QU Dongyu insta a los ministros de Agricultura del Grupo de los Siete a reconocer la necesidad de invertir más y mejor en sistemas agroalimentarios sostenibles
Foto de familia de la Reunión de Ministros de Agricultura del G7 en Siracusa, Italia.
©FAO/Alessandra Benedetti
Siracusa (Italia) – Los ministros de Agricultura de los países del Grupo de los Siete (G-7) mantuvieron una reunión y reiteraron su amplio compromiso de hacer que los sistemas agroalimentarios sean más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles, para mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo. Los ministros indicaron de forma explícita que los sistemas agroalimentarios sostenibles pueden ayudar a abordar la crisis climática y las pérdidas de biodiversidad.
Sin mayores niveles de financiación y medidas a mayor escala, “el mundo seguirá sin avanzar hacia el objetivo de acabar con el hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición en todas sus formas para 2030, o en cualquier momento posterior”, aseguró el Sr. QU Dongyu, Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), ante los ministros, a los que acompañaban el Comisario Europeo de Agricultura, el Comisario de Agricultura de la Unión Africana y los responsables de las principales organizaciones multilaterales e internacionales.
En una sesión celebrada el viernes sobre “Sistemas agroalimentarios rentables, resilientes, equitativos y sostenibles”, el Sr. QU presentó algunas de las crudas conclusiones recogidas en el último informe principal de la FAO, El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo (SOFI) (2024).
Alrededor de 733 millones de personas pasaban hambre en 2023, el 9,1 % de la población mundial, y se prevé que esa cifra baje sólo a 582 millones en 2030, muy lejos del objetivo de Hambre cero para ese año, según el Director General.
Aun así, citó “razones para la esperanza”, señalando que ha habido progresos alentadores en muchas subregiones del mundo, en especial en América Latina. Dicho esto, el nivel de hambre en África —el más alto del mundo—, aumentó otro medio punto porcentual entre 2022 y 2023, añadió.
El progreso es notablemente desigual. El Sr. QU recordó que la FAO monitorea ahora el acceso económico a una dieta saludable —un indicador esencial de las políticas—, y que si bien a nivel mundial se había producido un modesto descenso tras la enfermedad por coronavirus (COVID-19) del número de personas que no podían permitirse una dieta saludable en 2022, el número había aumentado sustancialmente en África y está por encima de los niveles prepandémicos en los países de ingresos bajos y medianos bajos.
La FAO apoya las deliberaciones del Grupo de los Siete y del Grupo de los Veinte con asesoramiento sobre políticas basado en hechos comprobados, aportaciones técnicas, informes temáticos y propuestas de medidas que apoyan la provisión de bienes públicos mundiales en la zona de la seguridad alimentaria y la agricultura sostenible. Esta edición de la reunión sobre Agricultura del G‑7 se centró especialmente en África, considerada una prioridad clave por Italia, que ostenta actualmente la presidencia del G-7, así como en la migración, el nexo entre clima y energía y la seguridad alimentaria, así como en la necesidad de mecanismos de gobernanza para garantizar que las innovaciones que ofrece la inteligencia artificial puedan beneficiar a todos.
Ampliar las inversiones
La reunión se centró además en invertir más y mejor en agricultura y seguridad alimentaria.
“Ha llegado el momento de un cambio transformador”, afirmó el Director General. Se refirió a una conclusión de SOFI 2024 según la cual casi dos tercios de 119 países de ingresos bajos y medios tienen una capacidad limitada o moderada para acceder a la financiación. Los que tienen menos acceso presentan una mayor prevalencia de subalimentación, añadió.
Además, el 74 % de los países analizados se vieron afectados negativamente por al menos una de las causas principales de la inseguridad alimentaria y la malnutrición, a saber, los conflictos, la variabilidad del clima y los fenómenos climáticos extremos y la desaceleración económica, lo que pone de manifiesto la necesidad y la oportunidad de integrar los objetivos de seguridad alimentaria y nutrición en la financiación humanitaria, climática y para el desarrollo.
“Debemos afrontar el reto de aumentar el acceso a la financiación para los países más necesitados”, utilizando los instrumentos financieros existentes de forma más innovadora, inclusiva y equitativa, dijo el Sr. QU. El informe SOFI 2024 ofrece una extensa evaluación de opciones que van desde la vinculación de la fiscalidad a los resultados en materia de seguridad alimentaria hasta el fomento de asociaciones con un enfoque de financiación combinada.
El Sr. QU pidió además al G-7 que apoye los seguros climáticos para los pequeños agricultores.
Indicaciones geográficas
Una forma demostrada de contribuir al desarrollo rural sostenible y a los sistemas agroalimentarios es promover las indicaciones geográficas (IG), una señal que indica que un bien comercializable posee cualidades o reputación debido a su lugar de origen específico.
La FAO lleva más de 15 años trabajando con asociados en más de 30 países para potenciar las IG, de forma que puedan ayudar a generar mejores ingresos para todos los actores a lo largo de las cadenas de valor locales, tener efectos positivos a nivel ambiental, y apoyar y mejorar la justicia social y la equidad de género.
Las indicaciones geográficas son también una poderosa palanca para “la protección de los conocimientos tradicionales, y la preservación de la identidad cultural regional y el patrimonio en muchos países”, dijo el Director General en un encuentro organizado por Italia al margen de la reunión del G-7 el 26 de septiembre sobre la “Conferencia sobre las IG italianas” señalando que tienen un “enorme potencial sin explotar” en muchos países africanos.
La FAO, junto con el Ministerio de Agricultura, Soberanía Alimentaria y Bosques de Italia, organizará y acogerá una conferencia internacional sobre perspectivas mundiales de las indicaciones geográficas, del 18 al 21 de febrero de 2025.
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