Un recurso finito, en situación límite: cómo la escasez de agua impacta en la seguridad alimentaria
Un recurso finito, en situación límite: cómo la escasez de agua impacta en la seguridad alimentaria
La escasez de agua para usos agrícolas plantea un desafío a la producción de alimentos en una serie de áreas, según muestra una investigación de la FAO. Once países están utilizando más del 40 por ciento de sus recursos hídricos para el riego de cada año, un umbral que se considera crucial. Otros ocho retiran el 20 por ciento de sus recursos hídricos anuales, lo que indica una presión considerable y la escasez inminente de agua.
Además, en muchos lugares, las estimaciones de los recursos disponibles de agua de superficie "excesivamente optimistas" y una sobre-asignación de derechos de agua-puede conllevar a una grave escasez, cuando la meteorología se vuelve en contra y se producen sequías.
Por ejemplo, en Australia, las entrada promedio de agua en el sistema del río Murray-Darling durante 2001/2-2009 fueron tan sólo el 33% de la media de los últimos 100 años, que había servido de base para el actual sistema de asignación. El río Colorado en el suroeste de los Estados Unidos es otro caso de exceso de agua asignada. El futuro cambio climático es probable que invalide aún más los supuestos hidrológicos en que se basan los derechos actuales.
El cambio climático añade una presión adicional
Se prevé que una combinación de la reducción de los caudales fluviales, inundaciones y aumento del nivel del mar afecte a los sistemas de riego altamente productivos que dependen del deshielo (como el Punjab y Colorado) y los deltas de tierras bajas (como el Indo, el Nilo, el Ganges y el Brahmaputra-Meghna, este último el delta más densamente poblado del mundo).
En los trópicos semiáridos, donde se prevé mayor incidencia de sequías e inundaciones, el cambio climático afectará en particular a la población rural pobre, mediante la reducción de los rendimientos de los cultivos y el ganado.
En general, las sequías más frecuentes y severas y las inundaciones afectarán a la producción local, especialmente en los sectores de subsistencia en latitudes bajas y en las áreas clave de inseguridad alimentaria en las que predomina la agricultura de secano.
La escasez de agua para usos agrícolas plantea un desafío a la producción de alimentos en una serie de áreas, según muestra una investigación de la FAO. Once países están utilizando más del 40 por ciento de sus recursos hídricos para el riego de cada año, un umbral que se considera crucial. Otros ocho retiran el 20 por ciento de sus recursos hídricos anuales, lo que indica una presión considerable y la escasez inminente de agua.
Además, en muchos lugares, las estimaciones de los recursos disponibles de agua de superficie "excesivamente optimistas" y una sobre-asignación de derechos de agua-puede conllevar a una grave escasez, cuando la meteorología se vuelve en contra y se producen sequías.
Por ejemplo, en Australia, las entrada promedio de agua en el sistema del río Murray-Darling durante 2001/2-2009 fueron tan sólo el 33% de la media de los últimos 100 años, que había servido de base para el actual sistema de asignación. El río Colorado en el suroeste de los Estados Unidos es otro caso de exceso de agua asignada. El futuro cambio climático es probable que invalide aún más los supuestos hidrológicos en que se basan los derechos actuales.
El cambio climático añade una presión adicional
Se prevé que una combinación de la reducción de los caudales fluviales, inundaciones y aumento del nivel del mar afecte a los sistemas de riego altamente productivos que dependen del deshielo (como el Punjab y Colorado) y los deltas de tierras bajas (como el Indo, el Nilo, el Ganges y el Brahmaputra-Meghna, este último el delta más densamente poblado del mundo).
En los trópicos semiáridos, donde se prevé mayor incidencia de sequías e inundaciones, el cambio climático afectará en particular a la población rural pobre, mediante la reducción de los rendimientos de los cultivos y el ganado.
En general, las sequías más frecuentes y severas y las inundaciones afectarán a la producción local, especialmente en los sectores de subsistencia en latitudes bajas y en las áreas clave de inseguridad alimentaria en las que predomina la agricultura de secano.

Abrevando el ganado en la India. La competencia por el agua se ha incrementado entre los usuarios.