Irak: seria preocupación por la seguridad alimentaria a causa del conflicto
El pronóstico favorable para 2014 se ve amenazado al huir la población de sus casas y explotaciones agrícolas durante la principal cosecha
25 de junio de 2014, Roma – Irak se enfrenta a graves problemas de seguridad alimentaria tras la reciente escalada del conflicto en una gran parte del país, advirtió hoy la FAO.
Desde enero más de un millón de personas han abandonado sus hogares y granjas, dejando atrás sus puestos de trabajo y posesiones en el momento en que se estaba poniendo en marcha la principal temporada de cosecha de trigo y cebada. En total, dos millones de iraquíes están ahora desplazados dentro del país, incluidos los afectados por los conflictos de Siria y sucesos anteriores en Irak.
Como resultado, el pronóstico de cosechas favorables de Irak para 2014 está ahora en riesgo, según la alerta lanzada por el Sistema Mundial de Información y Alerta (SMIA) de la FAO.
Antes de la crisis, las precipitaciones abundantes llevaron a la FAO a predecir una cosecha de trigo superior a la media de hasta 3 millones de toneladas para este año, un 16 por ciento más que la media de los últimos cinco años. También se esperaba que la cosecha de cebada se mantuviera estable, con 900 000 toneladas, un 15 por ciento por encima del promedio del último lustro.
Ahora, sin embargo, se cree que la inseguridad civil existente y los problemas de acceso que conlleva, la escasez de mano de obra y las interrupciones en el transporte y la comercialización tendrán un impacto importante en la recolección y la producción y el suministro a nivel nacional. Las provincias más afectadas por el conflicto, Nínive y Salahaddin, contribuyen de media a casi un tercio de la producción de trigo de Irak y a cerca del 38 por ciento de su cebada.
Se espera también que los requisitos de importación de cereales para 2014-2015 aumenten. En la campaña comercial 2013-2014 que termina ahora, los niveles de importación de cereales se estiman en 4,26 millones de toneladas, incluyendo 2,7 millones de toneladas de trigo y 1,3 millones de toneladas de arroz.
A medida que la disponibilidad de alimentos básicos -como el trigo- se vea afectada, el acceso a los alimentos para muchas familias que dependen del mercado, las familias pobres y de desplazados probablemente se deteriore aún más. Y a pesar de que aún no está disponible toda la información sobre precios de los alimentos, es probable que aumenten los costes de los productos básicos.
Por ejemplo, los informes indican que en las provincias de Nínive y Salahaddin, las reservas de cereales se están agotando y los niveles de alimentos disponibles a través del sistema público de distribución descienden rápidamente. El sistema es la principal fuente de alimentos para los iraquíes más pobres, ya que les proporciona a precios subvencionados arroz, harina de trigo, aceite, azúcar y leche en polvo para lactantes.
"Si el conflicto continúa, los alimentos básicos y otros artículos de primera necesidad estarán cada vez menos disponibles para los más vulnerables, a pesar de los subsidios del gobierno", advirtió el Representante de la FAO en Irak, Fadel El Zubi. "El conflicto y el desplazamiento –añadió- también han coincidido con la época de más calor del verano y el mes sagrado del Ramadán, cuando los gastos familiares en alimentos y otros artículos esenciales son normalmente más elevados".
Además de las provincias que están en el epicentro del conflicto y la inseguridad ciudadana, la región kurda del norte de Irak también está bajo presión, ya que acoge ahora a una gran parte de las personas que han huido de sus hogares, a las que se añaden unos 225 000 refugiados sirios.
Según el informe de la FAO, las enfermedades animales ya son una amenaza para el ganado en Irak y un peligro para la salud pública, en particular para los refugiados y las personas desplazadas.
Se necesita ayuda urgente
La FAO está solicitando 12,7 millones de dólares EEUU para proporcionar ayuda urgente a las familias de agricultores, sobre todo para la producción agrícola y ganadera, para mitigar los daños a las fuentes de alimentos, ingresos y empleo.
La Organización trabaja para proporcionar a los agricultores afectados por la crisis con semillas y fertilizantes a tiempo para la temporada de siembra de cereales de octubre/noviembre donde sea posible el cultivo en campo abierto.
La FAO también otorga gran prioridad a ayudar a las familias vulnerables con medios más inmediatos de alimentarse por sí mismos y generar ingresos a través de los pequeños huertos y la cría doméstica de aves de corral y actividades de “dinero por trabajo” en colaboración con el Programa Mundial de Alimentos.
