Foro Mundial de la Alimentación: Concluye el Foro de la ciencia y la innovación con la mirada puesta en el porvenir y en las medidas dirigidas a la crisis climática

Los participantes recalcaron que, sin la ciencia y la innovación, no es posible lograr la resiliencia y adaptación al cambio climático ni mitigar sus efectos

©FAO/Cristiano Minichiello

Ismahane Elouafi, Científica Jefe de la FAO, desgrana sus conclusiones en la clausura de la segunda edición del Foro de la ciencia y la innovación.

©FAO/Cristiano Minichiello

20/10/2023

Roma. La segunda edición del Foro de la ciencia y la innovación, pieza medular del Foro Mundial de la Alimentación que se celebra todos los años como acto insignia de la FAO, concluyó en Roma el viernes, tras tres días de debates y propuestas sobre cómo puede ayudar la tecnología a que los sistemas agroalimentarios hagan frente a la crisis climática.

En el encuentro, que se celebró en formato híbrido en la Sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se dieron cita cientos de partes interesadas de todo el mundo.  Cerca de 150 oradores procedentes del ámbito universitario, el sector empresarial, instancias oficiales y organizaciones no gubernamentales, así como de los Pueblos Indígenas, relataron sus experiencias y transmitieron sus perspectivas en las mesas redondas y los paneles de debate. Los participantes también tuvieron ocasión de conocer el Plan de acción de la FAO 2022‑25 para la aplicación de la Estrategia de la FAO para la ciencia y la innovación, que establece un marco común para la actividad de la Organización a escala nacional, subregional, regional y mundial.

Asimismo, se terminaron de formalizar acuerdos de asociación con CAB International, el Centro Internacional de Estudios Superiores sobre Agronomía Mediterránea (CIHEAM), la Universidad Federico II de Nápoles y la Universidad de São Paulo, en el Brasil.

Conclusiones extraídas del Foro

En la sesión de clausura del Foro, el Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO, agradeció a los participantes sus contribuciones, señalando que la edición de este año había acogido “diálogos y debates más intensos”, ideas más originales, interconexiones más profundas con otros sectores —como los posibles inversores— y una mayor colaboración con los Pueblos Indígenas y las asociaciones de productores agrícolas. De cara al futuro, reclamó más atención, más interconexiones y más enfoques holísticos a la hora de diseñar programas. También invitó al sector privado a que formulara “peticiones más concretas” a la FAO.

En su resumen del acto de tres días, la Sra. Ismahane Elouafi, Científica Jefe de la FAO, desgranó las siguientes conclusiones:

  • Nuestros sistemas agroalimentarios se enfrentan a desafíos sin precedentes por los efectos adversos del cambio climático.
  • Se considera que la ciencia, la tecnología y la innovación son los impulsores de la transformación de los sistemas agroalimentarios. Los enfoques integrados son preferibles a los “remedios milagrosos”.
  • Las colaboraciones intersectoriales y las asociaciones sólidas desempeñan una función fundamental en la transformación de los sistemas agroalimentarios.
  • Es necesario que abracemos la inclusividad y las colaboraciones equitativas y que los jóvenes, las mujeres y los Pueblos Indígenas participen en la configuración del futuro de los sistemas agroalimentarios.
  • En las conferencias se habló de los últimos avances en climatología relativos a la evaluación de pérdidas y daños, así como del potencial de la bioeconomía mundial, que requiere armonizar y coordinar las políticas nacionales e internacionales.
  • Los participantes debatieron la necesidad de fomentar las redes de conocimientos y las instituciones de investigación a en el ámbito local.

Paneles de debate

Durante el Foro se llevaron a cabo más de una docena de actos, los cuales ilustraron cómo la ciencia, la tecnología y la innovación pueden servir de fuerza motriz para poner fin al hambre y la malnutrición, al tiempo que ayudan a incrementar la resiliencia, la mitigación y la adaptación al cambio climático de nuestros sistemas agroalimentarios, que en estos momentos son responsables de un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo.

En el acto titulado “El futuro en el punto de mira: promover soluciones climáticas mediante la ciencia, la innovación y la tecnología”, los ponentes hablaron de innovaciones revolucionarias como la inteligencia artificial, las cadenas de bloques y la biotecnología, así como del informe insignia de la FAO Presentación de las perspectivas de las tecnologías y la innovación en los sistemas agroalimentarios. Entre los oradores en este acto, cabe mencionar la presencia de: el Sr. Ildephonse Musafiri, Ministro de Agricultura y Recursos Animales de Rwanda; el Sr. Gabriel Mbairobe, Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural del Camerún; y la Sra. Christina Gravert, catedrática de Economía del Comportamiento de la Universidad de Copenhague.

