Las iniciativas se centran en los desafíos para la seguridad hídrica y alimentaria que provoca el cambio climático en países frágiles.
Un agricultor con sus cultivos en Kismayo, Estado de Jubaland, Somalia.
©FAO/Arete
Songdo/Roma - En una decisión histórica, el Fondo Verde para el Clima (FVC) ha aprobado la financiación de dos proyectos transformadores, con un valor de 134 millones de USD, dirigidos a respaldar la adaptación de las comunidades agrícolas vulnerables de Somalia y el Iraq al cambio climático y a mejorar su resiliencia ante este. Mediante estas iniciativas, impulsadas por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se dotará a millones de agricultores y pastores de los medios para que se adapten a la intensificación de los efectos del cambio climático, como sequías, inundaciones y escasez de recursos hídricos.
“La FAO está muy orgullosa de que Somalia y el Iraq la hayan elegido para que les preste apoyo en sus primeras inversiones en un solo país dirigidas a combatir el cambio climático. Estos dos proyectos son un ejemplo del compromiso de la FAO con la acción por el clima a través de la transformación de la agricultura, especialmente mediante la creación de sistemas agrícolas resilientes y sostenibles en contextos de vulnerabilidad y fragilidad”, aseguró el Sr. Kaveh Zahedi, Director de la Oficina de Cambio Climático, Biodiversidad y Medio Ambiente de la FAO, al acoger con agrado la noticia. “Al empoderar a las comunidades vulnerables con los conocimientos, instrumentos y tecnologías que necesitan para adaptarse, estamos invirtiendo en soluciones agroalimentarias que aportan seguridad alimentaria, sustentan los medios de vida y ayudan a los países a hacer frente al cambio climático.”
Los nuevos anuncios se realizaron hoy durante la 40.ª reunión de la Junta del FVC, celebrada en Songdo, Incheon (República de Corea), del 21 al 24 de octubre.
Ugbaad: Desarrollo de un sector agrícola resiliente al clima en Somalia
Somalia se enfrenta a una compleja red de desafíos, entre los que se incluyen la pobreza y los conflictos. Estos desafíos se ven agravados por el cambio climático, especialmente por la frecuencia cada vez mayor de fenómenos meteorológicos extremos, como sequías e inundaciones, que amenazan la seguridad alimentaria del país, ya en situación de fragilidad. Para hacer frente a esto, la FAO y el Gobierno de Somalia pusieron en marcha el proyecto de siete años de duración denominado “Ugbaad” (que significa “esperanza” en somalí), el cual, con un valor de 95 millones de USD, se centra en fomentar la resiliencia al cambio climático en el sector agrícola. Esta iniciativa histórica supone la mayor inversión del FVC para el clima dirigida por la FAO.
“El cambio climático es una cuestión de supervivencia para Somalia”, aseguró la Sra. Khadija Mohamed Al-Makhzoumi, Ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático. “El proyecto sobre agricultura resiliente al cambio climático respaldado por el Fondo Verde para el Clima ayudará a que más de dos millones de personas recuperen nuestras tierras, mejoren la seguridad alimentaria y fomenten la resiliencia ante los graves efectos del cambio climático a los que nos enfrentamos hoy en día.”
El proyecto Ugbaad tiene la finalidad de fomentar la resiliencia de las comunidades rurales y los ecosistemas de Somalia mediante la promoción de prácticas de gestión sostenible de la tierra, la mejora del acceso al agua limpia, la introducción de técnicas agrícolas resilientes al clima y el desarrollo de cadenas de valor. En el marco del proyecto se restaurarán más de 50 000 hectáreas de tierras degradadas, se capacitará a 86 000 agricultores y pastores en agricultura climáticamente inteligente y se rehabilitarán infraestructuras vitales como canales de riego y carreteras rurales. El proyecto Ugbaad, al fortalecer las cadenas de valor de los principales productos agrícolas y mejorar el acceso a los servicios de información sobre el clima, dotará a las comunidades de los medios para hacer frente a las perturbaciones climáticas y mejorar sus medios de vida.
El proyecto, que centrará su atención en la seguridad alimentaria, beneficiará directamente a 1,2 millones de personas e, indirectamente, a otras 973 000 personas. El proyecto Ugbaad se propone aumentar la producción de alimentos y reducir la dependencia de las importaciones y la ayuda alimentarias mejorando el acceso al agua limpia y promoviendo prácticas agrícolas sostenibles. El mismo también reconoce la importancia de la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer, siendo las mujeres el 50 % de sus beneficiarios.
