20 de marzo de 2020, Roma/Nueva York - La FAO está ampliando sus operaciones para combatir el repunte de la langosta del desierto en África oriental gracias a un préstamo de 10 millones de dólares EEUU aprobado esta semana por el Fondo Central para la Acción en Casos de Emergencia de las Naciones Unidas (CERF, por sus siglas en inglés).
Este crédito complementa la ayuda de 10 millones de dólares que el CERF aportó a la FAO en enero para frenarun brote que amenaza con provocar una emergencia humanitaria en la región.
El préstamo del CERF se utilizará para ampliar las operaciones de lucha contra la langosta del desierto mediante la adquisición de plaguicidas, alquiler de helicópteros y aeronaves, compra de vehículos con equipo de fumigación y la realización de evaluaciones de impacto ambiental en los países más afectados: Etiopía, Kenya y Somalia.
No es la primera vez que el CERF concede préstamos a la FAO. En 2017, esta entidad ya le otorgóun crédito de 22 millones de dólares para evitar el riesgo de hambruna en Somalia.
La langosta del desierto está considerada como la plaga migratoria más destructiva del mundo. Un enjambre de un km2 de extensión contiene 40 millones de langostas, que pueden comer la misma cantidad de alimentos en un día que 35 000 personas.
El
Servicio de Información sobre la Langosta del Desierto de la FAO afirma que es el peor brote que ha afectado a Etiopía y Somalia en 25 años y la peor infestación que ha sufrido Kenya en 70 años. Djibouti y Eritrea también se han visto afectados. Se ha informado de la existencia de enjambres en Arabia Saudita, Bahréin, la República Islámica de Irán, Iraq, Kuwait, Omán, Sudán, Qatar, los Emiratos Árabes Unidos y Yemen, así como en la India y el Pakistán.
La situación es sumamente alarmante en África oriental, región en la que ya se considera que 20 millones de personas padecen inseguridad alimentaria. Allí, los enjambres han puesto huevos y dentro de unas pocas semanas los insectos madurarán y comenzarán a alimentarse de las cosechas, justo al comienzo de la principal temporada agrícola de la región.
Los pastos y las tierras de cultivo ya han sufrido daños en Djibouti, Eritrea, Etiopía, Kenya y Somalia, y hay consecuencias potencialmente graves para la región, donde millones de personas dependen de la agricultura y la ganadería para su supervivencia.
Con la creciente propagación del brote de langosta, la FAO ha elevado recientemente su llamamiento a 153 millones de dólares EEUU para ayudar a los países afectados: Djibouti, Eritrea, Etiopía, Kenya, Somalia, Sudán del Sur, la República Unida de Tanzania y Uganda. Aquí se incluyen también 15,2 millones de dólares para la posible amenaza que representa la plaga para el Sudán y Yemen. Hasta el momento los donantes han prometido o entregado alrededor de 107 millones de dólares, por lo que se necesita conseguir urgentemente los fondos que faltan.
La FAO trabaja ya sobre el terreno con los gobiernos y otros socios para combatir el repunte de la plaga. Se han desplegado expertos en langostas y otro personal para apoyar a los gobiernos en su vigilancia y coordinación. También están proporcionando asesoramiento técnico y asistencia en la adquisición de suministros y equipos para las operaciones aéreas y terrestres.
En Kenya se ha capacitado y enviado 600 jóvenes para el control terrestre y la vigilancia. Se han entregado al Gobierno tres nuevos aviones, con lo que la capacidad de tratamiento ha aumentado a más de 1 500 hectáreas diarias. En los próximos días se entregará además diez pulverizadores montados en vehículos, lo que permitirá a las autoridades tratar cada día otras 5 000 hectáreas de tierras infestadas de langostas.
En Etiopía, un nuevo avión turbohélice de alta velocidad adquirido por la FAO ha aumentado la capacidad del país para realizar fumigaciones aéreas, y se ha identificado un segundo avión que se entregará a las autoridades etíopes a fines de marzo. También se han suministrado más de 40 000 litros de plaguicidas químicos.
En Somalia, bandas de langostas jóvenes están siendo tratadas con un bioplaguicida hecho a partir de un hongo natural -que se alimenta del insecto, debilitándolo y finalmente matándolo - sin el uso de productos químicos. Se han entregado equipos de pulverización (8 pulverizadores montados en vehículos) y diferente material para ampliar las operaciones de control.
La vigilancia, previsión y la lucha contra la langosta del desierto constituyen son una parte central del mandato de la FAO. Su Servicio de Información sobre la Langosta del Desierto funcionadesde hace casi 50 años. La arraigada presencia de la FAO sobre el terreno, su capacidad para coordinar a las autoridades de diferentes países y su profunda experiencia en la gestión de la plaga la convierten en un actor esencial para responder a brotes como el que afecta actualmente al África oriental y a la región del Mar Rojo.