y ampliarlas, podemos vencer al hambre para 2030."
El llamamiento a la acción es fruto del esfuerzo conjunto de dos proyectos -Ceres2030: Soluciones sostenibles para poner fin al hambre, dirigido por Cornell, el IFPRI y el Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible, y una investigación conjunta de la FAO y el ZEF. Ambas conclusiones se presentarán en un acto que se celebrará el 13 de octubre, organizado por el gobierno de Alemania, en el que se espera que los donantes se comprometan a contribuir económicamente al Programa mundial de agricultura y seguridad alimentaria.
Ceres2030 y el proyecto de la FAO y el ZEF utilizaron diferentes metodologías, pero llegaron a la misma conclusión de que los donantes debían duplicar su gasto. Ceres2030 creó un modelo económico de equilibrio general computable para determinar la mejor forma de poner fin al hambre de manera sostenible, con arreglo al segundo Objetivo de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. El Sr. David Laborde, Investigador Principal del IFPRI, indicó: "Constatamos que, si los donantes duplican su ayuda, y además los países más pobres aumentan el gasto con cargo a sus propios presupuestos, entonces, para finales del decenio, podríamos haber puesto fin al hambre, duplicar los ingresos de 545 millones de agricultores en pequeña escala y limitar las emisiones agrícolas de conformidad con el Acuerdo de París sobre el clima".
El Sr. Joachim von Braun, Director del ZEF y Presidente del Grupo científico que asesora a las Naciones Unidas acerca de la próxima Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios, señaló lo siguiente: "Nuestro estudio indica que son necesarios entre 39 mil y 50 mil millones de USD adicionales al año para poner fin al hambre para 2030, tal como contempla el segundo Objetivo Desarrollo Sostenible. Para cumplir la promesa que los países del G-7 hicieron en Elmau en 2015 de liberar del hambre a 500 millones de personas, es preciso que los donantes gasten entre 11 mil y 14 mil millones de USD adicionales al año, lo que supone alrededor del doble de su gasto actual en ayuda para seguridad alimentaria. Esta inversión debe contribuir a la sostenibilidad y el desarrollo a largo plazo."
Ceres2030 creó asimismo una nueva herramienta de inteligencia artificial revolucionaria de aprendizaje automático, descrita en un artículo de Nature Machine Intelligence, la cual empleó un joven equipo, liderado mayoritariamente por mujeres y compuesto por más de 70 investigadores procedentes de 23 países, para contestar ocho preguntas de investigación que versaban sobre ámbitos como la escasez de agua y el empleo para el futuro. Los resultados figuran en una nueva serie de ocho artículos especializados, publicados en Nature Research, que muestran de qué modo los gobiernos pueden concentrar mejor el gasto en poner fin al hambre y, al mismo tiempo, aumentar los ingresos de los agricultores en pequeña escala y reducir las repercusiones de la agricultura en el medio ambiente.
La Sra. Jaron Porciello, Subdirectora de la Universidad de Cornell, señaló: "Utilizamos nuestra nueva herramienta de inteligencia artificial para analizar medio millón de artículos de los últimos 20 años. La herramienta nos ayudó a identificar los 10 000 artículos más pertinentes, de los cuales podríamos extraer a continuación conclusiones útiles sobre los métodos que resultan efectivos para poner fin al hambre. Este planteamiento podría repetirse con el objetivo de sentar una base de datos científicos comprobados para abordar muchos de los problemas normativos más complejos del mundo. Instamos a los gobiernos a aplicar nuestras conclusiones a fin de garantizar que su gasto en ayuda resulte lo más eficaz posible."
Tanto los estudios de Ceres2030 como de la FAO y el ZEF recomiendan que los donantes lleven a cabo intervenciones que tengan base empírica y estén concebidas para apoyarse mutuamente, como la inversión en I+D agrícola, el apoyo a programas de protección social que proporcionen alimento o dinero en efectivo a quienes necesitan ayuda y el fomento de la inclusión, en particular mediante la mejora de la alfabetización de la mujer y la impartición de capacitación a los jóvenes de zonas rurales. El gasto debería centrarse en los lugares donde la necesidad sea más imperiosa, principalmente el África subsahariana y Asia meridional.
