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Actuar temprano para salvar medios de subsistencia en Mongolia


Historias desde la estepa

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Durante siglos, los mongoles y su ganado han convivido en la vasta estepa. Pero en las últimas dos décadas, el cambio climático ha puesto en riesgo la vida de millones de animales. ©FAO/K.Purevraqchaa

09/01/2019

Los mongoles y su ganado han vivido en la estepa durante siglos. Y aunque la estepa pueda parecer una tierra vasta y abierta, más de 60 millones de animales pastan en sus praderas. La cría de ganado es el medio de vida más importante en Mongolia y es la única fuente de ingresos para el 35% de los hogares.

La vida de un pastor de ganado en Mongolia consiste en enfrentar los desafíos planteados por el clima: los veranos son muy calurosos y secos, y los inviernos muy fríos. Durante las últimas dos décadas, el cambio climático ha provocado un fenómeno conocido como dzud, inviernos muy duros precedidos por veranos calurosos y secos, más severos y más frecuentes.

Durante un dzud, el suelo está congelado bajo una capa de nieve profunda, lo que significa que el ganado no puede alcanzar el pasto. Pero además, el escaso pastoreo durante los meses de verano no permite a los animales acumular la grasa que necesitan para el invierno y, en consecuencia, gran cantidad de animales mueren de hambre o frío.

Cuando los medios de subsistencia de los pastores se ven devastados por los efectos acumulativos de los dzuds y además la situación financiera se consume por los préstamos de alto interés que los campesinos solicitan para sobrevivir, muchos optan por mudarse a las ciudades. Sin embargo, muchas veces terminan desamparados y viven en yurtas en los márgenes de los centros urbanos, sin infraestructura de trabajo y sin poder salir del ciclo de la pobreza.

Dcha: La distribución temprana de alimento para el ganado ayudó a mantener a los animales en buenas condiciones, lo que permitió a los pastores cosechar y vender más cachemir en la primavera cuando los precios estaban en su nivel más alto. Izda: Las familias que se beneficiaron de la intervención obtuvieron un promedio de un litro extra de leche por día. La leche es fundamental para la nutrición. © FAO / K.Purevraqchaa

En los últimos dos años, la FAO ha implementado cuatro programas de emergencia para tratar de mitigar el impacto devastador en los pastores más pobres. La FAO ha realizado un análisis profundo del país para ejecutar las intervenciones y ha aportado la experiencia de los programas de ganadería y las habilidades prácticas en la implementación.

Proteger vidas y medios de subsistencia significa comprender profundamente las complejidades y los desafíos locales.

Un préstamo de hacía dos años mantenía preocupados a Anabish Jamransuren y a su familia, además, tenían que pensar en cómo iban a superar el próximo dzud. Sin embargo, ahora han logrado pagar su préstamo gracias al sistema de Alerta y acción temprana de la FAO.

Las familias de pastores como la de Anabish, que crían cabras para obtener lana de cachemir, estaban entre las que recibieron alimentos y suplementos nutricionales antes del peor pico del clima extremo del invierno. La ayuda adicional les permitió mantener sano su ganado y, como resultado, pudieron peinar sus cabras para obtener el cachemir en la primavera, cuando los precios son más altos.

“Sin este apoyo, hubiéramos tenido que comprar más alimento para nuestros animales y pedir un préstamo que pensábamos pagar con el dinero que habríamos obtenido de nuestra producción de cachemir. Estos préstamos son siempre una carga enorme y me han ahorrado otro”, explica.

Anabish compró 100 fardos de heno en preparación para el duro invierno que se esperaba y actualmente planea comprar el doble de esa cantidad el próximo año sin endeudarse.

También Shaariibuu Luttumur estaba preocupado por su deuda. 

“Habría tenido que solicitar otro préstamo solo para ayudarnos a pasar todo el invierno”. Me pregunto qué hubiera pasado si no hubiera recibido esta ayuda”, recuerda.

Afortunadamente, Shaariibuu recibió asistencia oportuna de la FAO, unos 846 kg de alimento concentrado. También recibió un pago en efectivo por vender una oveja y una cabra como parte del programa de repoblación. Los esfuerzos combinados le permitieron continuar cuidando a sus animales cuando se agotaron sus reservas.

Solicitar préstamos en medio de la desesperación puede llevar a las familias a tener que pastorear solo para pagar estas deudas. ©FAO/K.Purevraqchaa

Para Chimeddavaa Lodon, esta ha sido una inversión de futuro para toda la familia.

Debido a la intervención de la FAO en Mongolia, la hija de Chimeddavaa podrá graduarse de la escuela secundaria.

Chimeddavaa se preocupó cuando llegó el duro invierno. Los 300 fardos de heno que había comprado con un préstamo garantizado con la pensión de su madre se habían agotado. Debía alimentar a 55 ovejas, 50 cabras y 23 vacas de su familia. Sin embargo, los piensos concentrados y los suplementos nutricionales, como el aceite de pescado y los bloques de minerales del programa de la FAO llegaron en el momento justo, ya que muchas hembras del ganado se estaban preparando para dar a luz.

“Con la ayuda proporcionada por la FAO, pude salvar a los animales débiles. Son clave para obtener ingresos y leche para las tres generaciones de nuestra familia: mi madre, mi hija y yo”, dice Chimeddavaa.

Gracias a estas acciones tempranas, por cada dólar que gastó la FAO, los pastores vieron beneficios de más de 7,1 USD por hogar, en pérdidas evitadas y beneficios adicionales. Murieron o enfermaron menos animales, y menos perdieron peso, el cachemir se vendió en el momento adecuado y siguieron teniendo la leche que sostiene a muchas familias.

Trabajando con gobiernos nacionales y con organizaciones humanitarias y científicas asociadas, el programa de Alerta y acción temprana de la FAO monitorea los sistemas de información de riesgo y traduce las advertencias en acciones anticipadas. La FAO espera poder ayudar a las personas pobres y vulnerables a mantener su confianza en sí mismos, su dignidad y, sobre todo, su humanidad para enfrentar los desafíos futuros.

Actuar con anticipación salva vidas y medios de vida, crea resiliencia ante futuras crisis, alivia la presión sobre los recursos humanitarios y nos acerca al objetivo #HambreCero.

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