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Tender puentes para emprendimientos en Ghana y Nigeria


Ayudar a las mujeres a ampliar su acceso a la financiación y las oportunidades comerciales

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Augustina Tufour (centro) dio inicio a su empresa de producción de refrigerios saludables, pero se enfrentó a obstáculos para asegurar la financiación cuando trató de ampliar su negocio. © FAO/Natalija Gormalova

14/10/2024

La chispa empresarial de Augustina Akosua Asor Tufuor se encendió cuando estudiaba en la Escuela de Negocios de la Universidad de Ghana y se matriculó en un curso de gestión empresarial. Ese mismo año conoció a un grupo de mujeres rurales y vio el amplio potencial que tenían los productos agrícolas, así como los obstáculos a los que se enfrentaban. 

“Fui testigo de primera mano de cómo esos agricultores, en su mayoría mujeres y en pequeña escala, abandonaban montones de productos, principalmente plátanos, mandioca y batatas, simplemente porque no tenían compradores disponibles y el costo del transporte de regreso a sus pueblos era muy elevado. Esto les generaba pérdidas enormes”, describe Augustina. 

También se dio cuenta de que los refrigerios que había en el mercado estaban llenos de aditivos artificiales, sustancias conservadoras y niveles elevados de sal y azúcar. 

Y de esto nació una nueva idea de empresa. Con sus propios ahorros y el apoyo de su familia, creó “Refrigerios tropicales”, que elabora hojuelas de plátano totalmente naturales a partir de excedentes de productos locales. Su objetivo era cerrar la brecha entre los pequeños agricultores y los consumidores y, al mismo tiempo, suministrar una alternativa de refrigerios más saludables al mercado de Ghana y de otros lugares. 

Pero le resultó muy difícil ampliar las operaciones. El acceso a la financiación y a la información sobre los mercados, así como la infraestructura inadecuada, le plantearon obstáculos importantes. Las instituciones financieras tradicionales se mostraban reacias a apoyar una pequeña empresa dirigida por una mujer. 

“Cuando nos dirigimos por primera vez a los banqueros para pedir un préstamo, nos pidieron que hiciéramos un depósito de 20 000 GHS (unos 1 200 USD) incluso antes de obtener la cantidad que solicitábamos. También tuvimos que contratar a un evaluador profesional para que valorara nuestra empresa, lo que resultó caro. Además, el tipo de interés era elevado, ya que superaba el 36 %”, explica. 

Sus dificultades no son infrecuentes. Las mujeres se enfrentan constantemente a barreras estructurales que obstaculizan su potencial económico y repercuten en sus operaciones empresariales en los sistemas agroalimentarios. 

Para las mujeres de los sistemas agroalimentarios del África subsahariana, donde representan una gran proporción de la mano de obra, los obstáculos son especialmente escarpados y van desde la falta de acceso a la tierra, el crédito y la tecnología hasta las normas sociales en materia de género que, a menudo, infravaloran su trabajo. 

Según un estudio del Centro de Comercio Internacional (CCI), más del 70 % de las empresas dirigidas por mujeres en África no tiene acceso suficiente a los servicios financieros y muchas también operan en el sector no estructurado, donde carecen de protección jurídica y acceso a la capacitación y a la información sobre los mercados. 

Asma Begum Mirza, una empresaria agrícola nigeriana de 61 años, tuvo una dificultad similar en el acceso a préstamos. En respuesta a la escalada de los precios, en 2015 Asma decidió cultivar arroz para ayudar a los ciudadanos comunes a acceder a alimentos asequibles. 

Sin embargo, el empeoramiento de las condiciones en materia de seguridad en el norte de Nigeria enseguida perturbó su empresa. 

“Después de unos dos años cultivando arroz con éxito, empezó a ser cada vez más difícil y peligroso ir a la granja debido a los problemas de seguridad”, afirma. 

Finalmente, se vio obligada a trasladarse, dejando su granja de arroz y empezando su nuevo negocio cerca de Abuja. Sin embargo, al hacerlo, perdió a la mayoría de sus clientes. 