La Sra. Carin Smaller, Directora de Agricultura, Comercio e Inversión del Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible (IISD), indicó: "Esto es un llamamiento a la acción. Si los países ricos duplican sus compromisos de ayuda para la seguridad alimentaria y la nutrición, la erradicación del hambre estará a nuestro alcance. Con solo 10 años ante nosotros para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, necesitamos realizar un esfuerzo conjunto y coordinado, basado en datos empíricos y estimulado con fondos suficientes. Nuestras cinco organizaciones han proporcionado a los donantes la base empírica que necesitan para poner fin al hambre de manera sostenible; ahora es el momento de actuar".
La Enviada Especial de las Naciones Unidas, Dra. Agnes Kalibata, y el Ministro para la Cooperación y el Desarrollo Económico de Alemania, Excmo. Dr. Gerd Müller, escribieron un prólogo para el resumen de las conclusiones de Ceres2030: "El estudio llega en un momento crítico. Las dramáticas consecuencias de la crisis de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) están exacerbando el sufrimiento de los más vulnerables, especialmente en las regiones más pobres del mundo. Para ellos, la pandemia de la COVID‑19 supone asimismo una pandemia de hambre. Teniendo esto presente, la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios Sostenibles que las Naciones Unidas celebrarán el año próximo presentará nuevas medidas, soluciones y estrategias audaces para lograr progresos en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, cada una de los cuales está basada en sistemas alimentarios más saludables, más sostenibles y más equitativos".
El Sr. Máximo Torero, Economista Jefe de la FAO, señaló: "El mundo produce suficientes alimentos para alimentar a todos, por lo que es inaceptable que 690 millones de personas estén subalimentadas, 2 000 millones no tengan acceso regular a cantidades suficientes de alimentos inocuos y nutritivos, y 3 000 millones no puedan permitirse una dieta saludable. Si los países ricos duplican sus compromisos de ayuda y prestan asistencia a los países pobres para dar prioridad a intervenciones eficaces en función de los costos en el ámbito del I+D agrícola, la tecnología, la innovación, la educación, la protección social y la facilitación del comercio, así como enfocarse debidamente en ellas y ampliarlas, podemos vencer al hambre para 2030."
El llamamiento a la acción es fruto del esfuerzo conjunto de dos proyectos -Ceres2030: Soluciones sostenibles para poner fin al hambre, dirigido por Cornell, el IFPRI y el Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible, y una investigación conjunta de la FAO y el ZEF. Ambas conclusiones se presentarán en un acto que se celebrará el 13 de octubre, organizado por el gobierno de Alemania, en el que se espera que los donantes se comprometan a contribuir económicamente al Programa mundial de agricultura y seguridad alimentaria.
Ceres2030 y el proyecto de la FAO y el ZEF utilizaron diferentes metodologías, pero llegaron a la misma conclusión de que los donantes debían duplicar su gasto. Ceres2030 creó un modelo económico de equilibrio general computable para determinar la mejor forma de poner fin al hambre de manera sostenible, con arreglo al segundo Objetivo de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. El Sr. David Laborde, Investigador Principal del IFPRI, indicó: "Constatamos que, si los donantes duplican su ayuda, y además los países más pobres aumentan el gasto con cargo a sus propios presupuestos, entonces, para finales del decenio, podríamos haber puesto fin al hambre, duplicar los ingresos de 545 millones de agricultores en pequeña escala y limitar las emisiones agrícolas de conformidad con el Acuerdo de París sobre el clima".
