Frente a una nueva temporada de escasez de lluvia, la amenaza de hambre catastrófica se cierne sobre Somalia

La inseguridad alimentaria y la malnutrición se agravan en toda Somalia mientras aumenta el riesgo de hambruna en medio de una histórica cuarta temporada de lluvias fallida

FAO

7,1 millones de somalíes (cerca del 50 % de la población) se enfrentan en la actualidad a niveles críticos o peores de inseguridad alimentaria hasta septiembre de 2022 como mínimo.

©FAO

06/06/2022
Comunicado de prensa conjunto FAO-OCAH-UNICEF-PMA

Mogadiscio – Una histórica cuarta temporada consecutiva de lluvias fallida, unos precios en escalada y una respuesta humanitaria infrafinanciada han tenido como resultado un aumento del 160 % en el número de personas que afrontan niveles catastróficos de inseguridad alimentaria, inanición y enfermedad en Somalia. Sin que en el horizonte se vislumbre el fin de la devastadora sequía que afecta al país, el riesgo de hambruna acecha con mayor intensidad que nunca. Es esencial que se aumente urgentemente el apoyo de la comunidad internacional para prevenir la hambruna. 

Un nuevo informe de la Red de sistemas de alerta temprana contra la hambruna y la Unidad de Análisis de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), basado en una evaluación rápida llevada a cabo por diferentes organismos de las Naciones Unidas, muestra que 7,1 millones de somalíes (cerca del 50 % de la población) se enfrentan en la actualidad a niveles críticos o peores de inseguridad alimentaria hasta septiembre de 2022 como mínimo. De ellos, 213 000 se enfrentan a hambre catastrófica e inanición, un drástico incremento respecto de las 81 000 personas pronosticadas en abril. Han aumentado las zonas en riesgo de hambruna, particularmente en regiones del sur del país en las que la inseguridad y el conflicto complican el acceso de la ayuda humanitaria.   

Estas cifras reflejan una situación de la seguridad alimentaria que se espera que empeore rápidamente en los próximos meses. Los organismos y asociados de las Naciones Unidas están centrando actualmente sus limitados recursos en la prevención de la hambruna para proteger a los más vulnerables del país, mientras las organizaciones meteorológicas alertan de que podría haber una nueva temporada de lluvias inferiores a los niveles medios a finales de año. 

“Estamos ante una posible catástrofe; la falta de actuación ahora será trágica para decenas de familias de Somalia”, señaló el Sr. Adam Abdelmoula, Representante Especial Adjunto del Secretario General, Coordinador Residente y Coordinador Humanitario. “Somalia está en peligro de entrar en una quinta temporada consecutiva de lluvias fallida, un hecho sin precedentes que significa que cientos de miles de personas corren el riesgo de sufrir hambruna. La hambruna les costó la vida a 260 000 somalíes en 2010-11. No podemos dejar que esto vuelva a ocurrir en 2022. Es urgente hacer más para evitar este riesgo y hacerlo ahora”, añadió. 

En conjunto, los organismos humanitarios han prestado asistencia a 2,8 millones de personas entre enero y abril de 2022, con ayuda vital y para la subsistencia, mediante programas de apoyo contra la sequía y programas para prevenir la hambruna, pero la nueva evaluación indica claramente que la magnitud de la ayuda que se está prestando actualmente y la financiación procedente de la comunidad internacional no son suficientes para proteger a quienes se encuentran en situación de mayor riesgo. 

Los precios de los alimentos afectan a las personas más vulnerables

Cada vez son más las familias somalíes que no pueden hacer frente a la subida de los precios alimentarios, pues los alimentos locales han comenzado a escasear por la sucesión de temporadas de producción interna escasa o nula, la muerte de ganado y niveles récord de los precios de los alimentos importados, debido en parte a la repercusión en la cadena de suministro del conflicto de Ucrania. En algunos lugares del país, los precios de los alimentos han aumentado entre un 140 % y un 160 %, dejando a las familias pobres en situación de hambre e indigencia. 

“Debemos actuar de forma inmediata para evitar una catástrofe humanitaria. Las vidas de los más vulnerables ya están en riesgo de malnutrición y hambre y no podemos esperar a que se declare una hambruna para actuar”, indicó el Sr. El-Khidir Daloum, Director del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en Somalia. “Se trata de una carrera contrarreloj para evitar la hambruna, y el PMA está redoblando sus esfuerzos en la medida de lo posible, dando prioridad en el uso de nuestros limitados recursos a salvar a quienes están en situación de mayor riesgo. Pero como muestran estas nuevas cifras, existe una necesidad urgente de disponer de más recursos para hacer frente a esta creciente crisis de hambre”, señaló. 

En torno a 3 millones de cabezas de ganado han muerto a consecuencia de la sequía desde mediados de 2021, y el descenso en la producción de carne y leche ha dado también lugar a un agravamiento de la malnutrición, especialmente entre los niños pequeños de las zonas pastoriles que dependen del abastecimiento local. A fecha de mayo de 2022, se calcula que 1,5 millones de niños menores de cinco años padecerán malnutrición aguda hasta finales de año, incluidos 386 400 que probablemente sufrirán malnutrición grave, un incremento de 55 000 en comparación con estimaciones anteriores. 

La crisis de malnutrición probablemente se agravará a medida que se siga deteriorando la situación nutricional en las zonas afectadas, siendo los niños y las personas vulnerables las que se verán más afectadas. “Esta es una crisis infantil. No se trata solo de agua o de nutrición, sino también de niños que pierden su educación, que se ven expuestos a problemas de protección de la infancia y que tienen mala salud, todo lo cual influye en su futuro”, declaró la Sra. Angela Kearney, Representante de UNICEF en Somalia. UNICEF ha sufragado el tratamiento de más de 114 000 niños con malnutrición aguda grave entre enero y abril de 2022. “Estamos tratando a los niños, pero ahora necesitamos más financiación para evitar una hambruna y proteger el futuro de cada niño somalí”, añadió. 

Una sombría situación junto a una financiación humanitaria muy insuficiente

La asombrosa situación de la seguridad alimentaria se está produciendo junto a una financiación humanitaria, procedente de la comunidad internacional; que ha sido hasta ahora insuficiente para acercarse a lo que requieren los actores intervinientes para evitar una hambruna en el país. Actualmente el Plan de respuesta humanitaria para 2022 está financiado solo en un 18 %. “El apoyo necesario aún no se ha materializado plenamente, y cientos de miles de somalíes se encuentran en situación de verdadero riesgo de inanición y muerte”, manifestó el Sr. Etienne Peterschmitt, Representante de la FAO en Somalia. 

“Es una tragedia ver el grado de sufrimiento que están experimentando especialmente las comunidades rurales, y estamos limitados en cuanto a lo que podemos hacer para evitar este extraordinario sufrimiento. Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para actuar con diligencia mientras todavía alberguemos alguna esperanza de evitar el derrumbe de los medios de vida, el mayor y potencialmente masivo desplazamiento de la población de las zonas rurales a los campamentos de desplazados internos y una hambruna generalizada en Somalia”, añadió.