Se prevé un aumento de la magnitud y la gravedad de la inseguridad alimentaria aguda en 22 países y territorios
Los ganaderos y pastores reciben forraje distribuido por la FAO para apoyar la producción local de alimentos en Rafah, Franja de Gaza.
©FAO/Yousef Alrozzi
Roma – Según un nuevo informe de las Naciones Unidas, se prevé un aumento tanto de la magnitud como de la gravedad de la inseguridad alimentaria en 22 países y territorios. En el informe se advierte de que la propagación de los conflictos, en particular en el Oriente Medio —además de factores de estrés climáticos y económicos— está llevando a millones de personas al borde del abismo. Se ponen de relieve las consecuencias regionales de la crisis en Gaza, que ha arrastrado al Líbano al conflicto; se advierte de que el patrón meteorológico de La Niña podría incidir en el clima hasta marzo de 2025, lo que representa una amenaza para los sistemas alimentarios frágiles en regiones ya de por sí vulnerables.
En el informe se llama la atención sobre la hambruna en el campamento de Zamzam, en Darfur del Norte, así como sobre el riesgo de hambruna en otras zonas del Sudán, el persistente riesgo de hambruna en Palestina (la Franja de Gaza) y los niveles catastróficos de inseguridad alimentaria aguda en Haití, Malí y Sudán del Sur, advirtiendo de que si no se adoptan medidas humanitarias y no se ponen en marcha esfuerzos concertados de inmediato para superar las graves restricciones de acceso y resolver los conflictos en curso, es probable que se produzcan más casos de inanición y más muertes.
En el informe titulado Hunger Hotspots: FAO-WFP early warnings on acute food insecurity (“Puntos críticos del hambre: alertas tempranas de la FAO y el PMA sobre la inseguridad alimentaria aguda”), publicado hoy por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA), se insta a adoptar medidas humanitarias urgentes para salvar vidas y medios de subsistencia así como para prevenir la inanición y la muerte en los puntos críticos donde existe un alto riesgo de que se agrave el hambre aguda entre noviembre de 2024 y mayo de 2025.
En total, se clasifica como “puntos críticos del hambre” a 22 países o territorios, donde se prevé que se deterioren aún más los altos niveles de inseguridad alimentaria aguda debido a la combinación de conflictos, inestabilidad económica y perturbaciones climáticas durante el período que abarcan las perspectivas. Sin una intervención inmediata, en particular un aumento de la financiación para ayuda destinada a la alimentación y los medios de vida, se prevé que cientos de miles de personas más padezcan inanición en los próximos meses.
“La situación en los cinco puntos críticos del hambre más preocupantes es catastrófica. La población está sufriendo una carencia extrema de alimentos y se enfrenta a una inanición persistente sin precedentes, circunstancias agravadas por la escalada de los conflictos, las crisis climáticas y las perturbaciones económicas. Si queremos salvar vidas y prevenir el hambre aguda así como la malnutrición, necesitamos urgentemente un alto el fuego humanitario y restablecer el acceso a alimentos altamente nutritivos, así como su disponibilidad, en particular reactivando la producción local de alimentos. Pero eso por sí solo no basta; necesitamos estabilidad y seguridad alimentaria a más largo plazo. La paz es una condición indispensable para la seguridad alimentaria. Sin paz y estabilidad, los agricultores no pueden producir alimentos, cosechar ni mantener sus medios de vida. El acceso a los alimentos nutritivos no es solo una necesidad básica, es un derecho humano fundamental”, dijo el Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO.
“Los conflictos se intensifican, la inestabilidad económica va en aumento y los desastres climáticos se están convirtiendo en la nueva norma en todo el mundo. Con un apoyo político y financiero más eficaz, el personal humanitario puede aplicar, y seguirá aplicando, soluciones demostradas y de escala adaptable para hacer frente al hambre y reducir las necesidades a largo plazo”, dijo la Sra. Cindy McCain, Directora Ejecutiva del PMA.
