Roma — En 2022 la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) deberá hacer un esfuerzo “extraordinario” por obtener sobre el terreno progresos tangibles en la reducción del hambre, conseguir sistemas agroalimentarios más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles y, en última instancia, lograr las cuatro mejoras (mejor producción, mejor nutrición, mejor medio ambiente y una vida mejor), según declaró hoy el Director General, Sr. QU Dongyu, ante el Consejo de la FAO.
“Necesitamos planteamientos y modalidades de trabajo extraordinarios, así como una eficiencia y una eficacia extraordinarias” para el próximo año, afirmó el Director General en sus
palabras de apertura dirigidas al
168.º período de sesiones del Consejo, órgano ejecutivo de la Conferencia de la FAO.
“He predicado con el ejemplo”, aseveró el Sr. QU en un discurso de gran alcance centrado en la manera en que la FAO ha pasado a ser más adecuada a los fines previstos durante los 28 meses transcurridos desde agosto de 2019, cuando asumió el cargo de Director General, al tiempo que se ha hecho frente a las dificultades planteadas por la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19). Observó que la FAO seguía viendo con “optimismo prudente los progresos hacia una ‘nueva normalidad’”.
“La Organización aspira a un cambio de cultura dirigido a crear un entorno de trabajo centrado en las personas, transparente, responsable, dinámico, comprometido y ético”, recalcó, y reafirmó su “pleno compromiso con la política de tolerancia cero de la FAO respecto de todas las formas de conducta impropia”. La FAO también se centra en la catalización de reformas estructurales de ámbito regional y subregional tras la reestructuración de la Sede en Roma.
El Director General también subrayó la necesidad de reorientar el apoyo financiero en el sector agrícola, que actualmente recibe menos del 10 % de los recursos asignados, aunque más de dos tercios de las personas afectadas por crisis dependen de ellos.
“La agricultura es de importancia capital, y no puede quedarse esperando a que se aborden antes otras prioridades”, afirmó. “La protección de los medios de vida rurales debe ser un elemento fundamental de la respuesta humanitaria de emergencia inmediata”.
El Director General señaló las condiciones de inseguridad alimentaria especialmente difíciles que imperan en varios países como consecuencia de emergencias humanitarias, crisis climática, y plagas y enfermedades. A ese respecto, recalcó la importancia de seguir prestando apoyo a la labor de la FAO centrada en la contención de los brotes de langosta del desierto y el control de la propagación del gusano cogollero del maíz, que se ha extendido ya a más de 75 países y solo en África ha causado pérdidas del rendimiento de los cultivos valoradas en 9 400 millones de USD.
Aunque la mayoría de los sistemas agroalimentarios aguantó la crisis de la COVID‑19, la reducción de los ingresos de muchos hogares limitó drásticamente el acceso a los alimentos, y actualmente 45 millones de personas de 43 países “se aproximan a la inanición”, afirmó el Sr. QU.
El sector agroalimentario ofrece un punto de entrada ideal para los “enfoques basados en el nexo” que hacen frente a las causas profundas del hambre integrando factores humanitarios y factores relacionados con el desarrollo y con la paz, afirmó el Sr. QU.
Hans Hoogeven, Presidente Independiente del Consejo, se hizo eco de ese parecer. Los planes de recuperación de la COVID-19 ofrecían “la gran ocasión que tiene la humanidad para cambiar el futuro”, sentenció. “Necesitamos un cambio radical y lo necesitamos ya”.
Ciencia e innovación
Se precisa de ciencia e innovación para cumplir los objetivos comunes de transformar los sistemas agroalimentarios a fin de alimentar a las personas, nutrir el planeta, promover medios de vida equitativos y crear ecosistemas resilientes, declaró el Director General.
Señaló la importancia de la elaboración de la nueva Estrategia temática de la FAO para la ciencia y la innovación para ayudar a la FAO a cambiar a un modelo operativo orientado al futuro que favorezca efectivamente la transformación de los sistemas agroalimentarios sobre el terreno, añadió.
La FAO también está elaborando una nueva Estrategia temática sobre el cambio climático para fomentar la coherencia en la acción por el clima y la biodiversidad en los distintos sectores agrícolas y ayudar a los Miembros a cumplir mejor los compromisos asumidos conforme al Acuerdo de París, sostuvo el Director General.
Ambas estrategias exigen y necesitan “soluciones innovadoras y juiciosas que cambien las reglas del juego a partir de la ciencia y las asociaciones”, añadió, y se están “elaborando en paralelo para garantizar la complementariedad”.
Centro de coordinación para los sistemas alimentariosEl Director General también anunció que la FAO acogería el Centro de coordinación de las medidas de seguimiento de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios y afirmó que había llegado “el momento de acelerar la labor en los países”. El Centro se inaugurará a principios de 2022, y su Grupo de supervisión está integrado por los directores de la FAO, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la Oficina de Coordinación del Desarrollo de las Naciones Unidas y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). La presidencia del Grupo de supervisión tendrá carácter rotatorio, y actualmente lo preside el PNUMA.
Conclusiones clave de cara al futuroComo reflexión basada en los 851 días que lleva ocupando su cargo, el Director General también expuso algunas conclusiones clave de cara al futuro en relación con la ejecución del nuevo Marco estratégico de la FAO para 2022-2031, en particular que la conectividad es una condición previa para la inclusividad; la necesidad de reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos; la prevención de futuras pandemias como responsabilidad colectiva y coherente; los pequeños agricultores y los agricultores familiares, las mujeres, los jóvenes y los pueblos indígenas deben ocupar un lugar central en la transformación de los sistemas agroalimentarios; y la necesidad de un enfoque integral para las personas, para el planeta y para la prosperidad.
El Director General, Sr. QU, también destacó la importancia de disponer de marcos jurídicos sólidos para los sistemas agroalimentarios sostenibles y observó que la FAO prestaba a los Miembros asistencia legislativa de carácter técnico.
El Sr. QU recordó su promesa de “sacar nuestra labor de los castillos y acercarla a la gente de la calle” y señaló que los compromisos en línea habían aumentado un 50 % desde 2019. El número total de visitantes al sitio web de la FAO asciende a 26 millones en 2021, mientras que los seguidores en los medios sociales suman 6,3 millones; ambas cifras suponen aumentos del 50 % en el curso de dos años y dan fe de la mayor visibilidad pública de la Organización.
El discurso íntegro del Director General pronunciado durante la sesión de apertura del Consejo de la FAO puede consultarse
aquí.
El 168º Consejo de la FAO se celebra hasta el viernes 3 de diciembre y puede seguirse por
transmisión Web.