Roma – La medición de la variación de los precios mundiales de los productos alimenticios se mantuvo bastante estable en noviembre, a raíz de la disminución de los precios internacionales de los cereales, la carne y los productos lácteos, que compensó el aumento de las cotizaciones de los aceites vegetales y del azúcar, informó el viernes la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El
índice de precios de los alimentos de la FAO, que hace un seguimiento mensual de los precios internacionales de una cesta de los productos alimenticios más comercializados, registró un promedio de 135,7 puntos en el mes de noviembre, es decir, ligeramente inferior a su nivel de octubre. El índice ahora se encuentra apenas un 0,3 % por encima de su nivel de noviembre de 2021.
El índice de precios de los cereales de la FAO descendió un 1,3 % desde el mes anterior, aunque siguió estando un 6,3 % por encima de su valor de hace un año. Los precios mundiales del trigo y del maíz registraron en noviembre un descenso del 2,8 % y el 1,7 %, respectivamente, en parte debido a la prórroga de la Iniciativa sobre la Exportación de Cereales por el Mar Negro. Por el contrario, los precios internacionales del arroz se incrementaron un 2,3 %.
El índice de precios de los aceites vegetales de la FAO aumentó un 2,3 % en noviembre y puso fin a siete meses consecutivos de descenso. Subieron los precios internacionales de los aceites de palma y de soja, mientras que bajaron los de los aceites de colza y de girasol.
El índice de precios de los productos lácteos de la FAO disminuyó un 1,2 % desde octubre, a raíz de la caída de las cotizaciones mundiales de la mantequilla, la leche desnatada en polvo y la leche entera en polvo ante la menor demanda de importación, mientras que las del queso aumentaron, en parte debido a una menor disponibilidad para la exportación en los principales países productores de Europa occidental.
El índice de precios de la carne de la FAO fue un 0,9 % más bajo en noviembre que en el mes anterior, al caer los precios internacionales de la carne de bovino como consecuencia del aumento de la disponibilidad para la exportación de Australia sumado a los suministros ya de por sí elevados del Brasil, pese al mantenimiento de la fuerte demanda de importaciones en China. Por el contrario, los precios mundiales de todos los demás tipos de carne repuntaron, encabezados por el aumento de las cotizaciones de la carne de ovino.
El índice de precios del azúcar de la FAO subió un 5,2 % en noviembre, influenciado por la alta demanda y la escasez de suministros de azúcar en el mundo debido a retrasos en las cosechas de los principales países productores y al anuncio de la India sobre una reducción de su cupo de exportación de azúcar. El aumento de los precios del etanol en el Brasil también ejerció una presión al alza sobre los precios mundiales del azúcar.
Puede consultarse más información
aquí. Para acceder a las cotizaciones de referencia de los diversos productos alimenticios para la exportación y a los precios nacionales de los alimentos al por menor y al por mayor, visite la herramienta de
Seguimiento y análisis de los precios alimentarios de la FAO.
Reducción del pronóstico relativo a la producción mundial de cereales en 2022
En la última
Nota informativa sobre la oferta y la demanda de cereales, publicada también hoy, la FAO ha vuelto a recortar su pronóstico sobre la producción mundial de cereales en 2022, que actualmente es de 2 756 toneladas, lo que supone una caída del 2,0 % respecto de 2021.
La reducción obedece principalmente a las perspectivas de disminución de la cosecha de maíz en Ucrania, donde las repercusiones de la guerra han hecho que las operaciones poscosecha resulten prohibitivas. La FAO también redujo su pronóstico sobre la producción mundial de trigo de este año, pero pese a este recorte, la nueva cifra de 781,2 millones de toneladas seguiría siendo un récord. Se espera que la producción mundial de arroz disminuya un 2,4 % por debajo del máximo histórico del año anterior.
De cara al futuro, se está llevando a cabo la siembra de los cultivos de trigo de invierno de 2023 ante la preocupación acerca de la asequibilidad de los insumos y las condiciones climáticas adversas en los Estados Unidos de América y la Federación de Rusia, aunque los altos precios de los cultivos podrían contribuir a que la superficie se mantenga en un nivel superior a la media en todo el mundo. En el hemisferio sur se encuentra en marcha la siembra de los cultivos de cereales secundarios, y los pronósticos oficiales del Brasil apuntan a un récord de la superficie sembrada de maíz.
Pueden consultarse
aquí información más detallada y pronósticos actualizados sobre la utilización mundial de cereales en la campaña 2022‑23, sobre las reservas mundiales de cereales al cierre de las campañas que finalizan en 2023 y sobre el comercio mundial de cereales.
Cuarenta y cinco países necesitan asistencia alimentaria exteriorSe calcula que 45 países de todo el mundo —33 en África, 9 en Asia, dos en América Latina y el Caribe, y uno en Europa— necesitan asistencia alimentaria exterior debido a los conflictos, fenómenos meteorológicos extremos y tasas de inflación desmesuradas, según el último informe “
Perspectivas de cosechas y situación alimentaria”, una publicación trimestral del Sistema mundial de información y alerta sobre la alimentación y la agricultura de la FAO (
SMIA).
La situación de inseguridad alimentaria en los países del África oriental y el África occidental constituyen un motivo de especial preocupación.
En el caso de los
países de bajos ingresos y con déficit de alimentos, se prevé que la producción de cereales en 2022 ascenderá a 184,5 millones de toneladas, a la par del último promedio quinquenal, mientras que los pronósticos indican que la necesidad total de importación de cereales alcanzará los 63,7 millones de toneladas, un 7 % por encima del último promedio quinquenal. Pueden consultarse más detalles
aquí.