“Ha llegado el momento de que los líderes mundiales redoblen sus esfuerzos y colaboren con nosotros para llegar a los millones de personas que corren riesgo de inanición, ofreciendo soluciones diplomáticas a los conflictos, utilizando su influencia para que el personal humanitario pueda trabajar sin peligro y movilizando los recursos y las asociaciones necesarios para parar en seco el hambre en el mundo”, añadió la Sra. McCain.
Según se prevé, los efectos del patrón meteorológico de La Niña, que se espera que incidan en el clima mundial desde noviembre de 2024 hasta marzo de 2025, agravarán aún más algunas de las crisis alimentarias. Si bien determinadas zonas pueden beneficiarse de la mejora de las condiciones agrícolas, es probable que La Niña cause inundaciones devastadoras en países como Nigeria y Sudán del Sur, mientras que podría contribuir a provocar sequías en Somalia, Kenya y Etiopía. Estos fenómenos meteorológicos extremos son una amenaza para sistemas alimentarios ya de por sí frágiles y ponen a millones de personas en riesgo de padecer hambre.
En el informe se insiste en que es esencial adoptar medidas tempranas y específicas para prevenir un mayor deterioro de la crisis y evitar la mortalidad en masa relacionada con el hambre. La FAO y el PMA instan a los líderes mundiales a que den prioridad a la solución de los conflictos, el apoyo económico y las medidas de adaptación al clima para proteger a las poblaciones más vulnerables del riesgo de hambruna.
Principales conclusiones
Según el informe, Palestina, el Sudán, Sudán del Sur, Haití y Malí permanecen en el nivel de alerta más alto y requieren la atención más urgente. Los conflictos son la principal causa del hambre en todas estas zonas. En todos los puntos críticos que generan mayor inquietud ya hay comunidades que padecen hambruna o corren el riesgo de padecerla, o que se encuentran en condiciones catastróficas de inseguridad alimentaria aguda.
El Chad, el Líbano, Myanmar, Mozambique, Nigeria, la República Árabe Siria y Yemen son puntos críticos motivo de gran preocupación, con un elevado número de personas que se enfrentan a una grave inseguridad alimentaria aguda, junto con el empeoramiento de los factores que se espera que intensifiquen aún más unas condiciones potencialmente mortales en los próximos meses.
Respecto de la edición anterior del informe sobre puntos críticos del hambre (junio de 2024), se han añadido a la lista de puntos críticos del hambre Kenya, Lesotho, Namibia y el Níger, junto con Burkina Faso, Etiopía, Malawi, Somalia, Zambia y Zimbabwe, donde es probable que la inseguridad alimentaria aguda se siga deteriorando durante el período que abarcan las perspectivas.
Nota para los editores
En el informe sobre los puntos críticos del hambre se determinan las zonas en las que la inseguridad alimentaria aguda podría aumentar a lo largo del período que abarcan las perspectivas. Los puntos críticos se determinan mediante un análisis prospectivo y se seleccionan a través de un proceso basado en el consenso en el que participan equipos técnicos y equipos sobre el terreno de la FAO y del PMA, junto con analistas especializados en conflictos, riesgos económicos y peligros naturales.
El informe es parte de una serie de productos analíticos financiados por los Estados Unidos de América y la Unión Europea y elaborados en el marco de la Red mundial contra las crisis alimentarias, cuyo objetivo consiste en mejorar y coordinar la generación y el intercambio de información y análisis basados en pruebas objetivas a fin de prevenir y tratar las crisis alimentarias.
Esta serie también incluye el recientemente publicado Informe mundial sobre las crisis alimentarias (2024), en el que se examinan retroactivamente los niveles de inseguridad alimentaria aguda en 2023, como complemento del sistema de alerta temprana prospectiva sobre puntos críticos del hambre, que proporciona a los responsables de la toma de decisiones información para la planificación y la asignación de recursos.
La versión digital del informe también está disponible a través de este enlace.
Irina Utkina Oficina de Prensa, FAO (+39) 06 570 52542 [email protected]
James Belgrave WFP Media +39 3665294297 [email protected]