Este año, la FAO celebra que lleva 75 años cultivando, nutriendo y preservando nuestro planeta. ¡Y le invitamos a unirse a nosotros en este viaje! ©FAO/Pier Paolo Cito
Este año marca el 75.º aniversario de la FAO en un contexto excepcional, cuando países de todo el mundo están luchando contra la pandemia mundial de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) y sus múltiples efectos.
Sin embargo, esta crisis sanitaria mundial nos ha brindado la oportunidad de reflexionar sobre una de nuestras necesidades más básicas: la alimentación. Para muchas personas, esta pandemia ha hecho más difícil aún la lucha por obtener alimentos nutritivos y ha dificultado el acceso a ellos. En otros casos, se ha redescubierto su valor. Este año, el mandato de la FAO, centrado en la erradicación del hambre, la eliminación de la pobreza y la ordenación sostenible de los recursos naturales, es más importante que nunca, y le animamos a conocerlo mejor.
La FAO se enorgullece de su transparencia; además, durante los últimos años hemos celebrado días de puertas abiertas para animar a los visitantes a conocer mejor nuestra Organización y nuestra misión. En los últimos tiempos hemos puesto en marcha una versión en línea de estas visitas para garantizar la seguridad y llegar a un público más amplio.
A continuación le presentamos un pequeño avance y le invitamos a participar en la visita virtual de la FAO para saber más sobre nuestra Organización, desde su historia y su Sede hasta su misión y sus objetivos. Si esta historia despierta su interés y le interesa organizar una visita para su escuela, empresa o grupo, póngase en contacto con nosotros. Nos encantaría enseñarle todos sus rincones. Y si lo que le gustan son los libros, puede profundizar en la historia de la FAO con la nueva publicación: FAO 75: Cultivar, nutrir, preservar. Juntos.
Empecemos por el principio:
¿Por qué se creó la FAO?
Tras la Segunda Guerra Mundial se observó un interés renovado por la cooperación intergubernamental como medio para solucionar los problemas a través del diálogo e impedir para siempre una nueva guerra mundial. Además, en ese momento la alimentación y la agricultura eran temas candentes, pues la producción se ralentizó debido a que muchos trabajadores agrícolas marcharon al frente. Se destruyeron fábricas de producción de fertilizantes, plaguicidas y maquinaria agrícola y el comercio quedó prácticamente paralizado. El sector agrícola estaba sufriendo y muchas personas de todo el mundo pasaban hambre. Fue en esta época cuando se creó la FAO.
Inicialmente, la Sede de la Organización estaba en Washington D.C. (Estados Unidos de América), pero más tarde se decidió trasladarla a Roma (Italia). Esta ubicación parecía acertada ya que Roma había acogido la sede del Instituto Internacional de Agricultura, organización predecesora de la FAO y primer organismo intergubernamental en ocuparse de asuntos relacionados con la agricultura.
La FAO se trasladó a Roma en 1951 y el Gobierno de Italia cedió un edificio en el centro de la ciudad, que continúa acogiendo a la FAO en la actualidad. De hecho, el edificio de la FAO tiene una historia fascinante.
Left/Top: Muchos Estados Miembros han donado obras de arte, mobiliario y piezas de artesanía a la Sede de la FAO para celebrar la diversidad de la Organización. ©FAO/Pier Paolo Cito Right/Bottom: Una de las dos obras de arte de la artista mozambiqueña Bertina Lopes, donadas a la FAO como gesto de agradecimiento por la labor de la Organización en el país. ©FAO/Pier Paolo Cito
Empecemos la visita...
El espacio más grande e importante de la Sede de la FAO es la Sala de Plenarias. Tiene capacidad para más de un millar de personas y se diseñó para acoger reuniones de alto nivel con líderes mundiales, como jefes de Estado o incluso el Papa. La FAO, como organismo neutral, ofrece un espacio para que las naciones se reúnan y creen un entendimiento común, y la Sala de Plenarias constituye un entorno destacado para tal fin.
Otro cometido de la FAO es facilitar el intercambio de conocimiento e información sobre alimentación, agricultura y recursos naturales, a fin de convertir todo este aprendizaje en acción por medio de varios proyectos en diferentes lugares del mundo.
Celebrando la diversidad
Muchos Estados Miembros han donado obras de arte, mobiliario y otros ejemplos de su artesanía nacional y rural para que se expongan en la Sede de la FAO y celebren la diversidad de la Organización.
Por ejemplo, el Gobierno de Túnez entregó a la FAO un mosaico de suelo del siglo II de un edificio descubierto en Tignica, 90 kilómetros al oeste de Túnez. Los colores siguen siendo brillantes y sus azulejos forman bellos arreglos florales.
Cerca del mosaico se expone una enorme copia en yeso de una estatua de Minerva, la Vittoria Alata, cedida temporalmente por el Museo de la Civilización Romana. El Gobierno de Mozambique también donó dos obras de su artista nacional Bertina Lopes, como símbolo de agradecimiento por toda la ayuda prestada por la FAO al país.
Muchos países también han donado salas que se utilizan para actos, conferencias y reuniones bilaterales. Por ejemplo, el Centro Jeque Zayed, financiado por los Emiratos Árabes Unidos, se utiliza para conferencias de prensa, proyecciones y presentaciones de publicaciones. La Sala de China, donada por el Gobierno de China, recibe a invitados distinguidos, como jefes de Estado y primeros ministros.
Además, la Organización cuenta con una impresionante biblioteca a la que acuden investigadores de todo el mundo para consultar sus documentos y libros raros. Alberga un millón de documentos de la FAO y de otras fuentes, así como publicaciones digitales y especiales. Se considera una de las colecciones más prestigiosas del mundo sobre alimentación, agricultura y desarrollo internacional.
Todos los años, el día de la fundación de la FAO – el 16 de octubre – celebramos el Día Mundial de la Alimentación para crear conciencia sobre las importantes cuestiones relacionadas con el hambre, la seguridad alimentaria y la agricultura. La FAO hace un llamamiento a la solidaridad mundial durante estos tiempos difíciles a fin de garantizar que todas las personas tienen acceso a alimentos inocuos y nutritivos para vivir una vida sana. ©FAO/Alessia Pierdomenico
¡Únase a nosotros!
La FAO hace un llamamiento a la solidaridad mundial para aumentar la resiliencia de los sistemas agroalimentarios de manera que puedan proporcionar alimentos saludables y asequibles para todos y ofrecer medios de vida dignos a los millones de personas que se dedican a la agricultura. Además, la FAO respalda a nuestros héroes de la alimentación, los agricultores y trabajadores de toda la cadena de valor que se esfuerzan por garantizar que los alimentos llegan de la granja a la mesa incluso en tiempos de perturbaciones sin precedentes, como la actual crisis de la COVID-19.
Nos hemos comprometido a cultivar, nutrir y preservar nuestro planeta, y le invitamos a unirse a nosotros. No importa cuál sea su origen (gobierno, empresa privada, organización sin ánimo de lucro, medio de información u organización de la sociedad civil), necesitamos que nos ayude a difundir su conocimiento y que apoye el llamamiento a transformar y mejorar nuestros sistemas agroalimentarios. No es un año cualquiera, y es necesario actuar fuera de lo ordinario: sólo trabajando juntos podremos continuar cultivando, nutriendo y preservando nuestro mundo.
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