Roma- La migración puede ser una fuerza positiva para el desarrollo, pero es necesaria una mayor colaboración internacional, afirmó hoy el Sr. QU Dongyu, Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en la Conferencia Internacional sobre Desarrollo y Migración que se celebra en Roma.
“La migración debería ser una opción, y no una decisión basada en el hambre, la pobreza, los conflictos o las condiciones climáticas extremas”, dijo, al tiempo que señaló que una gran parte de los migrantes proceden de zonas rurales donde las oportunidades de subsistencia son escasas y los medios de vida están sometidos a presión. “Tenemos que trabajar colectivamente para aliviar las presiones que obligan a las personas a migrar”, dijo el Sr. QU a los participantes de la Conferencia convocada por la Sra. Giorgia Meloni, Primera Ministra de Italia, para abordar las causas profundas de las tendencias migratorias.
El Director General de la FAO alentó a los Miembros de la Organización a adoptar políticas innovadoras que reduzcan la incidencia de los factores que impulsan la emigración y señaló que la FAO acoge con satisfacción el “Proceso de Roma” propuesto por Italia, para elaborar y aplicar un plan quinquenal que impulse el crecimiento, las inversiones y el desarrollo sostenible en los países donde las tendencias migratorias son mayores, y está dispuesta a apoyarlo.
También destacó que debe otorgase prioridad a la transformación de los sistemas agroalimentarios y al desarrollo rural, y que las asociaciones desempeñan un papel fundamental al respecto.
“Actuemos en solidaridad con los más vulnerables para proporcionarles un futuro y una vida mejores, y asegurémonos de que nadie se queda atrás”, afirmó.
La Conferencia ha tenido lugar en vísperas de la
Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios+2 (Momento para hacer balance de la Cumbre dos años después), que se celebrará en la Sede de la FAO en Roma del 24 al 26 de julio. El acto de alto nivel pretende orientar a los países en la transformación hacia sistemas agroalimentarios sostenibles y resilientes, destinados a mejorar los medios de subsistencia, proporcionar seguridad alimentaria y nutrición para todos, generar empleos decentes y ayudar a las personas pobres del medio rural y a aquellas que dependen de la agricultura, el pastoreo y la pesca a adaptarse a las dificultades actuales.
Dinámica de la migraciónSi bien es necesario abordar el desplazamiento forzado, el Sr. QU afirmó que en los países de acogida los migrantes también realizan “inmensas contribuciones” que deben reconocerse positivamente, señalando que la mayoría de los migrantes se desplazan
dentro de su propia región.
“Una migración bien gestionada puede ser un motor de crecimiento económico sostenible”, ya que los migrantes pueden ayudar en zonas que se enfrentan a la escasez de mano de obra, el envejecimiento de la población y la carencia de conocimientos técnicos en sectores específicos como la agricultura, afirmó el Director General. “Pueden ser agentes del cambio, aportando ideas e innovación, tanto nuevas como tradicionales”.
La migración forzada plantea distintos desafíos, especialmente porque a las personas más vulnerables a menudo no les queda otra opción.
Numerosos proyectos de la FAO tienen como finalidad apoyar a las personas que se han visto obligadas a desplazarse. El objetivo de estos proyectos es ayudar a los migrantes y las personas desplazadas internamente a participar en sistemas agroalimentarios y disponer de medios de subsistencia agrícolas, para lo cual es necesario facilitar el acceso a tierras y activos en las comunidades de acogida.
La FAO también ha colaborado estrechamente con asociados nacionales y locales para capacitar a jóvenes y
personas migrantes retornadas en países como Etiopía, Kenya, Madagascar, el Senegal, Túnez y Uganda. Además, la Organización colabora con asociados de las Naciones Unidas para facilitar el retorno y la reintegración de refugiados y desplazados internos de Malí, la República Centroafricana y Somalia.
Por medio de la ambiciosa
Iniciativa de la Gran Muralla Verde en África, por ejemplo, la FAO está ayudando a mitigar la incidencia de los factores causantes de la emigración en el Sahel, África del Norte y el Cuerno de África mediante la restauración de tierras degradadas y el fomento de medios de subsistencia sostenibles y resilientes al clima, señaló el Director General.
La FAO también está colaborando con la Comunidad Económica de los Estados del África Occidental en el desarrollo de marcos de protección social de forma que beneficien a los migrantes y a sus comunidades de acogida y de origen.