El índice de precios de los alimentos de la FAO desciende por sexto mes consecutivo

Los precios de los aceites vegetales sufren la mayor disminución en septiembre

©FAO/Maxim Zmeyev

Un molino de harina de trigo en la Federación Rusa.

©FAO/Maxim Zmeyev

07/10/2022

Roma . El indicador de los precios mundiales de los productos alimenticios descendió por sexto mes consecutivo en septiembre, con un acusado descenso de las cotizaciones de los aceites vegetales que compensó con creces la subida de los precios de los cereales, según un nuevo informe publicado hoy por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

El índice de precios de los alimentos de la FAO registró un promedio de 136,3 puntos en septiembre, es decir, un 1,1 % menos que en agosto, mientras se mantuvo un 5,5 % por encima de su valor un año antes. El índice refleja la variación mensual de los precios internacionales de la cesta de los productos alimenticios más comercializados.

El índice de precios de los aceites vegetales de la FAO motivó el descenso, disminuyendo un 6,6 % durante el mes, con lo que alcanzó su nivel más bajo desde febrero de 2021. Las cotizaciones internacionales de los aceites de palma, soja, girasol y colza registraron un descenso en todos los casos. La persistencia de existencias abundantes de aceite de palma, que coincidió con el aumento estacional de la producción en Asia sudoriental, provocó la caída de los precios del aceite de palma. El aumento en las disponibilidades exportables de aceite de soja en la Argentina, el incremento de la oferta de aceite de girasol procedente de la región del Mar Negro y la bajada de los precios del crudo también contribuyeron a la caída de este subíndice.

Por el contrario, el índice de precios de los cereales de la FAO subió un 1,5 % desde agosto. Los precios internacionales del trigo repuntaron un 2,2 %, lo que estuvo ligado a la preocupación por las condiciones secas de cultivo en la Argentina y los Estados Unidos de América, al ritmo acelerado de las exportaciones de la Unión Europea en un contexto de gran demanda interna y a la mayor incertidumbre acerca de la continuidad de la Iniciativa de Granos del Mar Negro después de noviembre. Los precios mundiales del maíz se mantuvieron por lo general estables, ya que la fortaleza del dólar estadounidense contrarrestó la presión ejercida por las perspectivas de mayor escasez de la oferta ligada a la rebaja de las perspectivas de producción en los Estados Unidos de América y la Unión Europea. El índice de precios de la FAO para todos los tipos de arroz subió un 2,2 %, fundamentalmente en respuesta a cambios en la política de exportación de la India.

El índice de precios de los productos lácteos de la FAO descendió un 0,6 % durante el mes, en gran medida como consecuencia del efecto que tuvo la mayor debilidad del euro frente al dólar estadounidense, junto con la incertidumbre del mercado y unas perspectivas sombrías de crecimiento económico mundial.

El índice de precios de la carne de la FAO descendió un 0,5 %. Los precios mundiales de la carne de bovino disminuyeron a raíz de las abundantes disponibilidades exportables en el Brasil y el nivel elevado de liquidación de ganado en algunos países productores, mientras que los precios de la carne de aves de corral descendieron ligeramente a causa de la débil demanda de importaciones. Por el contrario, los precios mundiales de la carne de cerdo subieron debido a un déficit de la oferta de cerdos de matanza en la Unión Europea.

El índice de precios del azúcar de la FAO se redujo en un 0,7 % durante el mes de septiembre, lo que estuvo ligado sobre todo a las buenas perspectivas sobre la producción en el Brasil junto a la bajada de los precios del etanol y los efectos de las fluctuaciones de los tipos de cambio.

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Rebaja de los pronósticos relativos a la producción, la utilización y el comercio mundial de cereales en 2022/23

La FAO también ha publicado hoy la última Nota informativa sobre la oferta y la demanda de cereales, en la que se rebaja aún más el pronóstico sobre la producción mundial de cereales en 2022, cifrado ahora en 2 768 millones de toneladas, es decir, un 1,7 % por debajo de la producción de 2021.

Se prevé que la producción mundial de cereales secundarios ascenderá a 1 468 millones de toneladas, con una disminución del 2,8 % en términos interanuales, debido en gran parte a las condiciones adversas de cultivo en los Estados Unidos de América. Según el pronóstico, la producción mundial de arroz ascenderá a 512,8 millones de toneladas, lo que supone un 2,4 % menos que el máximo histórico de 2021, pero sigue siendo una cosecha superior a la media. La revisión a la baja a la producción de arroz desde septiembre obedece a la sequedad estival y las altas temperaturas en China y a las inundaciones en el Pakistán. La FAO elevó en septiembre su pronóstico sobre la producción mundial de trigo a 787,2 millones de toneladas, cifra que supera en un 1,0 % la del año anterior y se encuentra en vías de alcanzar un récord, a raíz de unos rendimientos mejores de lo previsto en la Unión Europea y la Federación de Rusia.

El pronóstico actual señala que la utilización mundial de cereales en 2022/23 disminuirá en un 0,5 % respecto de la campaña anterior, situándose en 2 784 millones de toneladas, siendo la reducción fundamentalmente a causa de una disminución del uso como pienso.

Se prevé que las existencias mundiales de cereales al cierre de las campañas de 2023 disminuirán un 1,6 % por debajo de sus niveles de apertura, ubicándose en 848 millones de toneladas. Se estima que la relación entre las reservas y la utilización de cereales a escala mundial descenderá al 29,7 % respecto del 31 % del año anterior, el cual sigue siendo un porcentaje relativamente elevado desde una perspectiva histórica.

Se pronostica que el comercio mundial de cereales disminuirá un 2,4 % en 2022/23 (julio/junio) respecto de la campaña de comercialización precedente, previéndose contracciones en el comercio de todos los cereales principales. Entre otros factores, se calcula que las consecuencias de la guerra en Ucrania y la fortaleza del dólar estadounidense contribuyen a este descenso.

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45 países necesitan asistencia alimentaria exterior

Cuarenta y cinco países de todo el mundo —33 en África, 9 en Asia, dos en América Latina y el Caribe y uno en Europa— necesitan asistencia alimentaria exterior, según el último informe “Perspectivas de cosechas y situación alimentaria”,  una publicación trimestral del Sistema mundial de información y alerta sobre la alimentación y la agricultura de la FAO (SMIA).

Las sequías de varios años de duración han generado una grave situación de inseguridad alimentaria en África oriental, y se prevé una hambruna en algunas partes de Somalia a menos que se amplíe la escala de la asistencia humanitaria. Las elevadas tasas de inflación, los difíciles entornos macroeconómicos y la depreciación de las monedas están agravando la situación de inseguridad alimentaria en los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos (PBIDA).

Las previsiones del informe también indican que la producción de cereales de los PBIDA en 2022 disminuirá un 0,4 % respecto de 2021.

 

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