Más allá de su efecto inmediato en las prácticas agrícolas resilientes al clima, el proyecto Ugbaad está diseñado para fomentar la sostenibilidad a largo plazo y la consolidación de la paz en Somalia. Al fortalecer las estructuras de gobernanza, mejorar los sistemas de información sobre el clima y promover la participación de las comunidades, ayudará a lograr que la sociedad sea más estable y resiliente. Los conocimientos y la experiencia que se adquieran a través del proyecto Ugbaad también podrán servir de modelo valioso para otros países frágiles que se enfrentan a desafíos similares en relación con el clima.
Llevando agua y vida a las tierras secas del Iraq
En el Iraq, un país que lucha contra el aumento de las temperaturas y unos recursos hídricos cada vez más limitados en un contexto de reconstrucción de la estabilidad política, el proyecto denominado “Fortalecimiento de la resiliencia al cambio climático de los medios de vida agrícolas vulnerables en las comunidades rurales del Iraq”, con un valor total de 38,95 millones de USD (de los cuales, 9,7 millones de USD en cofinanciación), recibirá del FVC una subvención de 29,25 millones de USD. Este proyecto dirigido por la FAO, de seis años de duración, se centrará en mejorar la eficiencia en el uso del agua de riego, promover una agricultura resiliente al cambio climático y dotar a las mujeres de los medios para que se conviertan en agentes del cambio en sus comunidades.
El proyecto tiene como objetivo luchar contra los crecientes desafíos para la seguridad hídrica y alimentaria que provoca el cambio climático en el Iraq, centrándose en tres gobernaciones, a saber: Karbala, Muthanna y Nayaf. Estas zonas son especialmente vulnerables debido a su clima árido, sus limitadas tierras cultivables y su dependencia de la agricultura.
“Nos complace enormemente ejecutar este proyecto con el que se fomentará la resiliencia de los hogares agrícolas al cambio climático en las comunidades rurales iraquíes y se prestará apoyo a la política del Iraq sobre cambio climático”, declaró el Sr. Jasim al Falahi, viceministro técnico del Ministerio de Medio Ambiente. “El proyecto transformará radicalmente el sector agrícola iraquí, haciéndolo más equitativo, sostenible y resiliente al cambio climático, gracias a la mayor eficiencia y mejora de los sistemas de distribución de agua”, añadió.
En el marco del proyecto se introducirán infraestructuras y prácticas agrícolas que se adapten al clima para mejorar la eficiencia en el uso del agua de riego y el rendimiento de los cultivos. Entre las principales actividades cabe mencionar que se mejorarán los canales de riego, se instalarán paneles solares en tierras agrícolas, se impartirá capacitación en agricultura resiliente al cambio climático y se empoderará a las mujeres con conocimientos sobre medidas de adaptación al cambio climático. El proyecto tiene como objetivo que más de 121 000 hectáreas de tierras agrícolas pasen a gestionarse de una manera resiliente al clima.
Se prevé que la iniciativa, al fomentar la resiliencia de los hogares rurales al cambio climático, repercutirá de forma significativa en la seguridad alimentaria y los medios de vida en el Iraq. Con ella se beneficiará directamente a dos millones de personas —la mitad de las cuales, mujeres—, y se generarán oportunidades de empleo para los desplazados internos.
El proyecto también tiene el objetivo más amplio de promover el desarrollo sostenible y la transferencia de conocimientos. En el marco del mismo, trabajando con ministerios y universidades iraquíes, se procurará integrar tecnologías y enfoques resilientes al cambio climático en la planificación de los programas y las políticas agrícolas, lo que servirá para ampliar los esfuerzos en materia de adaptación al cambio climático en todo el país, y las prácticas satisfactorias incluso podrían reproducirse en otros países de la región.
Acerca de la FAO y el FVC
Desde que se convirtieron en socios en 2016, la FAO y el FVC han aumentado las inversiones para el clima en proyectos de gran repercusión que hacen que los sectores de la agricultura, la actividad forestal y la pesca sean más eficientes, inclusivos, sostenibles y resilientes al cambio climático.
Mediante el aprovechamiento de asociaciones de ámbito mundial, la FAO cataliza inversiones públicas y privadas en la agricultura que promueven medidas innovadoras de adaptación al cambio climático y mitigación de sus efectos e impulsan la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible, en consonancia con la Estrategia de la FAO sobre el cambio climático para 2022-2031.
El FVC, un elemento fundamental del histórico Acuerdo de París, es el mayor fondo para el clima del mundo y tiene el mandato de ayudar a los países en desarrollo a elevar y cumplir la ambición de sus planes climáticos nacionales, conocidos como contribuciones determinadas a nivel nacional.
Con las subvenciones aprobadas recientemente, la cartera del FVC a la que la FAO ha ayudado que accedan los países supera los 1 300 millones de USD.
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Sreya Banerjee Oficina de Prensa, FAO [email protected]