En 2023, la FAO necesitará 1 900 millones de USD para salvaguardar las vidas y los medios de subsistencia de 48 millones de personas

La inseguridad alimentaria aguda aumenta debido a los conflictos, los fenómenos meteorológicos extremos y el incremento de los precios de los alimentos

FAO

Con menos del 4 % de los 51 500 millones de USD solicitados en todas las peticiones de ayuda para 2023, la FAO puede proporcionar asistencia urgente para los medios de vida a casi 50 millones de personas pertenecientes a la población más vulnerable.

©FAO/Richard Trenchard

01/12/2022
Roma – La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) busca obtener 1 900 millones de USD en 2023 para salvaguardar las vidas y los medios de subsistencia de algunas de las personas más gravemente afectadas por la inseguridad alimentaria aguda, pues esta sigue incrementándose en todo el planeta.

El anuncio se realizó como parte de una solicitud de ayuda humanitaria más amplia de las Naciones Unidas iniciada por la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios en un acto especial celebrado hoy en Ginebra (Suiza).

Con menos del 4 % de los 51 500 millones de USD solicitados en todas las peticiones de ayuda para 2023, la FAO puede proporcionar asistencia urgente para los medios de vida a fin de asegurar que 48 millones de personas cuenten con un suministro estable de alimentos nutritivos. Mediante efectivo, paquetes de semillas de cultivos y hortalizas, piensos para el ganado, campañas de sanidad animal y mejoras a infraestructuras esenciales como los sistemas de riego y los mercados, la FAO puede garantizar que familias y comunidades de las zonas más remotas y afectadas por los conflictos puedan alimentarse y sentar las bases de una resiliencia ante futuras perturbaciones.

En 2022, el apoyo de emergencia de la FAO a las comunidades afectadas por la sequía en el Cuerno de África ha protegido activos ganaderos vitales, asegurando así que 4,4 millones de niños puedan acceder a leche cada día, y ha facilitado la producción de más de 100 000 toneladas de cereales y proporcionado a más de 1,5 millones de personas efectivo para adquirir alimentos, atención sanitaria y otros servicios esenciales.

Las intervenciones de la FAO se centran sobre todo en la satisfacción de las necesidades y prioridades de las comunidades afectadas, que son en su mayoría agricultores, pescadores, ganaderos y silvicultores, permitiéndoles permanecer en sus hogares, cuando es seguro hacerlo, satisfacer sus propias necesidades y dirigir su propia recuperación en el futuro.

Principales factores impulsores de la inseguridad alimentaria aguda

Los fenómenos meteorológicos extremos, como las sequías y las inundaciones, el inicio de la guerra en Ucrania y la proliferación de otros conflictos, seguidos de la creciente incertidumbre en torno a los mercados alimentarios y agrícolas mundiales, impulsan la inseguridad alimentaria aguda hacia nuevos máximos. Ahora que 2022 se acerca a su fin, casi un millón de personas afronta la amenaza inmediata de la inanición, es decir, casi el doble que en 2021. En el mundo, 222 millones de personas están experimentando niveles elevados de inseguridad alimentaria aguda y casi una de cada cinco de ellas tiene dificultades para acceder a alimentos suficientes a diario.

Solo en el Cuerno de África, que afronta una sequía sin precedentes —con una intensidad que no se ha visto en 40 años—, se estima que entre 23 y 26 millones de personas necesitan ayuda humanitaria urgente, y se prevé que la inseguridad alimentaria aguda continúe intensificándose para febrero de 2023 debido a una sexta temporada consecutiva de sequía anticipada y sin precedentes.

El costo de los alimentos ha ido aumentando de manera constante desde la aparición de la enfermedad por coronavirus (COVID‑19), y los precios de los productos alimentarios internacionales ya se encontraban en máximos no vistos en 10 años antes de que la guerra en Ucrania afectara aún más al sistema. Aunque los precios de los alimentos básicos internacionales han descendido recientemente, los precios al consumidor siguen siendo elevados, lo cual repercute significativamente en el poder adquisitivo y el acceso a los alimentos de la población más pobre.

Los conflictos y la inestabilidad política siguen devastando vidas y medios de subsistencia en todo el mundo, obligando a las personas a dejar sus hogares y abandonar sus explotaciones, embarcaciones y ganado, empujándolos a la indigencia y a la dependencia total de la asistencia externa.

La FAO impulsa su respuesta a las crisis y situaciones de emergencia

La FAO ha intensificado sus esfuerzos por llegar a los más necesitados a lo largo de 2022, ayudando a 30 millones de personas con apoyo urgente, centrándose en las poblaciones rurales y en aquellas personas que dependen de la agricultura para sobrevivir.

Solo en Afganistán, donde en torno a la mitad de la población rural sufre niveles elevados de inseguridad alimentaria aguda, la FAO espera llegar a 9 millones de personas para finales de año. Unos 3,6 millones de personas se beneficiarán de la distribución de trigo de invierno que se está llevando a cabo, la cual se completará en diciembre.

En Somalia, se han proporcionado más de 24 millones de USD en efectivo, además de asistencia relacionada con los medios de vida, a las comunidades rurales más expuestas a la hambruna, al tiempo que se han suministrado pienso, agua y tratamiento sanitario básico a más de 11 millones de cabezas de ganado.

En Ucrania, además de ofrecer apoyo agrícola de emergencia a los agricultores, como semillas de hortalizas, papas de siembra y ayuda en efectivo, la FAO está intensificando los esfuerzos por salvaguardar las cosechas y reservas de alimentos actuales y futuras. La FAO ha proporcionado una enorme capacidad de almacenamiento de hasta 6 millones de toneladas de cereales (en torno al 30 % de las necesidades del país). Esta asistencia resulta esencial para garantizar el almacenaje adecuado de los cereales y que así los agricultores puedan venderlos y exportarlos cuando proceda.

La agricultura en situaciones de emergencia sigue experimentando grandes carencias de fondos

La agricultura es una respuesta humanitaria de primera línea y así debe considerarse en todas las solicitudes de ayuda humanitaria. Las intervenciones agrícolas urgentes, especialmente cuando se combinan con asistencia alimentaria y en efectivo, tienen enormes repercusiones en la disponibilidad de alimentos, la nutrición y los desplazamientos, de modo que reducen de manera importante otros costos humanitarios.

Por ejemplo, con un costo de solo 220 USD, los paquetes de trigo de invierno que se están distribuyendo en Afganistán permitirán a una familia producir alimentos suficientes para satisfacer sus necesidades de cereales anuales y conservar un excedente para vender.

En 2022, la FAO recibió solo el 43 % de los fondos solicitados en los planes de respuesta humanitaria, lo cual conlleva un enorme desequilibrio de fondos. Por ejemplo, las solicitudes para Afganistán se han completado, mientras que las de Nigeria y la República Árabe Siria apenas han superado el 10 % de las necesidades.

El acto de hoy en Ginebra ha sido uno de los tres actos consecutivos de presentación del informe Panorama Global Humanitario (2023), al que seguirán actos en Addis Abeba en colaboración con la Unión Africana y en Riad en colaboración con el Centro de Ayuda Humanitaria y Socorro Rey Salmán (KSRelief).

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