Otro objetivo es proporcionar piensos y servicios veterinarios para garantizar la sanidad animal y la producción pecuaria del país, que incluye 8 millones de ovejas, más de 2,5 millones de vacas, 1,5 millones de cabras y 38 millones de gallinas.
Desde enero más de un millón de personas han abandonado sus hogares y granjas, dejando atrás sus puestos de trabajo y posesiones en el momento en que se estaba poniendo en marcha la principal temporada de cosecha de trigo y cebada. En total, dos millones de iraquíes están ahora desplazados dentro del país, incluidos los afectados por los conflictos de Siria y sucesos anteriores en Irak.
Como resultado, el pronóstico de cosechas favorables de Irak para 2014 está ahora en riesgo, según la alerta lanzada por el Sistema Mundial de Información y Alerta (SMIA) de la FAO.
Antes de la crisis, las precipitaciones abundantes llevaron a la FAO a predecir una cosecha de trigo superior a la media de hasta 3 millones de toneladas para este año, un 16 por ciento más que la media de los últimos cinco años. También se esperaba que la cosecha de cebada se mantuviera estable, con 900 000 toneladas, un 15 por ciento por encima del promedio del último lustro.
Ahora, sin embargo, se cree que la inseguridad civil existente y los problemas de acceso que conlleva, la escasez de mano de obra y las interrupciones en el transporte y la comercialización tendrán un impacto importante en la recolección y la producción y el suministro a nivel nacional. Las provincias más afectadas por el conflicto, Nínive y Salahaddin, contribuyen de media a casi un tercio de la producción de trigo de Irak y a cerca del 38 por ciento de su cebada.
Se espera también que los requisitos de importación de cereales para 2014-2015 aumenten. En la campaña comercial 2013-2014 que termina ahora, los niveles de importación de cereales se estiman en 4,26 millones de toneladas, incluyendo 2,7 millones de toneladas de trigo y 1,3 millones de toneladas de arroz.
A medida que la disponibilidad de alimentos básicos -como el trigo- se vea afectada, el acceso a los alimentos para muchas familias que dependen del mercado, las familias pobres y de desplazados probablemente se deteriore aún más. Y a pesar de que aún no está disponible toda la información sobre precios de los alimentos, es probable que aumenten los costes de los productos básicos.
Por ejemplo, los informes indican que en las provincias de Nínive y Salahaddin, las reservas de cereales se están agotando y los niveles de alimentos disponibles a través del sistema público de distribución descienden rápidamente. El sistema es la principal fuente de alimentos para los iraquíes más pobres, ya que les proporciona a precios subvencionados arroz, harina de trigo, aceite, azúcar y leche en polvo para lactantes.
"Si el conflicto continúa, los alimentos básicos y otros artículos de primera necesidad estarán cada vez menos disponibles para los más vulnerables, a pesar de los subsidios del gobierno", advirtió el Representante de la FAO en Irak, Fadel El Zubi. "El conflicto y el desplazamiento –añadió- también han coincidido con la época de más calor del verano y el mes sagrado del Ramadán, cuando los gastos familiares en alimentos y otros artículos esenciales son normalmente más elevados".
Además de las provincias que están en el epicentro del conflicto y la inseguridad ciudadana, la región kurda del norte de Irak también está bajo presión, ya que acoge ahora a una gran parte de las personas que han huido de sus hogares, a las que se añaden unos 225 000 refugiados sirios.
Según el informe de la FAO, las enfermedades animales ya son una amenaza para el ganado en Irak y un peligro para la salud pública, en particular para los refugiados y las personas desplazadas.
Se necesita ayuda urgente
La FAO está solicitando 12,7 millones de dólares EEUU para proporcionar ayuda urgente a las familias de agricultores, sobre todo para la producción agrícola y ganadera, para mitigar los daños a las fuentes de alimentos, ingresos y empleo.
La Organización trabaja para proporcionar a los agricultores afectados por la crisis con semillas y fertilizantes a tiempo para la temporada de siembra de cereales de octubre/noviembre donde sea posible el cultivo en campo abierto.
La FAO también otorga gran prioridad a ayudar a las familias vulnerables con medios más inmediatos de alimentarse por sí mismos y generar ingresos a través de los pequeños huertos y la cría doméstica de aves de corral y actividades de “dinero por trabajo” en colaboración con el Programa Mundial de Alimentos.
Otro objetivo es proporcionar piensos y servicios veterinarios para garantizar la sanidad animal y la producción pecuaria del país, que incluye 8 millones de ovejas, más de 2,5 millones de vacas, 1,5 millones de cabras y 38 millones de gallinas.

Más de un millón de personas han abandonado sus casas y explotaciones agrícolas desde enero