Las directrices de la FAO y la Convención de Lucha contra la Desertificación relativas a la lucha contra este fenómeno adquieren resonancia en el contexto de la declaración de la Asamblea General de la ONU de un decenio dedicado a esta cuestión
Las tormentas de arena y polvo son un problema cada vez mayor en todo el mundo. Estas tormentas se producen cuando el viento levanta tierra y arena sueltas del suelo, creando enormes nubes de polvo que pueden viajar largas distancias.
©FAO/Michael Tewelde
Roma. La frecuencia y la intensidad de las tormentas de arena y polvo han aumentado drásticamente en los últimos años, especialmente en algunas regiones. Este fenómeno, que provoca que cerca de 2 000 millones de toneladas de arena y polvo ingresen en la atmósfera cada año, daña los cultivos y la ganadería, exacerba la desertificación y causa problemas sanitarios.
Reconociendo esta situación, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró 2025-2034 el Decenio de las Naciones Unidas para Luchar contra las Tormentas de Arena y Polvo. Promovida por Uganda en nombre del Grupo de los 77 —países en desarrollo— y China, la iniciativa pone de relieve la preocupación a escala internacional por las tormentas de arena y polvo y fomenta la adopción de medidas proactivas mediante la sensibilización y la acción.
Al hacerlo, da impulso mundial a la publicación Guideline on the integration of sand and dust storm management into key policy areas (Directrices para la integración de la gestión de las tormentas de arena y polvo en esferas de políticas fundamentales), elaborada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CLD) y publicada con motivo del Día Internacional de Lucha contra las Tormentas de Arena y Polvo de 2024 a fin de brindar apoyo a los países para elaborar y aplicar iniciativas destinadas a luchar contra las tormentas de arena y polvo.
“Las directrices en materia de políticas brindarán apoyo a los países para elaborar y aplicar iniciativas relacionadas con las tormentas de arena y polvo, mejorar el uso y la gestión de la tierra, reforzar la seguridad alimentaria y fomentar la resiliencia frente al cambio climático”, dijo el Sr. Lifeng Li, Director de la División de Tierras y Aguas de la FAO.
Comprender las causas de las tormentas de arena y polvo para prevenirlas
Las tormentas de arena y polvo son un problema cada vez mayor en todo el mundo. Se producen cuando el viento levanta partículas de tierra y arena sueltas del suelo y crea enormes nubes de polvo que pueden recorrer largas distancias.
En las Directrices de la FAO y la CLD se explica que algunas zonas son naturalmente propensas a las tormentas de polvo. Suele tratarse de lugares áridos y yermos, como los desiertos de África del Norte, el Oriente Medio y partes de Asia. El suelo seco de estas regiones facilita que el viento levante polvo en el aire.
Las actividades humanas también pueden crear condiciones para que se produzcan tormentas de polvo. Prácticas como el sobrepastoreo en los pastizales, la tala excesiva de árboles, la sobreexplotación de los recursos naturales, el drenaje de los humedales y la labranza de tierras de cultivo a gran escala pueden perturbar el suelo y degradar la tierra. Una mala gestión de la tierra y el agua, junto con el cambio climático, provocan que estas zonas se vuelvan más propensas a la degradación del suelo y la desertificación y dan lugar a tormentas de polvo.
La repercusión a escala mundial de las tormentas de arena y polvo en la agricultura
Las tormentas de arena y polvo plantean una amenaza importante para la agricultura en todo el mundo y afectan profundamente a los agricultores y las comunidades. Estas tormentas provocan daños en los cultivos y la ganadería, lo que reduce el rendimiento, afecta a la calidad de los alimentos y provoca la contaminación del agua y la propagación de enfermedades en plantas y animales.
Tal como se analiza en las directrices, la arena y el polvo, arrastrados por vientos fuertes, se llevan los nutrientes del suelo, dificultan el crecimiento de los cultivos y disminuyen su calidad. El daño físico que las partículas abrasivas producen en los cultivos da lugar a cosechas menores y una producción menos nutritiva. También se ve afectada la ganadería, que se enfrenta a problemas sanitarios y a una mayor mortalidad debido a la inhalación del polvo del aire y al estrés durante las tormentas.
Más allá de las explotaciones agrícolas, las tormentas de arena y polvo plantean otros problemas: las fuentes de agua pueden contaminarse con los sedimentos que levantan las tormentas de polvo, afectando tanto al agua potable como al riego de los cultivos. Las enfermedades que transmiten las partículas de polvo diseminadas entre plantas y animales ponen aún más en peligro la productividad agrícola. Además, el daño se extiende a los equipos y la infraestructura agrícolas, lo que aumenta los costos que deben asumir los agricultores que ya se enfrentan a rendimientos menores.
Soluciones y preparación
La FAO y la CLD colaboraron estrechamente en la elaboración de las Directrices para la integración de la gestión de las tormentas de arena y polvo en esferas de políticas fundamentales, que ofrece soluciones para que los gobiernos hagan frente a este fenómeno de manera eficaz. En las directrices se recomiendan prácticas como la agricultura de conservación y una mejor gestión hídrica a fin de proteger la salud de los suelos durante las tormentas de arena y polvo, y se hace hincapié en la importancia de fortalecer la infraestructura y las respuestas sanitarias coordinadas. En consonancia con los acuerdos internacionales, se alienta a integrar la gestión de las tormentas de arena y polvo en las estrategias nacionales en materia de desarrollo sostenible, destacando la necesidad de aumentar la sensibilización, el apoyo técnico y la financiación de los sistemas de alerta precoz. La finalidad de estas iniciativas es mitigar los efectos de las tormentas de arena y polvo en las comunidades y los ecosistemas a escala mundial.
Directrices para la integración de la gestión de las tormentas de arena y polvo en esferas de políticas fundamentales (en inglés únicamente)
Día Internacional de la Lucha contra las Tormentas de Arena y Polvo (en inglés únicamente)
Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (en inglés únicamente)
Giacomo Martella Oficina de Prensa, FAO [email protected]
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