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La comida es mucho más de lo que hay en nuestros platos


Lo que realmente significa amar y respetar nuestros alimentos

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Casi todos nosotros decimos que amamos la comida, pero ¿lo hacemos realmente? ¿la respetamos? A nivel mundial, alrededor de un 14 por ciento de los alimentos que producimos se pierde entre la recolección y la venta. También se desperdician cantidades notables en la venta al por menor y a nivel de los consumidores. ©Maja Petric/Unsplash

17/09/2020

En un vasto planeta con cerca de 8 000 millones de personas donde solo se escucha hablar de nuestras diferencias, hay algunas cosas importantes que nos conectan, y una de ellas es la comida. Nos vincula a todos. Todos la necesitamos, dependemos de ella, sobrevivimos gracias a ella y nos aporta felicidad.

De hecho, la comida es parte de lo que somos. Es parte de nuestros hábitos y culturas. Cientos de programas de televisión, películas y podcasts giran en torno al tema de la comida, y los libros de cocina figuran siempre entre los más vendidos. La comida es incluso parte de cómo interactuamos con los demás. Los sibaritas compartirán rápidamente recetas y experiencias gastronómicas. ¿Y quién no ha publicado una foto de su plato favorito en sus redes sociales? Estamos inmersos en el debate sobre la comida.

Entonces, si amamos tanto la comida, ¿por qué dejamos que tantos alimentos se pudran en nuestros refrigeradores, queden como sobras tras nuestras fiestas, se descarten en nuestras tiendas o directamente los tiremos a la basura desde nuestros platos?.* Un tercio de todos los alimentos producidos globalmente se pierde o se desperdicia. Nos encanta la comida, pero no la cuidamos. No la respetamos. Todos queremos el respeto que cantaba Aretha Franklin, y para conseguirlo, antes deberíamos mostrarlo.

Te presentamos seis formas para ayudarnos a amar más nuestra comida y desarrollar respeto por todo lo que hay detrás de lo que comemos:

1. Reduce el desperdicio de alimentos: compra solo los alimentos que necesitas, aprende a amar las frutas y verduras de aspecto feo, sírvete raciones realistas, ten en cuenta las fechas de caducidad, almacena los alimentos de manera inteligente, dona los excedentes y convierte los alimentos sobrantes en la comida del día siguiente. Cuando desperdiciamos comida, también desperdiciamos todos los recursos utilizados para cultivar, procesar, transportar y comercializar esos alimentos. La comida es mucho más que lo que hay en nuestros platos.

La historia de nuestra comida comienza con un agricultor. ¿Por qué damos a nuestros chefs estrellas y premios, pero nos olvidamos del papel que desempeñan nuestros productores de alimentos? Izqda: ©135pixels/Shutterstock ; Dcha: ©FAO/Luis Tato

2. Apoya a los productores de alimentos: los chefs obtienen premios, estrellas y reconocimientos por sus creaciones. Pero ¿qué pasa con nuestros agricultores? Sin ellos, no tendríamos los alimentos frescos que necesitamos a diario para preparar cualquiera de nuestros preciados platos. ¿No son los campesinos los verdaderos héroes? Compra en mercados locales y conoce a los agricultores. Darles una oportunidad de negocio equivale a concederles tu reconocimiento y respeto.

3. Valora el trabajo que requiere producir los alimentos: la agricultura no es solo trabajo, es arte. Se requiere tanto esfuerzo para producir nuestros alimentos... Hacen falta semillas y tierra, agua y trabajo, protección y paciencia. ¿Sabías que se necesitan unos 50 litros de agua para producir una naranja? Los alimentos que elegimos afectan a la salud de nuestro planeta y al futuro de la alimentación. Cuando comes estás consumiendo los recursos naturales y el arduo trabajo de los campesinos, las abejas, quienes recolectaron los alimentos y todas las demás personas involucradas en conseguir que los alimentos lleguen a tu plato. Aprecia la comida como si fuera una obra de arte.

4. Adopta una dieta más saludable y sostenible: nuestros cuerpos se quedan sin calorías y sin nutrientes. Obtenemos nuestra energía y mantenemos nuestra salud a partir deunos alimentos adecuados. Normalmente no prestamos atención a la influencia que tienen los alimentos y la nutrición sobre nuestros cuerpos. Necesitamos entender que los alimentos son energía. Consumir demasiada comida en general, o demasiada comida de un solo tipo puede conducir a la obesidad, a carencias o a enfermedades relacionadas con la dieta.

5. Aprende de dónde proceden los alimentos: ¿los kiwis provienen de árboles o de arbustos? ¿Son los tomates una fruta o una hortaliza? Al aprender más sobre nuestra comida, de dónde viene, qué alimentos se producen en cada temporada y qué se necesita para producirlos, aumentamos nuestro conocimiento y respeto por lo que estamos comiendo. ¡Sigue nuestra cuenta de Instagram para comprobar tus conocimientos sobre diferentes frutas y hortalizas cultivadas en todo el mundo!

¿Sabes de dónde proceden sus alimentos? ¡Y no digas que del mercado! Aumentar nuestros conocimientos sobre la comida significa incrementar nuestro respeto por ella. Aprende por ti mismo y luego enseña a las generaciones futuras. ©Rawpixel/Shutterstock

6. Mantén una conversación: al tratar cada almuerzo con orgullo, respetamos a los agricultores que lo produjeron, los recursos que se utilizaron para producirlo y las personas que no pueden disfrutarlo. El respeto se puede transmitir. Habla con las personas que te rodean y con las nuevas generaciones sobre cómo elegir de forma informada alimentos saludables y sostenibles.

Para muchas personas en nuestro planeta, la comida es algo que se da por hecho. Está ahí, en casa o en una tienda, y por lo general, tienen los medios para comprarla. Pero para mucha gente, la comida es escasa o inaccesible. Para los millones de personas que padecen hambre cada año, la comida no es algo que esté garantizado. Supone un reto diario.

Respetar la comida significa apreciar la historia que hay detrás de los alimentos. Cuando vemos el panorama completo, es más fácil ver qué significa nuestra comida y cuán preciosa es en verdad.

Aprende más sobre cómo tus acciones pueden dar forma al futuro de la alimentación.

Enlaces

*Nota de redacción: La estimación que sugería que aproximadamente un tercio (o el 30 por ciento) de los alimentos del mundo se perdía o desperdiciaba cada año fue calculada por la FAO en 2011 como una estimación amplia y preliminar. La cifra se está sustituyendo actualmente por dos indicadores separados, el Índice de pérdida de alimentos y el Índice de desperdicio de alimentos, para dar una idea más clara del problema. En 2019, la FAO calculó el Indicador de pérdida de alimentos a nivel mundial (alimentos perdidos desde la fase posterior a la cosecha hasta la venta al por menor, pero sin incluirla) en un 14 por ciento. El Índice de desperdicio de alimentos (alimentos perdidos en la venta al por menor y a nivel del consumidor) está siendo desarrollado actualmente por ONU-Medio Ambiente (PNUMA).

Más información

Este artículo se publicó originalmente el 22 de octubre de 2018 y fue actualizado el 17 de septiembre de 2020.