Con 127 millones de USD del Banco Mundial se reforzarán la seguridad alimentaria y los medios de vida rurales en el Yemen

El apoyo a la labor conjunta de la FAO, el PMA y el PNUD llega con la intensificación del hambre

©FAO/Soliman Ahmed/FAO

Con una aportación de aproximadamente 61 millones de USD se apoyarán actividades dirigidas por la FAO con objeto de aumentar la producción de productos agropecuarios y pesqueros.

©FAO/Soliman Ahmed/FAO

29/07/2021

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) han acogido con agrado una contribución del Banco Mundial por valor de 127 millones de USD en apoyo de un proyecto interinstitucional de lucha contra la propagación del hambre extrema en el Yemen. El proyecto brindará a familias rurales oportunidades para promover la seguridad alimentaria de los hogares de forma sostenible.

Las necesidades humanitarias en el Yemen continúan en aumento. El país está resentido por las repercusiones de más de seis años de conflictos incesantes y por las perturbaciones económicas agravadas por la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID‑19), las inundaciones y las langostas del desierto.

Según el último análisis de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF), en la actualidad 16,2 millones de yemeníes hacen frente a episodios de inseguridad alimentaria aguda en grado de crisis o peor (Fases 3 y superiores de la CIF), incluidas aproximadamente 47 000 personas que padecen niveles catastróficos (Fase 5 de la CIF) de inseguridad alimentaria, es decir, condiciones similares a la hambruna.

La donación del Banco Mundial se centrará en la prestación de apoyo inmediato a hogares vulnerables a través de oportunidades de obtener dinero por trabajo y de apoyo nutricional para madres y niños. El proyecto también ofrecerá apoyo específico a los medios de subsistencia con el objetivo de impulsar la producción agrícola a corto plazo, mejorando al mismo tiempo las contribuciones de la agricultura a la seguridad alimentaria y la actividad económica a más largo plazo y fomentando la capacidad de gestión de la seguridad alimentaria.

"La inseguridad alimentaria es uno de los desafíos del desarrollo humano más acuciantes a los que se enfrenta el Yemen. En el contexto más amplio del actual conflicto y la crisis económica, la combinación de la gran dependencia de las importaciones de alimentos, los altos precios de los alimentos y la notable reducción de los ingresos están teniendo efectos devastadores en la vida de las personas", señaló Tania Meyer, Gerente del Banco Mundial en el Yemen. "El Banco Mundial está adoptando un enfoque multisectorial para la inseguridad alimentaria. El nuevo proyecto de respuesta y resiliencia a la seguridad alimentaria es un elemento fundamental de este conjunto de actividades, que integra el apoyo inmediato a los hogares con intervenciones a medio plazo dirigidas a fomentar la resiliencia ante perturbaciones futuras".

Las donaciones fueron posibles gracias a las generosas contribuciones de la Asociación Internacional de Fomento del Banco Mundial (100 millones de USD) y del Programa mundial de agricultura y seguridad alimentaria (27 millones de USD).

Una acción coordinada en diversos frentes

Con una aportación de aproximadamente 61 millones de USD se apoyarán actividades dirigidas por la FAO con objeto de aumentar la producción de productos agropecuarios y pesqueros, incluida la producción doméstica y en huertos, promover la agricultura climáticamente inteligente, fortalecer los sistemas agroalimentarios a escala local y establecer cadenas de valor agrícola a nivel nacional.

"Para millones de familias yemeníes, la producción doméstica de alimentos constituye una barrera que las separa de las manifestaciones más graves del hambre. Por lo tanto, debemos impulsar la producción local de alimentos ahora mismo a fin de evitar que se propague la inseguridad alimentaria aguda. Pero también tenemos que dedicarnos a promover la agricultura como fuente de alimentos y empleos que perdure a largo plazo, de ahí la importancia de esta financiación plurianual del Banco", afirmó Hussein Gadain, Representante de la FAO en el país.

El PNUD recibirá 23,8 millones de USD para dirigir varias medidas de adaptación al cambio climático en las zonas rurales del Yemen que facilitarán un acceso inmediato a los alimentos creando oportunidades de empleo temporal mediante un programa de dinero por trabajo. Concretamente, la financiación permitirá restaurar los bienes productivos públicos y colectivos dañados, incluidos los que se vieron afectados por las inundaciones de 2020.

"Este proyecto es vital para ayudar a los yemeníes a superar crisis cada vez más graves, como el hecho de que las crisis alimentarias existen porque los yemeníes simplemente no se pueden permitir alimentos, no porque no haya alimentos disponibles", indica Auke Lootsma, Representante Residente del PNUD. "Al tiempo que el proyecto aborda la crisis alimentaria aguda y crítica facilitando a las personas el dinero necesario para comprar alimentos, también busca reconstituir los activos comunitarios que se han destruido o han sufrido daños graves en el conflicto o en las inundaciones devastadoras de los últimos tiempos". "Reconstruir infraestructura esencial es un punto de partida decisivo para la recuperación a más largo plazo en el Yemen", añade.

El PMA utilizará la contribución del Banco por valor de 42,2 millones de USD a fin de mejorar la situación nutricional de los hogares vulnerables del medio rural, prestando atención a la función básica que desempeñan las mujeres para reforzar la seguridad alimentaria. El proyecto abordará las necesidades nutricionales inmediatas de mujeres y niños centrándose en las zonas con mayores índices de inseguridad alimentaria y ofreciendo productos nutricionales especializados con objeto de tratar y prevenir la malnutrición en este grupo vulnerable. Al mismo tiempo, el PMA promoverá las actividades empresariales de las mujeres proporcionando tanto habilidades como oportunidades de desarrollo y donaciones para la creación de empresas dedicadas a la producción agrícola y alimentaria.

"Los datos demuestran que cuando las mujeres y niñas tienen un mejor acceso a la información, los recursos y los servicios, el resultado es una mejora de la toma de decisiones y de las oportunidades económicas que conduce a un aumento de la seguridad alimentaria y la nutrición para ellas, sus familias y sus comunidades", comenta Laurent Bukera, Director del PMA en el Yemen. "Promover la participación equitativa y significativa de las mujeres contribuirá a garantizar un futuro con seguridad alimentaria para el Yemen".

El potencial de la agricultura

La agricultura sigue siendo el sector económico más importante del Yemen, pero se ha visto gravemente perjudicada por las repercusiones de conflictos y las enfermedades, que han limitado las oportunidades de medios de vida.

El país depende en gran medida de las importaciones comerciales para satisfacer las necesidades de consumo interno de trigo, el principal alimento básico, mientras que la asistencia alimentaria es una fuente esencial de alimentos para más de un tercio de las familias.

En la actualidad, el sector agrícola abastece solo entre el 15 % y el 20 % de las necesidades alimentarias del país debido a las limitadas tierras agrícolas y los escasos recursos hídricos y a prácticas agrícolas deficientes, sumadas a años de guerra, el elevado precio del combustible y la escasez de agua.

El Banco Mundial ha apoyado el desarrollo del Yemen durante más de cuatro decenios, colaborando con actores nacionales y locales y estableciendo asociaciones operacionales con importantes organismos de las Naciones Unidas, entre ellos la FAO, la Organización Mundial de la Salud (OMS), el PMA, el PNUD, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Oficina de Servicios para Proyectos (UNOPS).
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