La FAO considera el libre comercio la piedra angular de la seguridad alimentaria mundial

QU Dongyu, Director General de la FAO, interviene en el período de sesiones del Grupo de los Veinte sobre sistemas alimentarios sostenibles y comercio agrícola

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El Director General afirmó en la reunión que el comercio facilita el acceso a cantidades mayores y precios más bajos de todos los alimentos y contribuye notablemente a la diversidad alimentaria, al duplicar el número de productos suministrados por los países.

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13/09/2024

Chapada dos Guimarães – El Grupo de los Veinte (G-20) puede contribuir notablemente a la seguridad alimentaria mundial promoviendo la transparencia de los mercados, absteniéndose de adoptar restricciones comerciales y revitalizando las negociaciones agrícolas en la Organización Mundial del Comercio (OMC), aseguró el viernes el Sr. QU Dongyu, Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en una reunión de ministros de Agricultura del G‑20 celebrada en Brasil.

La FAO defiende desde hace tiempo los beneficios de un comercio abierto y basado en normas para la seguridad alimentaria mundial. Las políticas comerciales que promueven la apertura y reducen las barreras no sólo ayudan a estabilizar los precios de los alimentos y garantizar un suministro constante de productos alimenticios variados, sino que también fomentan la cooperación internacional. Al participar en el comercio, los países pueden intercambiar conocimientos, tecnología y mejores prácticas, lo que puede ayudar a mejorar las prácticas agrícolas y aumentar la resiliencia frente al cambio climático, señaló el Sr. QU.

Según el análisis de datos de la FAO, el comercio facilita el acceso a mayores volúmenes y precios más bajos de todos los alimentos y contribuye notablemente a la diversidad alimentaria, al duplicar el número de productos suministrados por los países. El Director General aseguró que estos efectos son notables para los países importadores netos de alimentos, lo que confirma una vez más con datos y evidencias fehacientes que el comercio agrícola es esencial para la seguridad alimentaria y la nutrición a nivel mundial.

En su intervención en la reunión de ministros de Agricultura del G-20 sobre Sistemas alimentarios sostenibles y comercio agrícola, celebrada en Chapada dos Guimarães, el Director General pidió al G-20 que siga promoviendo la transparencia de los mercados, por ejemplo a través del Sistema de información sobre el mercado agrícola (SIMA), del que la FAO es un miembro clave, y proporcionando apoyo en forma de datos e información.

El Sr. QU destacó asimismo los efectos perjudiciales de las restricciones comerciales, que pueden perturbar el equilibrio entre el suministro y la demanda de alimentos en distintas regiones. Estas restricciones no sólo perjudican la seguridad alimentaria mundial, sino que también crean un efecto dominó entre los países, agravando el problema y en última instancia, socavando los esfuerzos mundiales para garantizar un suministro de alimentos estable y asequible para todos, advirtió.

Por último, el G-20 debería ayudar a revitalizar las negociaciones agrícolas en la OMC.

“El multilateralismo y un sistema de comercio multilateral libre, justo, predecible, no discriminatorio y basado en normas son clave para promover el desarrollo agrícola y rural y contribuir a la seguridad alimentaria mundial y a la mejora de la nutrición”, recordó el Sr. QU.

Transformación de los sistemas agroalimentarios

A medida que los sistemas alimentarios mundiales se enfrentan a una presión sin precedentes, es crucial transformarlos para que sean más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles, con el fin de garantizar la seguridad alimentaria, la sostenibilidad medioambiental y la prosperidad económica de las generaciones futuras, afirmó el Director General.

Esto implica producir más con menos, mediante prácticas que minimicen los efectos en el medio ambiente, como las emisiones de gases de efecto invernadero, y preserven la biodiversidad. También conlleva optimizar el uso de insumos como agua, energía, plaguicidas y fertilizantes y reducir las pérdidas de alimentos. Técnicas como el laboreo de conservación, el manejo integrado de plagas y la diversificación de cultivos ayudan a reducir el uso de agroquímicos, mejorar la salud del suelo y potenciar la biodiversidad.

Al mismo tiempo, la innovación y la tecnología desempeñan un papel crucial en el progreso de los sistemas agroalimentarios sostenibles, desde la agricultura de precisión y la agricultura digital hasta la biotecnología y las energías renovables.

“Invirtiendo en investigación y desarrollo podemos encontrar nuevas soluciones a los retos que afrontan nuestros sistemas agroalimentarios e impulsar el progreso hacia un futuro más sostenible”, indicó el Sr. QU.

Otro aspecto importante de los sistemas agroalimentarios sostenibles es el fomento de la equidad social. Esto implica garantizar que todas las personas tengan acceso a alimentos nutritivos y asequibles así como apoyar los medios de vida de los pequeños agricultores y las comunidades rurales.

En este contexto, el Marco estratégico de la FAO para 2022-2031 se basa en el concepto de las cuatro mejoras: una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor, sin dejar a nadie atrás.

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