Roma. En paralelo a la
27.ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 27), celebrada en Sharm El Sheij (Egipto), se puso en marcha la segunda fase de un proyecto mundial que ayuda a tres países especialmente vulnerables a adaptarse al cambio climático a fin de mejorar su seguridad alimentaria y su nutrición.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Gobierno de la provincia canadiense de Quebec han firmado un nuevo acuerdo de asociación técnica y financiera para ayudar a Côte d’Ivoire, Haití y Senegal en la adaptación al cambio climático.
Se trata de la segunda fase del proyecto mundial Strengthening Agricultural Adaptation (SAGA, por sus siglas en inglés) (“Reforzar la adaptación agrícola”), iniciado en 2018.
Desde sus inicios, el proyecto SAGA ha acumulado un sólido historial ayudando a comunidades de Senegal y Haití a disfrutar de dietas más nutritivas y seguridad alimentaria, y ahora ampliará la asistencia a un tercer país, Côte d’Ivoire.
Quebec contribuyó con 5 millones de USD en la primera fase y contribuirá con otros 5 millones de USD más para continuar la labor emprendida mediante un segundo proyecto que se llevará a cabo entre 2023 y 2026.
El proyecto reúne a miembros de la sociedad civil, investigadores y gobiernos con el objetivo de contribuir a crear políticas, mejorar las capacidades de los agricultores, elaborar datos científicos y crear instrumentos para combatir el cambio climático.
“El proyecto SAGA ha demostrado ser una colaboración fructífera entre ministerios, sociedad civil e investigadores, que ha colocado la adaptación de los sistemas agroalimentarios en el centro de las soluciones a los problemas climáticos. Tenemos unos cimientos sólidos para renovar e intensificar nuestra acción conjunta”, señaló la Sra. Maria Helena Semedo, Directora General Adjunta de la FAO.
Uno de los principales componentes del proyecto SAGA es la protección de la biodiversidad y los ecosistemas apoyándose en los conocimientos tradicionales y reconociendo el importante papel de las mujeres y los jóvenes rurales en la lucha contra la crisis climática.
Centrar la atención en la agricultura resiliente al climaDurante tres años, el proyecto SAGA ha capacitado a cerca de 1 600 agricultores en prácticas resilientes y sostenibles en Senegal y Haití y ha elaborado 11 estudios científicos para mejorar la planificación de las medidas de adaptación.
Mediante la colaboración con organizaciones de la sociedad civil y centros de investigación, el programa ha generado datos sobre la vulnerabilidad de los sectores agrícolas y los recursos hidrológicos en Senegal y sobre los factores determinantes de la adopción de prácticas resilientes por parte de los agricultores en Haití.
Los resultados de ambas actividades han servido para fundamentar procesos de planificación como los
planes nacionales de adaptación y las
contribuciones determinadas a nivel nacional (CDN).
En Senegal, el proyecto SAGA capacitó a 100 expertos del Gobierno en mecanismos de financiación de la acción climática e instrumentos para evaluar la sostenibilidad y vulnerabilidad. Asimismo, elaboró dos estudios de perspectivas regionales además de un documento de orientación para facilitar la aplicación de las CDN.
En Haití, se está redactando una guía práctica para ralentizar el avance del calentamiento global y adaptar las técnicas empleadas para combatir esos cambios priorizando las mejores prácticas.
La Sra. Martine Biron, Ministra de Relaciones Internacionales de Quebec, celebró el acuerdo, señalando cómo “en tan solo unos años, el Gobierno de Quebec se ha posicionado como un agente activo y fiable con la FAO, valorando el interés que ha demostrado en el liderazgo y los conocimientos especializados de Quebec”.
“Quebec mantiene su compromiso con la seguridad alimentaria y con ofrecer apoyo financiero a sus asociados”, indicó.
La nueva asociación técnica y financiera entre la FAO y Quebec estará operativa desde 2023 hasta 2026, con metas armonizadas con la estrategia de la FAO sobre el cambio climático.