Al igual que Augustina, Asma se enfrentó a barreras importantes cuando intentó conseguir préstamos mientras intentaba reconstruir su empresa en una nueva ubicación. Los tipos de interés elevados y las garantías exigidas volvieron casi imposible comprar la maquinaria adecuada para la producción comercial y su crecimiento se vio frenado. 

Más del 70 % de las empresas dirigidas por mujeres en África, como las de Augustina y Asma, no tiene acceso suficiente a los servicios financieros y muchas operan en el sector no estructurado, donde carecen de protección jurídica Izquierda, arriba: © FAO/Natalija Gormalova. Derecha, abajo: © FAO/Misper Apawu

Habilidades y oportunidades 

En 2021 la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el CCI lanzaron un programa especial denominado “Empoderamiento de la mujer y mejora de los medios de vida a través del comercio agrícola”

Este programa, que abarca seis países, fomenta la participación de la mujer en el contexto de la Zona de Libre Comercio Continental Africana. El objetivo del programa es incrementar la competitividad de las mujeres en el comercio mediante el fortalecimiento de sus conocimientos y habilidades, y el acceso a financiación, aprovechando las nuevas perspectivas de comercio regional creadas por el acuerdo de la Zona de Libre Comercio Continental Africana. El programa de empoderamiento proporciona a las mujeres las habilidades y los recursos necesarios para participar en el comercio nacional y transfronterizo ofreciendo capacitación en desarrollo, ventas y comercialización de los productos, así como en gestión financiera, contabilidad y elaboración de planes de negocio. 

En 2023, tanto Augustina como Asma participaron en el “Curso intensivo sobre empresas e inversiones” ofrecido por el proyecto en sus países. 

“Aprendimos que es fundamental el mantenimiento de registros en las empresas a la hora de buscar fondos. Ahora registramos nuestras ventas... Y puedo decir que estamos en una mejor posición para obtener inversionistas para nuestras empresas.”, afirma Augustina. 

Asma Begum Mirza fue una de las mujeres empresarias agrícolas que se beneficiaron del apoyo y el asesoramiento personalizados del programa “Empoderamiento de la mujer y mejora de los medios de vida a través del comercio agrícola” para la gestión y expansión de su empresa. © FAO/Misper Apawu

Cerrar la brecha 

En el marco del programa “Empoderamiento de la mujer y mejora de los medios de vida a través del comercio agrícola”, la FAO sigue trabajando con instituciones financieras a fin de desarrollar productos y servicios específicos para las mujeres empresarias agrícolas. Esto es particularmente importante en el sector agrícola, en el que muchas mujeres empresarias dependen de sus ahorros personales o de redes no estructuradas para obtener financiación. 

“La mayoría de las mujeres dependen de su propia financiación para emprender un negocio… de manera que el programa intenta abordar esta cuestión poniendo en contacto a proveedores de servicios financieros, como los bancos comerciales, con las mujeres empresarias agrícolas, creando una oportunidad de diálogo”, dijo Bethel Terefe, experta superior en cuestiones de género de la Oficina Regional de la FAO para África. 

Francesca Distefano, Coordinadora del programa “Empoderamiento de la mujer y mejora de los medios de vida a través del comercio agrícola”, explica: “En 2024 pusimos en marcha un programa de tutoría que proporciona a las beneficiarias del programa apoyo y asesoramiento individualizados para la gestión y expansión de sus negocios. En Ghana y Nigeria, el programa también está desembolsando donaciones de pequeña cuantía a mujeres seleccionadas, entre ellas Asma y Augustina, para ayudarlas a obtener la certificación de normas y la formalización de sus productos”. 

A finales de año el programa impartirá capacitación financiera y se organizarán reuniones con instituciones financieras para ayudar a las mujeres empresarias agrícolas a presentar sus empresas y explorar oportunidades de inversión. 

El objetivo es garantizar que, en la medida en que las posibilidades comerciales aumentan en África por conducto de la Zona de Libre Comercio Continental Africana, las mujeres también se beneficien de las nuevas oportunidades. 

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