Un nuevo informe de la FAO ofrece orientación y datos sobre la integración de las metas de nutrición en las políticas de comercio agrícola

En El estado de los mercados de productos básicos agrícolas 2024 se examinan los flujos comerciales mundiales de nutrientes y las posibles causas de la obesidad

Evolución del comercio de alimentos por categorías desde el año 2000.

©FAO/SOCO 2024

29/11/2024
Roma - Un nuevo informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) muestra que el comercio internacional de productos alimentarios y agrícolas ha aumentado considerablemente en los últimos decenios y realiza contribuciones muy importantes a la diversidad, la disponibilidad y la asequibilidad de los alimentos y nutrientes en todo el mundo.

Al mismo tiempo, en algunos contextos el comercio puede acelerar cambios indeseados en los hábitos alimenticios, al aumentar el consumo de alimentos de bajo valor nutricional y con un contenido elevado de grasas, azúcar o sal. Esto pone de manifiesto la necesidad de elaborar políticas comerciales coherentes con los objetivos nacionales en materia de nutrición y salud pública, según el informe sobre El estado de los mercados de productos básicos agrícolas (SOCO) 2024.

“La expansión del comercio mundial de alimentos se ha visto influida por reglas multilaterales comerciales que han determinado un entorno más libre, justo y previsible para el comercio, lo que, junto con un número cada vez mayor de acuerdos comerciales regionales, ha fomentado el comercio alimentario”, señaló el Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO.

El informe titulado Comercio y nutrición: coherencia de las políticas en favor de dietas saludables, pone de relieve la necesidad de reforzar la coherencia de las políticas entre los sectores del comercio y la nutrición, a fin de garantizar que el comercio no debilite la calidad de la dieta y contribuya a aumentar las tasas de obesidad y sobrepeso.

Asimismo, se señala que los vínculos entre el comercio y la nutrición son complejos y heterogéneos, y exigen una mayor atención. A medida que aumentan los ingresos —un efecto deseado del desarrollo—, la demanda de importaciones de alimentos ultraprocesados aumenta incluso con mayor rapidez, lo que subraya la utilidad de permitir que los responsables de la formulación de políticas tengan en cuenta el papel de la nutrición.

El comercio es fundamental para la seguridad alimentaria y la nutrición

En promedio, el comercio internacional duplica la diversidad de los alimentos disponibles en un país y da lugar a una mayor diversidad en el suministro de alimentos y las dietas, una ventaja neta en lo que respecta a las metas de nutrición, especialmente en países con geografías menos diversas, como Kiribati o Noruega. La diversidad de la alimentación es esencial para la suficiencia del suministro de micronutrientes.

Asimismo, la diversidad que genera el comercio conduce a una distribución más equitativa de nutrientes como vitamina C, calcio y zinc, lo que resulta fundamental dado que la producción nacional de alimentos de muchos países no cumple las necesidades de nutrientes de sus poblaciones. El SOCO 2024 presenta muchos datos sobre la forma en que los flujos mundiales de nutrientes esenciales pueden subsanar estas carencias.

Los precios de los alimentos suelen ser inferiores en los países que están abiertos al comercio. Esta conclusión general es aplicable a los alimentos básicos, frescos y elaborados.

Si bien el comercio de alimentos es una piedra angular de la seguridad alimentaria, en algunos contextos puede tener efectos indeseados, en particular la obesidad, un tema que en el SOCO 2024 se investiga en profundidad. La prevalencia de la subalimentación, un parámetro clave de la FAO para medir el hambre, disminuyó del 12,7 % en 2000 al 9,2 % en 2022. En este mismo período, la prevalencia mundial de la obesidad en la población adulta aumentó del 8,7 % al 15,8 %.

El comercio ha aumentado en todas las categorías de alimentos y en todos los niveles de procesamiento, desde el año 2000. Los alimentos básicos representan la mayor parte de las calorías comercializadas, pero su proporción está disminuyendo, mientras que el porcentaje correspondiente a las grasas y aceites, a las legumbres, semillas y nueces y a los alimentos de origen animal está aumentando.

Algunas conclusiones importantes

En 2021, se comercializaron casi 5 000 billones de kilocalorías, más del doble de la energía alimentaria comercializada en 2000. El comercio de alimentos per cápita al día aumentó de 930 kcal a 1 640 kcal en ese período.

Un aumento del 10 % en los ingresos da lugar a un incremento del 11 % en la demanda de importaciones de alimentos procesados y alimentos ultraprocesados y del 7 % en la demanda de alimentos no procesados y mínimamente procesados.

Entre 1961 y 2021, la energía alimentaria per cápita media mundial disponible para el consumo humano aumentó en un 35 %, de 2 200 a 2 980 calorías por persona al día. Durante el mismo período, la proporción de alimentos básicos disminuyó del 57,4 % al 48,4 %, mientras que el porcentaje de alimentos de origen animal aumentó del 12,2 % al 15,1 % y el de grasas y aceites aumentó del 8,4 al 12,7 %

El comercio per cápita de vitamina C y calcio de los alimentos aumentó casi un 90 % entre 2000 y 2021.

En 2020, los países produjeron un promedio de 120 productos alimenticios diferentes, en tanto que el comercio aumentó el número de alimentos disponibles a un promedio de 225, y en el último decenio se ha registrado un crecimiento significativo.

Las importaciones de alimentos ultraprocesados representaron el 7 % de las calorías comercializadas a escala mundial y el 12 % de las importaciones de alimentos en los países de ingresos altos en 2021. En términos monetarios, el valor de los alimentos ultraprocesados importados era mucho más elevado que su proporción en términos de calorías.

El aumento de la inversión y la innovación en los sectores de elaboración de alimentos implica una mayor disponibilidad de alimentos procesados a escala local, así como una distribución más amplia, gracias a la proliferación de supermercados. En el SOCO se presentan datos de cómo el ritmo de la transformación de las dietas en los países de ingresos bajos y medianos vinculado a este fenómeno, y a la rápida urbanización, supera significativamente el ritmo de estos cambios en países que actualmente se consideran de ingresos altos.

La gobernanza del comercio

Aunque la liberalización del comercio reporta numerosos beneficios mundiales en relación con la seguridad alimentaria, sigue habiendo dudas respecto de si propicia dietas saludables. Un análisis llevado a cabo para el SOCO 2024 utilizando el indicador de la FAO relativo al costo y asequibilidad de una dieta saludable reveló que aranceles de importación más altos están vinculados a precios alimentarios más elevados, independientemente de las cualidades saludables de los alimentos, lo que indica que, en general, la apertura de los mercados no tiene un efecto desproporcionado en los alimentos hipercalóricos con bajo valor nutricional.

En el informe SOCO 2024 se ofrecen consideraciones relativas al papel de los acuerdos comerciales regionales modernos, que no se limitan al acceso a los mercados y las reducciones arancelarias, centrándose en armonizar las medidas no arancelarias y los reglamentos nacionales que abarcan los aditivos, los residuos de plaguicidas y los requisitos de etiquetado.

Se constata que los acuerdos comerciales regionales con un número elevado de disposiciones sanitarias y fitosanitarias suelen incrementar las importaciones de alimentos ultraprocesados, que son notablemente más sensibles a las variaciones de ingresos.

En el informe también se examinan estudios de casos sobre las iniciativas dirigidas a integrar las metas de nutrición en las políticas comerciales y el modo en que estas cumplen o no las reglas multilaterales.
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