El Sr. Joachim von Braun, Director del ZEF y Presidente del Grupo científico que asesora a las Naciones Unidas acerca de la próxima Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios, señaló lo siguiente: "Nuestro estudio indica que son necesarios entre 39 mil y 50 mil millones de USD adicionales al año para poner fin al hambre para 2030, tal como contempla el segundo Objetivo Desarrollo Sostenible. Para cumplir la promesa que los países del G-7 hicieron en Elmau en 2015 de liberar del hambre a 500 millones de personas, es preciso que los donantes gasten entre 11 mil y 14 mil millones de USD adicionales al año, lo que supone alrededor del doble de su gasto actual en ayuda para seguridad alimentaria. Esta inversión debe contribuir a la sostenibilidad y el desarrollo a largo plazo."
Ceres2030 creó asimismo una nueva herramienta de inteligencia artificial revolucionaria de aprendizaje automático, descrita en un artículo de Nature Machine Intelligence, la cual empleó un joven equipo, liderado mayoritariamente por mujeres y compuesto por más de 70 investigadores procedentes de 23 países, para contestar ocho preguntas de investigación que versaban sobre ámbitos como la escasez de agua y el empleo para el futuro. Los resultados figuran en una nueva serie de ocho artículos especializados, publicados en Nature Research, que muestran de qué modo los gobiernos pueden concentrar mejor el gasto en poner fin al hambre y, al mismo tiempo, aumentar los ingresos de los agricultores en pequeña escala y reducir las repercusiones de la agricultura en el medio ambiente.
La Sra. Jaron Porciello, Subdirectora de la Universidad de Cornell, señaló: "Utilizamos nuestra nueva herramienta de inteligencia artificial para analizar medio millón de artículos de los últimos 20 años. La herramienta nos ayudó a identificar los 10 000 artículos más pertinentes, de los cuales podríamos extraer a continuación conclusiones útiles sobre los métodos que resultan efectivos para poner fin al hambre. Este planteamiento podría repetirse con el objetivo de sentar una base de datos científicos comprobados para abordar muchos de los problemas normativos más complejos del mundo. Instamos a los gobiernos a aplicar nuestras conclusiones a fin de garantizar que su gasto en ayuda resulte lo más eficaz posible."
Tanto los estudios de Ceres2030 como de la FAO y el ZEF recomiendan que los donantes lleven a cabo intervenciones que tengan base empírica y estén concebidas para apoyarse mutuamente, como la inversión en I+D agrícola, el apoyo a programas de protección social que proporcionen alimento o dinero en efectivo a quienes necesitan ayuda y el fomento de la inclusión, en particular mediante la mejora de la alfabetización de la mujer y la impartición de capacitación a los jóvenes de zonas rurales. El gasto debería centrarse en los lugares donde la necesidad sea más imperiosa, principalmente el África subsahariana y Asia meridional.
La Sra. Carin Smaller, Directora de Agricultura, Comercio e Inversión del Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible (IISD), indicó: "Esto es un llamamiento a la acción. Si los países ricos duplican sus compromisos de ayuda para la seguridad alimentaria y la nutrición, la erradicación del hambre estará a nuestro alcance. Con solo 10 años ante nosotros para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, necesitamos realizar un esfuerzo conjunto y coordinado, basado en datos empíricos y estimulado con fondos suficientes. Nuestras cinco organizaciones han proporcionado a los donantes la base empírica que necesitan para poner fin al hambre de manera sostenible; ahora es el momento de actuar".
La Enviada Especial de las Naciones Unidas, Dra. Agnes Kalibata, y el Ministro para la Cooperación y el Desarrollo Económico de Alemania, Excmo. Dr. Gerd Müller, escribieron un prólogo para el resumen de las conclusiones de Ceres2030: "El estudio llega en un momento crítico. Las dramáticas consecuencias de la crisis de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) están exacerbando el sufrimiento de los más vulnerables, especialmente en las regiones más pobres del mundo. Para ellos, la pandemia de la COVID‑19 supone asimismo una pandemia de hambre. Teniendo esto presente, la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios Sostenibles que las Naciones Unidas celebrarán el año próximo presentará nuevas medidas, soluciones y estrategias audaces para lograr progresos en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, cada una de los cuales está basada en sistemas alimentarios más saludables, más sostenibles y más equitativos".

Un proyecto de la FAO en República Democrática del Congo.