En la segunda jornada se debatieron temas diversos, empezando con un acto titulado “Soluciones innovadoras para la gestión del suelo y el agua con miras a la acción por el clima”, en el que se destacaron las innovaciones en materia de recarbonización de los suelos, promoción de la salud de los suelos y mejora de la eficiencia en el uso del agua. También se analizaron estrategias para promover la gobernanza integrada de los recursos naturales y gestionar la escasez de agua.

En el discurso principal, la Sra. Rosa Poch, Presidenta del Grupo técnico intergubernamental sobre los suelos, se refirió al reciente Simposio Mundial sobre los Suelos y el Agua, celebrado en la Sede de la FAO, con el objetivo de buscar soluciones para la gestión sostenible de los suelos y los recursos hídricos y para la producción sostenible de alimentos.

La oradora explicó cómo se podría incrementar el rendimiento de los cultivos en un 80 % en promedio gracias a un uso eficiente del agua, una aplicación sensata de los fertilizantes, un menor consumo de plaguicidas y una mejora en la salud de los suelos.

Entre las sesiones del jueves estaba programado un debate en torno al tema “Facilitar la investigación, la ciencia y la innovación en países de ingresos bajos y medios y en pequeños Estados insulares en desarrollo”, en el cual se intercambiaron experiencias y puntos de vista sobre cómo impulsar el acceso a la ciencia, la investigación y la innovación en dichos países, a fin de fortalecer sus capacidades de adaptación, mitigación, resiliencia y respuesta al cambio climático. También se debatieron soluciones avaladas por la ciencia para contextos determinados, en poblaciones que están infrarrepresentadas en los programas mundiales de investigación a pesar de sufrir repercusiones desproporcionadas. 

En una sesión sobre bioeconomía, se debatió cómo la bioeconomía puede actuar como catalizador para abordar la actual crisis climática y conseguir la sostenibilidad agroalimentaria mundial mediante una gestión más eficiente y responsable de nuestros recursos naturales.

La FAO es el primer organismo de las Naciones Unidas que ha elaborado un programa estratégico prioritario sobre la bioeconomía, aprobado por sus Miembros hace dos años, y se está posicionando a la vanguardia de las iniciativas mundiales que promueven las innovaciones en bioeconomía a fin de que nuestros sistemas agroalimentarios sean más eficientes, equitativos, resilientes y sostenibles.

La sesión, que estuvo moderada por Joachim von Braun, agrónomo alemán que ejerce como Presidente de la Pontificia Academia de las Ciencias, congregó a oradores de primer nivel y a algunos de los mayores expertos del campo de todo el mundo.

En otro de los actos del jueves, titulado “Inteligencia artificial y herramientas digitales para unos sistemas agroalimentarios resilientes al clima”, los participantes convinieron en la necesidad de aprovechar el potencial de las herramientas digitales y brindar un acceso más seguro y de mejor calidad a la innovación. No obstante, hubo varios llamamientos a la cautela, a favor de un uso inclusivo y responsable de estas herramientas; así, se recomendó que los productos obtenidos mediante inteligencia artificial se sometan siempre a una validación y un control de calidad, insistiendo en que el uso no supervisado de estos medios puede engendrar más sesgos, menoscabar la inclusión e incluso ensanchar la brecha digital.

En su discurso principal, el Sr. Máximo Torrero, Economista Jefe de la FAO, puso de relieve algunos ejemplos interesantes de herramientas digitales que ya ha desarrollado la FAO. Una de las últimas es la aplicación digital FLAPP (aplicación de la FAO sobre la pérdida de alimentos), que refuerza la capacidad de analizar dónde se producen las pérdidas de alimentos y por qué, permitiendo llevar a cabo intervenciones más específicas para reducir los desperdicios.

En la sesión del viernes sobre “Aplicación en sinergia de la Estrategia de la FAO para la ciencia y la innovación y la Estrategia de la FAO sobre el cambio climático” se debatió sobre la necesidad de garantizar que dichas estrategias se lleven a la práctica de forma sinérgica para abordar los desafíos planteados por el cambio climático mediante la ciencia y la innovación. Esta sesión también brindó la oportunidad de presentar diversos casos en que ambas estrategias se han aplicado simultáneamente con resultados satisfactorios.

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