Las inversiones aumentaron un 22 % en un año en el que los sistemas agroalimentarios afrontaron múltiples perturbaciones
En 2022, el Centro de Inversiones de la FAO ayudó a diseñar 45 proyectos de inversión pública en 32 países, con nuevas inversiones por valor total de 8 800 millones de USD
©FAO/Sonia Malpeso
Roma - Las soluciones de inversión y financiación desempeñan un papel crucial en la transformación de nuestros sistemas agroalimentarios, especialmente en un momento en el que múltiples perturbaciones siguen abocando a más personas al hambre y la pobreza.
Se trata de una esfera en la que “el Centro de Inversiones de la FAO se encuentra al frente de ese cometido”, señaló el Sr. QU Dongyu, Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en el prólogo del Informe anual 2022 del Centro, que lleva cerca de 60 años ayudando a países y asociados financieros a aumentar y mejorar las inversiones en el sector agroalimentario a fin de reducir la pobreza, el hambre y la malnutrición, mejorar los medios de vida rurales y proteger el medio ambiente.
“Debemos actuar de forma conjunta, y rápida, para afrontar estos desafíos mundiales en pro de un futuro más sano y sostenible que no deje a nadie atrás. Esto supone transformar el modo de funcionar de nuestros sistemas agroalimentarios, desde la forma en que producimos, suministramos y consumimos alimentos, hasta el modo en que reducimos las pérdidas y el desperdicio de alimentos en nuestros vertederos. En definitiva, el objetivo es ayudar a los países a lograr las cuatro mejoras (una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor para todos)”, indicó el Sr. QU.
Según el informe publicado hoy, el Centro registró algunos logros notables en 2022 en un contexto marcado por la volatilidad de los precios de los alimentos, los fertilizantes y los combustibles, las perturbaciones de las cadenas de suministro, los conflictos, la crisis climática, las emergencias humanitarias y los efectos persistentes de la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19).
Entre esos logros figura el apoyo al diseño de 45 proyectos de inversión pública en 32 países, con un total de 8 800 millones de USD en nuevas inversiones, lo que representa un aumento del 22 % respecto de los 7 200 millones de USD del año anterior.
También figuran contribuciones en materia de políticas de inversión en 65 países, junto con 52 estrategias agrícolas, 25 estudios sectoriales, 17 estudios de políticas y seis diálogos sobre políticas, así como 54 nuevos productos del conocimiento, desde un estudio de alto nivel sobre la neutralidad con respecto a las emisiones de carbono en los sistemas agroalimentarios hasta inversiones para los jóvenes en África, entre otros.
Cabe destacar, en particular, el primer Foro de la inversión de la Iniciativa Mano de la mano, que se celebró durante el Foro Mundial de la Alimentación 2022 y que puso en contacto a 20 países y tres iniciativas regionales de la Iniciativa Mano de la mano con potenciales inversores.
Sobre todo, el Centro inició un período de transformación propia a comienzos de 2022 con la puesta en marcha de su Plan de transformación —las denominadas “soluciones 4+2”— que pretende que el Centro se ajuste aún más a su propósito, esté mejor estructurado y cuente con más personal para responder a la demanda en continuo crecimiento y evolución de los Miembros e inversores.
Para ello, se centra en cuatro soluciones principales que apoyan: a) la planificación y las políticas de inversiones estratégicas; b) la inversión pública; c) la inversión privada, y d) la financiación innovadora, las cuales se acompañan de dos soluciones complementarias relativas a los conocimientos para la inversión y el desarrollo de capacidades para la inversión.
Soluciones de inversión y financiación
Desde 1964, la FAO ha ayudado a los países en desarrollo y en transición a invertir en agricultura y desarrollo rural a largo plazo con el fin de mejorar las vidas y los medios de vida de sus ciudadanos, en especial la población rural pobre.
El Centro, que hace de puente entre los Miembros y los asociados que aportan financiación para aumentar la inversión en el sector agroalimentario a fin de lograr una mayor repercusión en los países, dirige esta labor. Entre sus asociados figuran el Banco Mundial, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, bancos regionales de desarrollo como el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, el Fondo Verde para el Clima y la Unión Europea.
“Gracias a nuestro equipo en expansión y, actualmente, cinco servicios geográficos, podemos perfeccionar aún más nuestros conocimientos especializados para adaptarnos a las tendencias mundiales y prestar un apoyo más específico a los países en cada región a fin de lograr mayor repercusión”, afirmó el Sr. Mohamed Manssouri, Director del Centro de Inversiones de la FAO.
De cara al futuro, el Centro fortalecerá la colaboración con un grupo aún más amplio de asociados en materia de financiación y conocimientos y estudiará posibilidades de colaborar directamente con los Miembros y nuevos inversores.
Seguirá fomentando la colaboración estratégica en toda la FAO para ofrecer soluciones de inversión y financiación que favorezcan un crecimiento económico inclusivo, mejores dietas y nutrición, la equidad y la resiliencia.
Ello incluye la ampliación de la cartera de la FAO de proyectos de financiación relacionados con el clima para ayudar a países y agentes financieros a cumplir sus compromisos climáticos, apoyando a su vez la seguridad alimentaria mediante asociaciones como el Programa Mundial de Agricultura y Seguridad Alimentaria . Incluye asimismo una mayor atención a las innovaciones para atraer más financiación, como financiación combinada, instrumentos de gestión de riesgos agrícolas, inversiones con repercusión y financiación digital.
El Centro seguirá añadiendo cursos de aprendizaje electrónico, actividades de capacitación e instrumentos a su acervo de productos del conocimiento a fin de mejorar la calidad y la cantidad de las inversiones en el sector agroalimentario.
El objetivo último es lograr que los países consigan las cuatro mejoras, esto es, una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor para todos, sin dejar a nadie atrás.
Nicholas Rigillo Oficina de Prensa, FAO [email protected]
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