La sanidad animal es importante para lograr una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, según un nuevo informe

En un estudio realizado por la FAO y varios asociados se concluye que es necesario un enfoque mejor para valorar los efectos

© FAO/Sergey Kozmin

Las enfermedades de los animales, cuánto tiempo viven estos y su productividad son tres factores que repercuten de manera importante en las emisiones de GEI

©FAO/Sergey Kozmin

21/07/2022

Roma -  Mejorar la sanidad animal puede ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), pero los enfoques más granulares son vitales para medir los progresos, si los países pueden incluirlos en sus compromisos nacionales relativos al clima, según muestra un nuevo informe.

Las enfermedades de los animales, cuánto tiempo viven estos y su productividad son tres factores que repercuten de manera importante en las emisiones de GEI, de acuerdo con el informe sobre el papel de la sanidad animal en los compromisos nacionales relativos al clima elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Plataforma Mundial de Productos Lácteos y la Alianza Global de Investigación sobre Gases Agrícolas de Efecto Invernadero.

Esto significa que se necesitan inversiones de mayor envergadura para crear sistemas de medición, notificación y verificación. Actualmente no existe un método normalizado para incluir una mejora de la sanidad animal en los inventarios nacionales de GEI o las contribuciones determinadas a nivel nacional (CDN) de la mayoría de los países. Como resultado de ello, la importancia de la sanidad animal no suele verse claramente reflejada en los compromisos asumidos por los países para luchar contra el cambio climático.

“Este informe significa un gran avance, ya que pone de relieve la importancia de la sanidad animal y orienta a los países para que adopten un enfoque mucho más granular a la hora de evaluar papel de la sanidad animal y cómo debe incorporarse esta en los compromisos nacionales a fin de ayudar a mitigar la crisis climática”, dijo la Sra. Maria Helena Semedo, Directora General Adjunta de la FAO.

“El sector ganadero proporciona nutrición y medios de vida vitales a más de 1 000 millones de personas en todo el mundo”, dijo Donald Moore, Director Ejecutivo de la Plataforma Mundial de Productos Lácteos. “Este estudio demuestra cómo los gobiernos y la industria pueden trabajar de manera conjunta en las soluciones climáticas y forma parte de la iniciativa mundial del sector lácteo mundial denominada Pathways to Dairy Net Zero”, afirmó.

“Aunque este informe demuestra claramente la oportunidad para que una mejora de la sanidad animal contribuya a la mitigación del cambio climático, también pone de manifiesto la necesidad de subsanar carencias de datos críticas y de fomentar la capacidad en los países de ingresos bajos y medianos, en particular. Los gobiernos y el sector deberían apoyar inversiones a largo plazo en investigación y crear un entorno propicio para que pueda aprovecharse plenamente el potencial de las políticas y los programas de sanidad animal”, señaló Hayden Montgomery, representante especial de la Alianza Global de Investigación.

En el informe se muestra cómo los países pueden elaborar un sistema de medición, notificación y verificación a escala nacional para poder incluir las mejoras en la sanidad animal en sus compromisos nacionales relativos al clima. Pero, para hacerlo, dice el informe, es esencial que los países utilicen las metodologías detalladas conocidas como Nivel 2 o 3, elaboradas por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).

Si bien el enfoque comúnmente utilizado, de Nivel 1, solo permite estimar las emisiones de GEI por animal con promedios regionales, el Nivel 2 permite analizar los sistemas específicos de producción local. Esto incluye parámetros relativos al rebaño para estimar efectos en el número de animales, como la mortalidad, la fertilidad, la edad del primer parto y la proporción de reemplazo, así como datos de producción, incluidos el rendimiento lechero y el peso de los animales en las diferentes etapas de la vida.

Los datos relativos a las diferentes categorías de animales y los sistemas de gestión del estiércol también son cruciales, dado que influyen en gran medida en los factores que contribuyen a las emisiones. Según el informe, para medir parámetros como el factor de conversión del metano (CH4) incluso puede ser preciso usar enfoques de Nivel 3, cuyos modelos y datos asociados son más complejos.

Un desafío clave reside en cómo se notifican las emisiones del sector ganadero en los inventarios nacionales de GEI y cómo se incluyen en las CDN. En sus inventarios, los países notifican las emisiones directas a nivel sectorial. Estas emisiones generadas por el sector ganadero comprenden emisiones de CH4 debidas a la fermentación entérica (en los sistemas digestivos) de los animales y emisiones de CH4 y de óxido nitroso (N2O) debidas a la gestión del estiércol. Las emisiones debidas a la producción de piensos, la elaboración y el transporte y el uso de la energía se notifican en el rubro “suelos agrícolas” o en el sector energético.

Al mismo tiempo, las intervenciones en materia de sanidad animal no pueden considerarse de forma aislada en relación con los animales, como si afectaran solo a las emisiones directas. Por ejemplo, las emisiones debidas a la cadena de suministro pueden disminuir si se reducen las necesidades de animales de reemplazo o se producen cambios en la ración de alimento. Por lo tanto, es importante adoptar una perspectiva sistémica y comprender cuáles son los factores determinantes de las emisiones de la cadena de suministro.

Entre otras recomendaciones, en el informe se incluyen las siguientes:

  • Debe establecerse un sistema de recopilación y mantenimiento de datos que incluya a las partes interesadas de todo el sector, lo que añadirá valor a las actividades de reunión de información en los planos nacional e internacional. El enfoque que se adopte debe incluir a todos los agentes del sector, incluidos el sector privado y las instituciones académicas y de investigación, así como la ciencia, la industria y los asociados en el desarrollo, como el Banco Mundial y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), que contribuyeron a la elaboración del informe.
  • Debe considerarse una evaluación combinada del ciclo biológico y una perspectiva sistémica a fin de tener en cuenta la reducción de las emisiones indirectas debida a una mejora de la sanidad animal (por ejemplo, cambios en el consumo de pienso, el uso de las pasturas o el uso de la energía).
  • Debe mejorarse la capacidad de los gobiernos y asociados de calcular las emisiones y contabilizar los efectos en toda la cadena de valor.

La FAO considera que la sanidad animal es vital para una producción ganadera sostenible. Los productos de origen animal no solo representan una fuente de alimentos de alta calidad, sino que también son una fuente de ingresos para muchos pequeños agricultores y ganaderos, lo que supone una importante contribución a los medios de vida y al producto interno bruto (PIB) de muchos países en desarrollo. Puede encontrar más información sobre la labor de la FAO en relación con la sanidad animal aquí.

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